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Diez señales de que la pesca con mosca te suda los... Sí, esos.

nov 21, 2022

¿Has visto la trucha de la foto de portada de este artículo? Esa cara se le ha quedado después de leerlo.

Vamos allá, a ver qué cara se nos queda a nosotros.

Mi estado actual en relación a la pesca con mosca es el siguiente:

Cada año que pasa pesco peor, y cada vez me lo paso mejor.

Y aunque el artículo hable de diez señales que pueden indicar que la pesca con mosca cada vez te importa menos, en mi caso, más bien se trata de que cada vez se disfruta más.

Y eso que de todas estas yo cumplo un par o poco más.

Si te ves identificado en las diez, a lo mejor sí que conviene buscar un nuevo hobby…

Pero vamos a ver las diez señales esas, que igual en alguna te ves reflejado tú también.

1) Pescas con cualquier caña. Lo mismo da.

Han pasado por mis manos docenas de cañas, carretes y líneas. Conservo una media docena y he llegado al punto de que algún día no sabía ni la que había metido al maletero del coche.

Tengo todas las cañas metidas en tubos Maxia de esos de imitación fibra de carbono con el protector de redecilla azul que he comprado sueltos en unos cinco o seis tamaños. Esto lo he hecho para tener metidas en ellos las cañas y que no se estropeen los tubos originales de aluminio de las cañas que tengo que no son Maxia, así que al haber comprado los tubos sueltos no tienen ninguna pegatina identificativa de la caña que va dentro.

Ha habido días que he llegado al río y al abrir el tubo estaba una caña distinta de la que querría haber llevado.

Pues nada. Como carretes tengo metidos en la bolsa dos o tres con distintas líneas, a poner la línea más adecuada para la caña en cuestión y al río.

Este mismo año he hecho un sereno en el Narcea con una Sage One de 9' línea 6 cuando creía que había metido en el coche una Batson RX8+ de 8'6" línea 4, arreglándome con un carrete que tenía metida una línea Loop Distance WF5 de hace ni sé los años y que tiene una cabeza de 18 metros o alguna salvajada de esas que diseñan a veces las marcas para los locos del lanzado.



2) Pescas con cualquier mosca. Lo mismo da.

Hace años empecé a quedarme para mi las moscas que no pasaban un mínimo control de calidad cuando algún amigo me hacía algún encargo o cuando hacía alguna colección para intercambiar por alguna caña o carrete.

Como eran moscas que me pedían, muchas de ellas no eran los modelos que suelo hacer para mi, pero ya que estaban hechas intentaba darles uso a todas.

Y muchas tenían pequeñitos fallos estéticos y cosas así. Un aseda en el cuerpo que se deshilacha más de lo deseado, un cuerpo que no es perfectamente cónico, unas alas un poco escasas o con demasiado cdc… Ese tipo de cosas.

Pues bueno, a base de ir pescando con sobras, he llegado al punto de que casi lo mismo me da una que otra. Ato al terminal lo que sea y pesco con ella hasta que la pierdo enganchada en alguna rama, queda destruida por los peces o alguna trucha más lista que yo consigue partir el hilo mientras trata de escapar.

Este año hice 50 iguales de un modelo de díptero del que hablé en otro artículo y he pescado con esa el 90% del tiempo a lo largo de toda la temporada. Pero igual que este año ha sido esa, para el año que viene quiero rescatar del baúl de los recuerdos las emergent caddis pupa de LaFontaine y lo mismo meto otras 50 a la caja y hago todo el año pescando con esas…

3) Haces moscas con cualquier cosa. Lo mismo da.

No creo haber conocido a nadie que fuese más maniático con los materiales que yo.

Por suerte ya he pasado esa etapa y hoy por hoy hago moscas con casi cualquier cosa.

Muchas veces me preguntan alguna cosa relacionada con algún material o algún anzuelo o cosas así, y tengo que ir a mirar a ver qué referencia es porque ya no me sé los modelos ni las referencias de casi nada.

Antes podía recordar cientos de fichas de montaje, ríos donde se usaba la mosca, tamaños, de quién había aprendido el montaje, quién lo usaba...

Ahora igual me doy cuenta de que estoy montando con el Fly-Rite 32 en vez del 34 cuando llevo quince moscas hechas...

4) No cambias el cónico ni a tiros. 

Esta es una de las señales más claras de que se ha llegado a un punto de abandono cercano al no retorno.

