Ya sabrás que soy un apasionado de los carretes.
Sí, ya sé que a menudo es lo que menos importa, especialmente en el caso de pescar truchas, pero como seguramente también sabes, además de pescador a mosca, me encanta el spinning en agua salada, y mi amor por los carretes viene de ahí y se hizo extensivo a los carretes para pescar con mosca.
Hoy en día casi nadie quiere carretes clásicos, por llamarlos de alguna manera. Quizás cuatro tarados amantes del bambú o de las cañas de fibra de vidrio, y poco más.
Y lo de tarados con todo el cariño, pues estoy entre ellos.
El caso es que si bien funcionalmente no tienen por qué tener demasiadas ventajas, sí que aportan algunas cosas que los carretes modernos no suelen tener. Por ejemplo:
1) Por su sonido.
Este es el gran defecto del 99'9% de los carretes modernos en mi opinión. Suenan como el culo. Por ejemplo, el Redington Zero por estética y peso podría ser un carrete del que yo fuese un adepto total, pero luego escucho como suena y me dan ganas de pegarme un tiro.
Los carretes clásicos, especialmente algunos fabricados en Inglaterra, son música celestial para los oídos cuando clavas algún pez que saca algo de línea.
2) Por el peso y tamaño.
Muchos de estos carretes andan alrededor de los 100-125 gramos de peso. Con cañas para pescar a mosca seca hacen un tándem estupendo.
Ya sé que ahora con todo el cuento ese que se han inventado con los carretes para euronymph hay muchos que van por ahí con un carrete del mismo tamaño que la llanta de un kart, pero a mí siempre me han gustado para trucha carretes con un diámetro entre las 2" 7/8 y 3" 1/4. Creo que son los tamaños ideales para carretes para pescar truchas en nuestros ríos.
3) Por el look.
La estética es algo muy personal, pero del mismo modo que hay carretes modernos que son muy bonitos, existen también auténticos adefesios. Y el look que le da a tu conjunto de caña y carrete uno de estos clásicos, no lo vas a tener con ningún carrete moderno.
4) Por hacerle un pequeño homenaje a la historia de la pesca con mosca.
Tener uno, o varios, de estos carretes, mimarlos, cuidarlos y mantenerlos en perfecto orden de funcionamiento es una pequeña contribución que podemos hacer a la historia de la pesca con mosca. No es mucho, pero es algo.
5) Por su funcionalidad.
Cuando te hablo de carretes clásicos te estoy hablando básicamente de carretes fabricados hace treinta o cuarenta años, no hace falta irse a un carrete de 1921, por decir algo. Nunca te recomendaría un carrete de esa época, pero sí alguno de los años 80 o 90, que se fabricaron antes de que existiese la obsolescencia programada y si lo cuidas seguramente te dure otros tantos años o más. Además, alguno de ellos te aporta cosas que a lo mejor no son tan fáciles de encontrar en carretes modernos, como buena capacidad de línea en un diámetro más contenido o diseños "closed cage" que para pescar al hilo o con running muy finos impiden que la línea se te meta entre la bobina y el cuerpo del carrete.
"Pues muy bien, tío, voy a ver lo que hay por ahí, pero es que ¡No sé ni por dónde empezar!".
Pues mira, de modelos que he tenido, y olvidándonos de cosas extramegacaras o extramegararas, y yendo en sentido ascendente según el precio al que se suelen conseguir, yo te recomendaría:
- Orvis Battenkil made in England.
Tanto el tamaño 3/4 (3" de diámetro) como el 5/6 (3,25" de diámetro) van muy bien para trucha. Este era un modelo que usaban muchísimos guías de pesca a finales del siglo pasado por sus prestaciones y durabilidad. Son tanques indestructibles. En su día, y hoy, es el más barato de todos, y aunque funcionalmente es muy bueno, no es el que mejor suena ni el más bonito.
- Marryat MR, CMR.
Hay un montón de modelos, en tres acabados diferentes y unos fabricados en Japón y otros en Suiza. Los precios difieren un montón porque no están tan catalogados como el resto de modelos de los que hablo aquí, así que lo voy a resumir en que si te encuentras cualquier modelo por menos de 80€, seguramente más adelante puedas recuperar la inversión, incluso puede que holgadamente, así que cógelo.
