Esta es una dicotomía que lleva presente en la pesca con mosca un montón de tiempo.
Lo guay sería decir que hay que tomar la parte correspondiente de cada uno de estos dos ingredientes y bla, bla, bla. Pero mira, te voy a decir la verdad: tengo por casa libros como Trout Sense, What a trout sees y alguno más que analiza cómo percibe la trucha su entorno desde un punto de vista que trata de ser lo más científico posible, y estos libros son auténticamente infumables.
Tienes que esforzarte de verdad para conseguir leer una página completa.
Y mira que yo soy un lector voraz. De los de un par de libros a la semana como mínimo. Pues bien, todos los de la temática mencionada me resultan insufribles. Y los capítulos de otros libros que tratan sobre esto, más de lo mismo.
Me pasa un poco lo mismo con la entomología. A ver, que se me entienda bien, me parece estupendo que alguien tenga la entomología como hobby. Nada en contra.
Ahora bien, si alguien piensa que va a pescar más o menos por ponerse a examinar con lupa o microscopio los genitales de tal o cual especie, está listo.
Yo siempre trato de ser lo más práctico posible. Y sin ignorar algunas cosas que nos dice la ciencia, prefiero fiarme, siempre que sea posible, de la experiencia.
Pero no solo de la mía.
De la experiencia que más me fío es de la de aquellos que están ya todos jubilados hace tiempo y que se pasaron la vida en la orilla del río. No perdiendo el tiempo con las fotitos de Instagram o escribiendo majaderías en un blog.
No, no. Los que han vivido en el río.
¿Con qué pescaba está gente?
Ah, coño. Pescaban con pluma de León. Y con Gütermann. Y con El Molino. Y con liebre .Y luego casi todos se pasaron al cdc y algunos al Fly-Rite. Y al Barón Rojo.
Y ya está.
Se le puede dar mil vueltas a todo, pero en realidad nunca vamos a conseguir nada mucho mejor que aquellos que nos precedieron.
Si hasta muchos perdigones tienen su equivalente en nuestras ahogadas tradicionales de toda la vida:
- Culirrojo = el falangista.
- Vitamina = el morado cardenal.
- Nasa = el morado nazareno.
- Lagartum = el aceituna.
- Etc.
Como digo muchas veces yo siempre tiendo a pensar que la gente no es imbécil, así que si algo lleva décadas funcionando en manos de muchos pescadores diferentes, ¿qué sentido tiene no seguir sus pasos y continuar utilizando lo mismo?
Sí, es cierto que a día de hoy tenemos conocimientos más avanzados, por decirlo de alguna manera. Pero que tengamos un conocimiento más amplio de algo, más científico, no significa que todo ese conocimiento vaya a ser mas útil a la hora de la verdad.
Si yo tuviese que irme ahora mismo a atravesar a pie el Madidi, procuraría por todos los medios hacerme acompañar de varios indígenas, ya que sería lo que me garantizaría salir con vida de esa situación. No me haría acompañar por un biólogo, un bioquímico, un geólogo o un geógrafo. Seguro que tienen un conocimiento mucho más profundo del tipo de suelos, el tipo de rocas, el número de especies de flora y fauna que conforman dicho ecosistema y todas esas cosas, pero el que sabe evitar los peligros, el que sabe encontrar comida y el que siempre será capaz de hallar el camino de regreso va a ser el que se ha criado allí, que sin tener un conocimiento científico como el que podrían tener los otros, es el que conoce los códigos necesarios para garantizar la supervivencia en dicho entorno.
Pues con la pesca pasa un poco lo mismo. El paisanín del pueblo a lo mejor no sabe si ese mosquito se llama Baetis vernus, Baetis scambus o Baetis fuscatus o lo que cojones sea, pero sabe que si va al río en junio con un mosquito hecho con el 662 de Gütermann, afeita cada trucha que se le ponga a tiro.
Y de estos es de los que hay que aprender. Y por desgracia, muchos se nos han ido ya, así que si tenéis cerca algún paisano que haya mamado el río desde que nació, seguro que os agradece un montón que le regaléis unas moscas, que lo llevéis algún día al río o que quedéis de vez en cuando para tomar un café, y en medio de la conversación seguro que aprendéis con uno de estos mucho más en una tarde de charla que si vais solos al río cualquier tarde de pesca.
Ahora bien, si lo que prefieres es coger el libro ese que escribieron un arqueólogo y un editor de vídeo en el que se dedican a decir lo que quiere una trucha de una mosca como si se hubiesen metido ellos en el cerebro del pez, y creerte a pies juntillas cualquier cosa que digan... pues nada. Muchas suerte con eso.