Y no me refiero a que vayas estirando el tiempo de uso del cónico durante la temporada todo lo posible, que empezaste en abril con un cónico de 12 pies y terminando mayo ya lo tienes en 8 o 9 a base de cambios y líos que se te han ido formando y todavía lo estiras para llegar con el mismo cóinico a octubre.

Me refiero, y conozco más de un caso, a los que empiezan en abril con el mismo cónico que acabaron el año anterior y que ¡lleva todo el invierno en el carrete!

Esto podemos tomarlo de tres maneras diferentes, y Manquiña encarnando a Pazos en Airbag ya nos mostró el camino:

a) a este ya se la suda todo. "El concepto es el concepto".
b) es un dejado de cojones. "Como te digo una cosa te digo la otra".
c) por fin ha aprendido a disfrutar del río sin andar comiéndose la cabeza con zarandajas. "Yo no objeto nada al respective porque soy liberal".

Vale que la tercera es un poco forzada, pero es mi favorita.

5) Se te sueltan peces por docenas. Lo mismo da.

Aquí voy a ponerme también en primera persona.

Hace años cada vez que se me soltaba un pez echaba unos cargamentos, en silencio, eso sí, que bajaba medio santoral o más de medio.

Luego empecé a ver mal, tener que pescar con gafas graduadas y ver la mosca lo justito, así que lo que mejor se me daba con diferencia, que era clavar al pez, pasó a ser lo que peor hago también con diferencia.

A base de fallar y fallar acabas dejando los santos allá donde estén y los cagamentos ya ni por lo bajo ni en silencio acaban sustituidos por un resignado "otra que se me va, qué le vamos a hacer...".

6) Pasas más tiempo mirando el río que pescando.

¿Alguna vez has ido a hacer un sereno de reos de esos que no se ceban nada más que los diez últimos minutos cuando está todo oscuro ya?

Yo muchas veces.

Cuando era más joven, impaciente y nervioso podía pasar las cuatro horas previas lanzando a cualquier cosa que se moviese mínimamente.

Ahora igual paso esas cuatro horas sentado en una piedra de la orilla mirando al río sin más. Y como se mueva algún pez a más de 10 metros es que ya ni me molesto en levantarme para ir a por él.

Total, si te quedas quieto mucho tiempo acaban casi cebándose a tus pies.

7) Vendes equipo que jamás pensaste que ibas a vender.

Todos tenemos por ahí alguna caña o carrete que forma parte de nuestro patrimonio. Ese CFO o Hardy Made in England, esa Winston o Thomas de dos tramos que tan buenos ratos nos dio, las líneas de seda que con tanto esmero mimamos años y años...

Y llega un día en que te quedas mirando en casa a alguna de esas piezas del equipo que llevas años sin usar y piensas: "¿Para qué coño quiero esto aquí?".

Acabas poniendo todo en venta y dedicas ese dinero a otra cosa que te llene más. 

8) Echas más de menos estar con los amigos que la pesca en sí.

Si lo que más te apetece al ir al río es el momento del bocadillo, soltar cuatro salvajadas estilo Pérez Reverte cuando opina sobre algo de Historia, es decir, sin tener mucha idea de lo que dices pero dando a entender que hay mucho pelo en pecho y un par de huevos gordos, y si estás en el río a media mañana pensando en los chupitos de licor café de después de comer más que en si se ceban los peces o se dejan de cebar, son señales de que estás en ese punto.

De la pesca importan los vaciles, la comida, la bebida y las salvajadas que puedes soltar y que nunca dirías en presencia de tus hijos o tu mujer.

Lo demás no está mal, pero tampoco es lo primordial.

9) Te da una pereza tremenda todo lo que tiene que ver con ser "mejor pescador".

Si has llegado al punto en que todo te da pereza es otra señal de que ya la pesca importa lo justo.

Te apañas para el año siguiente con las cuatro moscas ruinosas que se te han quedado en la caja del año anterior, porque te da pereza ponerte al torno.

De hacer el mantenimiento de los carretes o limpiar las líneas y guardarlas en una llanta de bicicleta en espiras amplias, ni hablemos.

Llegan los catálogos con las novedades y no hay una sola cosa que se te antoje ni te llame la atención.

El puntero ese que se te rompió el penúltimo día de pesca va a quedar un tiempo sin reparar porque a saber dónde está la tarjeta de garantía de la caña. Y, total, con la Kilwell Matrix o la TLS que todavía tienes tiradas por casa te arreglas sin problema.