- Ross Cimarron.
Tanto el tamaño C-1 (3" de diámetro) como el C-2 (3,25" de diámetro) son perfectos para trucha. Estéticamente me parece más bonito que el anterior, pero tampoco destaca por tener el sonido más bonito de todos.
- Hardy Marquis.
En este modelo los tamaños interesantes son el 5 (3" de diámetro) y el 6 (3,25" de diámetro). Este ya empieza a sonar mucho mejor, si bien es plateado y esto para mí es un hándicap ya que me gustan los carretes negros. Funcionalmente es otro tanque.
- Ross Gunnison.
De nuevo los tamaños G-1 (3" de diámetro) y G-2 (3,25" de diámetro) son los que nos interesan. Y aquí ya hay que empezar a prestar atención a los detalles. Y el detalle en este caso está en la parte de atrás, ya que verás este carrete en dos versiones, una con seis agujeros grandes y otra con muchos agujeros pequeños. El que nos interesa es el de los seis agujeros grandes, que si no recuerdo mal se fabricó hasta 1998. He tenido las dos versiones y no sé bien por qué, pero el de los seis agujeros grandes parece que va más fino (por algo es también el más buscado y valorado).
- Hardy JLH.
Los tamaños 5 y 6 con las mismas medidas que en el Marquis. De todos los que he tenido este es para mí el que más bonito suena junto con el siguiente. Funcionalmente es perfecto, estéticamente me encanta y suena como los ángeles. El único carrete que me arrepiento de verdad de haber vendido.
- Orvis CFO made in England.
Aquí los tamaños, versiones distintas y demás requerirían un artículo por sí solo. Es común a todos ellos que suenan muy bonito. No sé si me gusta más este o el JLH en lo que a sonido se refiere, si bien estéticamente me gusta más este. Y de nuevo hay que prestar atención a los detalles. Los fabricados por Hardy son los que traen unos remaches en la parte trasera del carrete. Todos los demás, aunque sean made in England, si no traen los remaches, loas seguro es que estén fabricados por BFR, no por Hardy. Hay versiones plateadas, negras, doradas y verdes. Los dos que más me gustan son los negros y los verdes, si bien dorado y plateado nunca he tenido ninguno. Ahora bien, aunque los de BFR tengan menos glamour, habiendo tenido de los dos, y es algo que he comentado con otros usuarios, si va a ser un carrete que utilices para pescar, te recomendaría buscar alguno de los fabricados por BFR, que se hicieron con procesos mucho más estandarizados y menos artesanales que los Hardy, así que aunque tengan menos glamour, suelen estar mejor fabricados y durar más. Si no lo quieres para pescar, sino para contemplarlo, entonces busca alguno de los fabricados por Hardy.
Y a partir de aquí ya nos vamos a precios por encima de los 300€, así que si estás dispuesto a invertir esa cantidad de dinero podemos suponer que sabes lo que estás haciendo.
Ahí entran modelos como el Ross San Miguel, el Hardy Sovereign, los Abel Super, el Hardy Cascapedia, el Hardy Bougle, el Hardy Golden Prince, el Hardy Perfect, los Billy Pate, los Tibor Spring Creek, los Bill Ballan... Y ya palabras mayores como los ATH, los Bogdan y demás marcianadas.
Y para terminar, una razón extra:
6) Su valor.
Muchos de estos carretes se revalorizan. Yo nunca he comprado ninguno, o intercambiado por moscas, con la idea de sacarles ningún beneficio, pero como los cuido hasta el infinito y siempre los he vendido años después de haberme hecho con ellos, la mayoría de las veces los vendí por más de lo que me costaron. Y eso que casi siempre los vendo en eBay con precio de salida de 0,99$.
Muchas veces no sé qué precio ponerles, así que dejo que la subasta llegue hasta donde tenga que llegar.
En resumen: si te gusta el look clásico y que los carretes suenen bonito, busca alguno de esos modelos clásicos que seguramente te van a hacer más feliz que ninguno de los actuales.
Yo nunca me he parado a contemplar en casa ningún carrete moderno. Ni siquiera el Backwinder, que no lo uso para pescar y estará al fondo de algún cajón.
Pero los CFO, JLH y demás me los he llevado incluso al salón para estar haciéndoles mimos.