Ya sabrás que por falta de tiempo tengo prácticamente clausurados los canales de comunicación directa como el correo electrónico o los mensajes en Facebook. Y si no lo sabes, aprovecho para recordarlo: que nadie gaste un minuto de su tiempo en enviar emails a la cuenta de correo asociada a esta página, porque no la miro nunca. No la tengo configurada ni en el outlook del pc ni en el móvil, y jamás me conecto a través del servicio webmail.
Ya había avisado de que no la revisaría antes de empezar con la aventura esta de publicar un artículo al día durante todos los días del año, pero por si alguien no estaba al tanto y está enviando emails, lamento decir que no dispongo de tiempo, no ya para responderlos, sino para leerlos siquiera.
No es un capricho. A veces responder algún mensaje me llevaba más tiempo que escribir un artículo para la web. Porque lo que escribo en la web ya me lo sé todo de memoria, no tengo que consultar información en ningún sitio, y cuando me preguntan por alguna cosa que no me sé de memoria, tocaba buscar la información, escribir el mensaje y demás.
Este artículo me va a llevar unos diez minutos escribirlo. Si alguien me pregunta por las diferentes versiones del carrete CFO de Orvis, por poner un ejemplo, me lleva media hora buscar toda la información, porque eso no me lo sé de memoria.
En todo caso, lo que venía a decir hoy, y así vale ya para siempre, es que yo puedo dar mi opinión sobre algún equipo que haya probado o sobre alguna marca o lo que sea. Pero sea mi opinión positiva o no, en caso de serlo, no significa que lo esté recomendando. No tampoco que esté diciendo que no se compre en caso de que no me guste. Que me guste algo o que no me guste solo sirve para mí. No sirve para tí.
Además, solo hay tres marcas que yo recomendaría sin demasiadas dudas. Y no me une en el momento de escribir esto a ninguna de esas tres marcas ninguna otra relación que no sea la de un cliente satisfecho. Ni con esas tres marcas, ni con ninguna.
Una de esas marcas es Danielsson. Son carretes indestructibles, tienen variedad suficiente para poder pescar cualquier especie con cualquier técnica de pesca, su servicio postventa es insuperable, si bien lo más probable es que no lo necesites nunca. Yo solo lo he usado para que me pusieran al día un Loop Original que tenía más de veinte años y al que jamás le había hecho mantenimiento alguno. Seguía funcionando a la perfección, pero quería meterle alguna pieza nueva. Lo mandé para allá y me lo devolvieron que creo que funcionaba mejor que cuando era nuevo. Creo que dentro de dos años cumplirá los 30, el carrete, digo, y sigue en perfecto funcionamiento.
Otra marca que recomendaría es C&F. He usado sus cajas desde que las vendía Lake&River y ni siquiera tenían todavía el foam ranurado. Eran una especie de tiras de foam. Todavía tengo alguna de esas por casa. Con esto quiero decir que tengo cajas suyas que creo que son de finales los 90 o quizás los primeros 2000, y ahí siguen. Y otras más modernas también, claro. Y si algo me he encontrado con los productos de C&F es garantía de durabilidad, diseño y funcionalidad acorde al precio.
Y la última marca que recomendaría es Fishpond. No hay chestpacks que duren más, que estén mejor construidos, con un diseño perfecto o casi y que no te vayan a dar ni un solo problema por muy intenso que sea el uso al que los sometas. Lo mismo con las bolsas, mochilas, chalecos y demás, que he tenido un poco de todo de esta marca, y todo ha sido excepcional.
Luego hay productos sueltos de algunas otras marcas que también recomendaría. Pero solo unos productos en concreto, no es extensible a todos los productos de estas marcas.
Me gustan mucho, y no me han fallado jamás, los anzuelos Hanak 130BL y los 100BL para algún montaje específico que necesite tija un poco más larga. Algún modelo de Hends, de Baetis, por supuesto de Tiemco, etc.
De Petitjean recomendaría su torno Master sin dudarlo. Ya sé que es carísimo, pero yo para estas cosas siempre hago la cuenta a largo plazo. Si me dura veinte años, que los va a durar sin problema porque ya casi va por la mitad de eso y está impecable sin una sola marca de uso, al final haciendo la división me sale que ese torno me ha costado 24€ al año. Obviamente, cuando lo compré ya lo había utilizado antes e iba sobre seguro, así que sabía que era una compra para siempre. Con las cañas no suelo hacer esa cuenta porque raro es que no me haya aburrido de ellas en uno o dos años. Y también es verdad que cuando yo compré ese torno costaba bastante menos de lo que cuesta ahora, que me parece un poco caro al precio actual. Por ese motivo, si tuviese que comprar un torno hoy, compraría un Regal o un Cottarelli.
Para aquellos que quieran pescar truchas gordas con terminales gruesos y cañas potentes, sin dudar les recomendaría los anzuelos Tiemco 2499SPBL y 100SPBL. Yo no pesco así, y no los uso demasiado, pero tengo todavía un buen arsenal en casa de los dos modelos por si algún día me da por hacer un viaje a algún lado donde el tamaño medio de los peces sea grande o muy grande y tenga que utilizar terminales gruesos y equipos más potentes.
Recomendaría también las líneas TT de Wulff, si es ese el perfil que te gusta. Pero en funcionalidad y durabilidad ninguna queja. Creo que todavía uso una que tiene más de quince años, y no está cuarteada ni tiene memoria ni nada. Es cierto que no son las que mejor flotan, pero a mí, entre las líneas de marca, siguen siendo las que más me duran.
De cosas más clásicas recomendaría también sin pensármelo mucho los Orvis CFO made in England, los Hardy JLH, las Winston IM6, las Gary Loomis GLX antiguas, mejor si es el modelo de dos tramos tanto en las Winston como en las Gary Loomis, y las Sage TXL.
Y poca cosa más.
Como decía, una cosa es que algo me guste o me haya salido bueno a mí, que puede haber sido por casualidad, a que haya podido comprobar tanto en mi propia experiencia como en el de compañeros y amigos de pesca, que determinado producto es una garantía absoluta.
Solo recomendaría aquello que haya podido comprobar que es una garantía absoluta.
Pero sobre todo, te recomendaría que no le pidas a nadie nunca que te recomiende una caña, un vadeador, unas botas o lo que sea. Primero, porque como decía al principio, que una persona esté encantada con un determinado producto, no significa que ese producto vaya a ser bueno también para tí. Y, en segundo lugar, porque no resulta muy conveniente poner en los hombros de otra persona ni siquiera una mínima responsabilidad de los 100, 200, 300 euros o lo que sea que te vayas a gastar en una caña, un vadeador, unas botas o lo que sea.