Casi tenías que darte un cursillo de reciclado lanzando, pero va a ser que a lo que te cobran la hora de curso mejor lo gastas en ir a comer con la mujer.

Seguro que ya lo vas pillando y no hace falta que siga por aquí, ¿Verdad?

Escuche a uno decir una vez que había que practicar los nudos en casa para luego hacerlos más rápido y mejor en el río. Espero que nos nos crucemos por el río, que si me ve repasando en Youtube, metido en medio de una tabla con el agua hasta la cintura, en qué orden exacto se daban las cuatro vueltas del Orvis knot, igual le da un patatús.

“¡No repasas los nudos en casa! ¡Ni siquiera te acuerdas de cómo se hace! ¡Hereje!”

10) Como salga el día con mal tiempo dices: "que le den por culo, que yo no voy a pasar frío".

O peor aún, puedes llegar al mismo punto en el que estoy yo, que hasta mediados o finales de mayo no meto un pie en el río ni loco.

Que los años van pasando y hace ya unos cuantos que dice la hernia que el agua fría no la tolera bien y que yo sabré lo que hago. Que si me voy a meter en el río con el agua fría ella después me tendrá un día o dos en la cama con la pata estirada y la ciática cantando una jota navarra a ver si así aprendo de una vez.

Bueno, debo decir que ya he aprendido, y hasta mayo nada.

Y quiero decir también que si cumples al menos cuatro o cinco de estos puntos, en mi humilde opinión, eres un pescador a mosca con el que de verdad merece la pena compartir charla, bocadillo o chupitos. Y hasta algunos lances si acaso nos da por pescar.


04 may, 2024
Hace ya unos cuantos años, más de los que me gustaría, coincidíamos tres o cuatro asturianos habitualmente pescando reos al sereno en una zona muy baja de uno de los grandes ríos asturianos que siempre estaba llena de peces y a donde no iba nunca casi nadie por lo escondido que estaba el acceso. O sabías ir directamente por el único punto de acceso, o no llegabas allí ni de broma. Y como no había cerca ninguna echada para el salmón, podríamos decir que funcionaba casi como una especie de coto privado. El caso es que uno de los que habitualmente estaba, ovetense para más señas, uno de los días, mientras esperábamos a que parase el típico viento de las tardes de verano y que los peces comenzasen a cebarse, me enseñó una mosca seca en culo de pato. Unos días antes pescando en el Cares se había encontrado una cajita de anzuelos en el aparcamiento de Peñacaída, y al abrirla, vio que tenía dentro diez o doce moscas sin usar. Decidió quedarse las moscas porque no sabría cómo dar con el propietario y usar alguna de ellas. Las que más le gustaron a simple vista. Pues bien, cuando me estaba enseñando esa mosca no paraba de decirme lo bien que le había pescado, y que solo había una unidad. Me la dio para que se la copiase y cuando volviésemos a coincidir en el "coto privado" ya se las daría. Así que dicho y hecho. Me la llevé para casa y en cuanto pude me puse en el torno a copiarla lo mejor que pude. Recuerdo que incluso tuve que mezclar varios colores de dubbing de liebre, que es con lo que estaba hecho aparentemente el cuerpo de la original, hasta dar con el color exacto y el resto fue más o menos fácil. El caso es que hice para él y también algunas para mi y las dejé en el chaleco metidas en una cajita de anzuelos para que no se mezclasen con las demás. Cuando volvimos a coincidir, le devolví la original e hicimos el reparto y pusimos cada uno una de las que yo había hecho para ver qué tal funcionaban. Ese atardecer los dos clavamos reos con esa mosca. Luego la seguí probando en otros escenarios y la verdad es que siempre pescaba, aunque como pasa con muchas moscas, una o dos temporadas después ya había sido sustituida por otras y de aquella mosca no quedó más recuerdo que lo que he escrito ahora. El caso es que en otoño de 2023 un amigo me hizo un encargo muy especial. Quería un cuadro de moscas para su habitación de montaje en el que le metiese una colección con modelos míos, con modelos de la colección de Mikel Elexpuru y con modelos de la colección de los Urruzuno. Las moscas serían a mi elección, ya que la única condición es que hubiese veinte unidades de cada una de las tres colecciones. Así que me puse a revisar catálogos viejos que conservo por casa de los Urruzuno, para ver cómo eran los montajes originales de la U22, la U35 y alguna más que todos hemos utilizado alguna vez, y al ver el catálogo de 2009, lo primero que pienso es: "ostia, esa mosca...". Y ahí estaba, la U5. La mosca que un antiguo compañero de pesca encontró en el aparcamiento de Peñacaída, que yo copié lo mejor que pude y que tan buenas jornadas de pesca nos dio antes de que nos olvidásemos de ella pensando que otros modelos nuevos nos funcionarían mejor. Eso me ha llevado a que en este mismo otoño de 2023 en en que estoy escribiendo todos estos artículos para publicar aquí durante 2024, me haya planteado hacer una caja de moscas con los modelos de otros pescadores que utilicé durante años y que mejor me han funcionado. Seguramente escribiré un artículo sobre esa caja de moscas. Es posible que incluso lo haya publicado ya antes de publicar este, porque no tengo ninguna planificación estructurada más allá de tratar de publicar un artículo diario durante cada día de 2024. La reflexión que me gustaría hacer, ya para terminar, es que merece la pena siempre tratar de copiar las moscas que nos encontremos por el río. Sobre todo si es un montaje con el que no estamos muy familiarizados o si tiene alguna cosa que nos llame la atención. Porque, como suelo decir, la gente no suele ser imbécil, así que si alguien estaba pescando con esa mosca que tú te has encontrado, es posible que estuviese pescando con ella porque le funciona.
03 may, 2024
A todos nos atrae esa estética estampa del pescador a mosca en medio de una tabla, haciendo volar unos cuantos metros de línea y posando el bajo con total suavidad. Y está muy bien pescar así, pero eso sirve para un porcentaje no muy grande de los tramos de nuestros ríos. En muchos otros, la única opción viable es doblar el espinazo, moverse por la orilla y tratar por todos los medios de que los peces no nos detecten. No tengo pruebas pero tampoco dudas de que la mayoría de nosotros, por cada pez que detectamos, espantamos al menos otros tres o cuatro que ni nos hemos enterado de que están ahí. Y seguramente me estaré quedando corto. Ya he hablado de algunas de estas cosas en trozos sueltos de otras entradas del blog, pero creo que merece ya que le dedique una entrada específicamente. Va a ser muy cortita, pero que al menos estas cosas tengan su espacio. Para mi lo más importante para pescar, especialmente en ríos de tamaño medio y pequeño, que es como son la mayoría de nuestros ríos, es desarrollar la capacidad de moverse por el río asustando el menor número de peces que sea posible. Para conseguir esto hay que seguir una serie de recomendaciones muy básicas, que muchas veces en nuestro afán por posar la mosca en la típica postura de trucha gorda o por lanzar directamente a la que se está cebando en la cabecera, nos las terminamos saltando. Seguramente muchos tendréis vuestra propia lista de pautas a seguir. Las mías serían estas: - Ropa discreta. No hace falta que vayas con una chaqueta de esas de camuflaje que tienen incluso hojas y demás, ya sabes a lo que me refiero. Ahora bien, cuesta lo mismo llevar una prenda de color caqui u oliva, que llevar una chaqueta naranja fluorescente. Si lo conveniente muchas veces, como veremos a continuación, es desplazarse lo más alejado que sea posible de donde suponemos que están los peces, o de donde vemos que efectivamente están, deberíamos pasar buena parte de nuestro tiempo de pesca cerca de la orilla, junto a la vegetación de ribera, por tanto, ropa que nos haga pasar lo más desapercibidos que sea posible en esa situación parece lo más conveniente. - ¿Clavos sí o no? Tengo la pedrada metida en la cabeza desde hace años que usar botas con clavos hace que espantemos más peces que si no llevamos clavos. Puede parecer una gilipollez, y habría que preguntar a uno que sepa de verdad para que nos explique cómo se transmiten las ondas sonoras provocadas por el metal del clavo al contacto con la piedra y como eso afecta a las truchas. A lo mejor no las espanta de modo que huyan despavoridas, pero quizás sí sea suficiente para que pasen del estado "estoy comiendo" al estado "no quiero ser comido". Igual me falla la memoria, pero me suena que era Pascal Cognard el que usaba para pescar una especie de botines de esos que se utilizan para pescar en los flats, o algo similar, con el único objetivo de ser más sigiloso en sus desplazamientos. Y si no era Pascal, era otro fenómeno de los de aquella época, pero que había uno que hacía esto lo recuerdo perfectamente. - La lentitud es tu amiga. A ver, queda cojonudo decir que en cuatro horas de pesca hemos hecho tres kilómetros de río, pero la mayor parte de las veces no tiene mucho sentido hacer esto. No sé si en medio de una competición lo más conveniente es hacer el tramo a toda velocidad con el objetivo de sacar lo más rápido que sea posible todas las truchas con mejor predisposición a tomar el señuelo, pero en la pesca normal, cuanto más lentos vayamos más vamos a aprender. Me explico. En un tramo cualquiera de un río cualquiera, vamos a decir de unos 500 metros, te puedes encontrar posturas de todo tipo: tablas, parados, pozos, chorros, corrientes, obstáculos en el río ya sean piedras o palos, remolinos... Y dado un tramo así, tenemos dos opciones: pescar solamente las posturas más obvias o pescar absolutamente todas las posturas. Si pescamos todas y cada una de las posturas iremos mejorando nuestra capacidad para pescar todo tipo de ríos y todo tipo de tramos, por si alguna vez nos toca pescar en un río en el que todo sean chorros y pequeños saltos o que sea un parado absoluto. Y, de paso, iremos posando nuestra mosca en puntos que a lo mejor otros han pasado por alto, y nos llevamos una buena sorpresa. - Por la orilla, mejor. ¿Has visto alguna vez un vídeo de algún pescador británico pescando alguno de sus chalk streams? ¿Has visto que llevan unas katiuskas de esas tipo Aigle hasta las rodillas y que no pisan el río para nada? Si no tengo mal entendido, hay tramos en los que incluso está prohibido meter los pies en el río. Ya sé que nuestros ríos no tienen las orillas segadas con cortacésped, y tampoco te digo que pesques en katiuskas, pero sí cometemos con demasiada frecuencia el error de meternos directamente al río cuando en muchos lugares se puede ir pescando desde la orilla perfectamente. Por hablar de un tramo que conoce todo el mundo: cuando vivía en Asturias e iba con cierta frecuencia al coto de Infiesto, en la parte del pueblo, un poco más arriba del colegio y yendo por la otra orilla, donde está el parking, siempre tuve mejores resultados pescando desde fuera del río, aprovechando esos dos o tres metros de hierba que hay en la orilla, que cuando he pescado metido por el medio del agua, que no hacía más que espantar peces por docenas. - Por la sombra si se puede. Y si conseguimos ir pescando desde la orilla, ya sea totalmente en seco o donde nos llega el agua a los tobillos, sería conveniente que nos posicionamos de tal forma que nuestra sombra no se proyecte hacia el río. Ni la sombra de la caña o de la línea, aunque ya sé que esto no siempre es posible. Moverse lentamente por la orilla, ayudándonos de la vegetación y las sombras para pasar lo más desapercibido que sea posible, a menudo nos permite pescar a distancias muy cortas. - Levanta la mosca como es debido. Y, a veces, después de todo esto, llegamos a una posición perfecta para presentar nuestra mosca a un buen pez, que decide no tomarla en la primera deriva y en cuanto la mosca rebasa la posición del pez tiramos de nuestra línea y levantamos la caña haciendo que la mosca se deslice sobre la superficie arruinando todo el sigilo anterior. Si no te quieres complicar, la mejor forma para levantar la mosca sin que suceda eso y así tener otra oportunidad, es dejar que rebase la posición del pez en al menos dos o tres metros y hacer un lance rodado, de modo que la mosca se levante del agua sin deslizarse sobre la superficie del agua ni causar ninguna perturbación. Engrasar el bajo de línea y la cabeza de la línea también puede ayudar a que la línea flote más alta y cause menos perturbaciones a la hora de levantar la mosca del agua. He dicho que iba a ser una entrada corta y ya se me está yendo de las manos... Aunque quedan algunos más detalles pendientes, creo que por hoy lo vamos a dejar aquí.
02 may, 2024
Respeto infinitamente el trabajo de Gary LaFontaine. Lo digo ya: respeto el trabajo de todos los que han dedicado buena parte de su vida a tratar de desentrañar esta cosa de la pesca con mosca para que todos los demás pudiésemos aprender muchas cosas y luego, en función de nuestra propia experiencia, decidir si nuestras impresiones al respecto de un tema determinado coinciden, o no. Lo aclaro porque muchas veces parece que cuando no estás de acuerdo con alguna opinión puede dar la impresión de que estás desprestigiando dicha opinión, y no siempre es ese el caso. Y, desde luego, siempre sería con respecto a la opinión en sí, no respecto a la persona que así opina. Yo no estoy de acuerdo con el 70% de lo que leo, veo o escucho sobre la pesca con mosca, pero eso no significa que desprecie esas opiniones con las que no coincido, ni mucho menos significa que sea yo el que tenga razón. Una vez aclarado eso, vamos al tema. No recuerdo en cuál de sus libros lo decía, pero sí recuerdo más o menos la argumentación de Gary LaFontaine tratando de explicar por qué las truchas picaban a las brassie. No sé si sabes lo que es una brassie, pero básicamente se trata de una ninfa que se suele montar en anzuelos pequeños y que es hilo de cobre envuelto en el anzuelo. Uno de esos montajes tipo "Midge" que con tan buenos resultados utilizan en Estados Unidos. La Zebra Midge es, quizás junto con la Brassie, el patrón más conocido y uno de los más utilizados. Pero vaya, que el montaje de la Brassie no tiene más. El caso es que, como iba diciendo, Gary LaFontaine se preguntaba qué podrían ver las truchas en un montaje de ese tipo, cuando en teoría no se parece en nada que sea habitualmente su comida, y llegaba a la conclusión de que la tomaban porque los canutillos de algunas especies de tricóptero, entre las piedrecitas que los formaban, había materiales que aportaban ciertos destellos metálicos y de ahí que las brassie sirviesen para engañar a los peces. Ten en cuenta que todo eso se escribió tiempo antes de todo el boom de las bolas metálicas, primero de latón, luego de tungsteno y, por supuesto, muchísimo antes de que existiesen los perdigones, de modo que las Brassie se salían bastante del común de los montajes que habitualmente se utilizaban. ¿Qué pensaría Gary LaFontaine hoy si viese las cajas que llevamos la mayor parte de los pescadores de truchas a mosca? No sé si habría imaginado alguna explicación elaborada para cada tipo de ninfa de colorines de las que usamos hoy. Yo, que tengo aspiraciones más modestas, me conformo con que sirvan estas líneas para dos cosas: 1- Rendir un pequeñito homenaje a Gary LaFontaine, que dedicó su vida a la pesca con mosca y a desarrollar toda una serie de imitaciones que a muchos de nosotros nos han permitido llevar innumerables capturas a nuestra sacadera. 2- Para ser conscientes de que, en muchas ocasiones, jugar a meterse en el cerebro del pez puede quedar muy bonito sobre el papel, porque el papel lo aguanta todo, pero luego la realidad a veces es tozuda. Hay una frase de La Rochefoucauld que me encanta para estas situaciones: "No hay nada más bonito en la vida que ver una vulgar teoría apaleada por una brutal pandilla de hechos". E insisto una vez más: cualquiera que haya dedicado interminables horas de su vida a tratar de desentrañar los misterios de la pesca con mosca merece todo el respeto del mundo. Pero a veces, creo que en ese afán por encontrar una explicación para todo, algunas cosas de han llevado demasiado lejos. Yo, que soy un ser bastante básico para todas esas cosas, siempre tiendo a pensar que muchas veces los peces toman los señuelos artificiales simplemente porque llevárselos a la boca es el único modo que tienen de comprobar si realmente eso que les pasa por delante es comida o no. Si tuviesen manos y tiempo para poder cogerlos y observarlos bien, seguramente no pescaríamos ni el 1% de los peces que pescamos. Tampoco digo que yo tenga razón, claro.
01 may, 2024
No descarto estar completamente equivocado, pero creo que cuando un pescador adquiere una caña de gama alta debe encontrar cosas que van más allá de la acción de la caña en sí. Quiero decir, que la caña tenga una acción adecuada para el uso para el que fue diseñada, es lo mínimo. Solo faltaría gastarse cientos de euros en una caña y que ni siquiera su acción sea la adecuada. Otra cosa es que esa acción nos guste a nosotros, ya que el hecho de que la caña tenga la acción adecuada para el uso para el que fue diseñada no quiere decir que tenga que gustarnos. Yo he tenido cañas de todo tipo de gamas que no me gustaban, pero su acción era adecuada para el uso previsto. Otra cosa es que personalmente nos gusten cañas más duras o más blandas, más o menos polivalentes, más cortas, más largas, más reactivas, más lentas, etc. Pero cuando se hace una inversión importante en un producto, cuando estamos hablando de cientos de euros, lo que se espera es que desde el propio packaging hasta el momento de tocar el producto por primera vez todo sea un constante: "¡GUAU!" Tienes que quedarte boquiabierto y ver colmadas todas tus expectativas. Y que cada uno sitúe la frontera de la gama alta donde considere oportuno. Para mí cualquier caña a partir de 500€ es gama alta. Que se les haya ido la pinza llevando los precios de las cañas incluso por encima de los 1000€ es otra cosa, pero a partir de los 500€ yo ya esperaría los atributos típicos de una caña de gama alta. El packaging en muchos casos es lamentable. Recibir una caña de este tipo en una caja de cartón que ha sido reutilizada media docena de veces, porque ves que donde va la etiqueta de la compañía de transportes hay otras siete etiquetas debajo o algunas a medio arrancar, me parece terrible. Y esto no es culpa de las tiendas, que quede claro. Nada es culpa de las tiendas, que bastante tienen con aguantarnos a todos: clientes, fabricantes, distribuidores, agencias de transporte, comerciales... Pero vamos, qué menos que una caja de cartón a medida, serigrafiada, protegiendo un buen tubo de aluminio y demás. Pero si con el packaging empezamos regular, por no decir mal, cuando llegamos al tema del mango y el portacarretes se te cae el alma a los pies. ¿Tanto cuesta tener un portacarretes y mango personalizados? No sé, no me acaba de convencer que en cañas de esos precios, entre 500 y 1000 euros, te puedas encontrar portacarretes o mangos similares a los que puedes comprar por 10 o 20 euros en AliExpress. Y digo similares por no decir iguales. No sé si realmente son iguales, pero se parecen tanto que queda poco estético. Además me parece de ser un poco cutres. Yo llevé dos portacarretes a grabar a un joyero, para que grabase mi firma en la base de ambos, y me cobró 10 €. Si llevas a grabar el logo de tu marca en 1000 portacarretes a un lugar específico para hacer ese trabajo, ¿Cuánto te pueden cobrar por cada uno? Seguramente una cifra casi despreciable sobre un producto cuyo precio final sea de 800 euros, por decir algo. Luego lo mismo con el tubo y la funda. Cañas de esos precios con el típico tubo compartimentado que al por mayor se compra en China por 5 euros la unidad me parece que lo que más hace es dañar la imagen de la propia marca. Y lo mismo con la funda. El año pasado cogí una caña de 10'6" en seis tramos, que solo había una opción disponible en el mercado en cañas de ninfa y en seis tramos, y la funda que traía parecía de tela usada. No reciclada, no. Usada. Que la cortaron de algún trapo viejo, la cosieron para albergar los tramos de la caña y te la mandaron tal cual sin lavar ni nada. No destaco especialmente por mi buen olfato, pero el caso es que es la primera vez que meto una funda de una caña nueva a lavar nada más recibirla porque creo que incluso olía mal. A lo que voy: cañas de más de 500€ con tubo de cordura y sin funda me parecen una falta de respeto al consumidor. De las anillas podríamos decir lo mismo. Ya no entro en que sean de una forma o de otra o de un material o de otro, pero coño, que hay cañas de un montón de pasta que llevan las anillas de un euro que todos usamos cuando empezábamos a montar cañas. Sí, sí. Las más baratitas de American Tackle o de Pacific Bay. Del barnizado de las ligaduras que alguna de estas cañas trae tampoco quiero hablar demasiado, porque he tenido alguna que daba miedo como venía terminada la cosa. Y ya mi tema favorito es el de los puntos de alineación que no están alineados. O que haya anillas desviadas. Lo mismo da. Catástrofe absoluta en ambos casos. Y los dos casos te puedes encontrar. También te puedes encontrar con punteros completamente torcidos, o desviados, o curvados, no sé muy bien como decirlo, pero seguro que sabes a qué me refiero. Y lo que para mi es el peor defecto de todos: que no haya consistencia en la fabricación. Si te encargas una caña de bambú, siendo la madera un ser vivo, aceptas que la caña pueda tener sus particularidades, ya que va tanto en el material como en el trabajo artesanal de ese material. Pero si hablamos de cañas de fibra de carbono, que entre dos cañas del mismo modelo haya diferencias notables en la acción me parece terrible. Hay marcas que cuidan mucho todas estas cosas, como Hardy o Thomas&Thomas, pero a mi siempre me gusta poner el ejemplo de Winston. Y además de forma muy gráfica. Con una Winston ya te empiezas a poner cachondo en cuanto ves el verde del tubo. Luego la calidad del corcho es irreprochable, las maderas nobles en el portacarretes, las ligaduras y su barnizado perfectos, el modelo y el número de serie escrito a mano... Y, por supuesto, una acción de ensueño. Pero como decía al principio, que la acción sea perfecta es lo mínimo exigible. Creo que tendríamos que ponernos mucho más exigentes con todo lo demás, porque ya que muchas marcas están dispuestas a cobrarnos un montón de cientos de euros por sus cañas, que por lo menos nos entreguen un producto perfecto e intachable desde el packaging hasta la última gota de barniz.
30 abr, 2024
Hace algunas semanas publiqué un artículo en el que defendía que como la pesca con mosca es una actividad que ofrece innumerables variantes y posibilidades, considero un poco absurdo que haya quien se niegue a darle la oportunidad a alguna de estas variantes solo porque sí. Otra cosa bien distinta es que una vez probado algo, compruebes que para tí resulta aburrido, ineficaz o lo que sea. Por ejemplo: yo no como pimientos de ningún tipo, pero los he probado, y no me gustan. Esto resulta más o menos admisible. Tampoco como sushi. Pero el sushi no lo he probado. Me genera cierto rechazo la comida cruda, de modo que no como ni sushi, ni tartar, ni ceviche ni nada similar. Domesticamos el fuego hace varios cientos de miles de años, así que yo prefiero que ciertos alimentos pasen por el fuego. Especialmente los que pueden venir acompañados de alguna bacteria desagradable. Ahora bien, no tengo ningún problema en admitir que rechazar algo sin haberlo probado es un comportamiento completamente irracional. Y esto pasa mucho en la pesca con mosca. Está el que ni siquiera quiere probar a pescar al hilo porque eso no es pesca con mosca, el que no quiere pescar con streamers porque eso no son moscas o el que pasa de pescar en agua salada porque eso tampoco es pesca con mosca, ya que solo los salmónidos son peces dignos de ser pescados a mosca. El caso es que parece que cuando te conviertes en pescador a mosca te tiene que gustar todo. Y una cosa es probarlo todo sin demasiados prejuicios, y otra cosa es que te guste. Como si fuese un objetivo final para todo mosquero dominar la pesca a mosca de todas las especies del mundo, dominar el montaje de todo tipo de moscas, etc. Pues mira, no. A mi hay un montón de cosas relacionadas con la pesca con mosca que no me gustan. Las he probado, pero no me gustan. Igual es que soy un purista recalcitrante de mierda y ni siquiera lo sé, pero por empezar por alguna parte: a pesar de haberla practicado en numerosas ocasiones, me aburre la pesca con mosca en agua salada. Y he pescado bastantes lubinas y muchos muiles. Más en ría que en el mar, pero muchos de ambas especies. Pero a la larga, terminé por aceptar que me gusta muchísimo más para la pesca en agua salada el spinning ultraligero y el rockfishing que la pesca con mosca. Me resulta más divertido, más versátil y más eficaz utilizar un equipo de lance que uno de mosca para la pesca de este tipo de escenarios. Y más barato, claro. Que una buena caña de spinning la tienes por 100€ y un carrete que aguante perfectamente el agua salada, por otros 100€. Solo una buena línea de mosca para agua salada ya se te va por encima de los 100€. De carretes y cañas, mejor ni hablar. Algunos dirá: "¡pero los señuelos son muy caros!". A ver cómo te lo explico. Te vas a una tienda de pesca y te gastas 200€ en señuelos duros y de vinilo, más algunos anzuelos y cabezas plomadas para hacer dos o tres montajes básicos, y tienes para pescar todo el año. Te vas a esa misma tienda o a otra, y te gastas 200€ en material de montaje, y lo que tienes por delante no es material para pescar todo el año, sino unas cuantas horas de trabajo frente al torno antes de poder siquiera salir de pesca. Otra cosa que no me gusta nada es pescar peces enormes a mosca. Esto lo descubrí pescando carpas. Una vez tuve la desgracia de clavar una muy grande y me llevó casi 35 minutos sacarla a la orilla. Creo que fue la peor experiencia de mi vida en lo que a la pesca de refiere. Y eso que no iba corto de equipo, que iba con una caña de 9'6" línea 7 potente como la que más y que la duración de la pelea no tuvo que ver con la caña ni con el carrete. Con una caña de línea 9 habría tardado lo mismo, porque además de grande, era el pez más cabezón al que jamás me he tenido que enfrentar. Un horror. O sea, mola clavar un reo grande que te dé dos o tres minutos de lucha y algunos saltos. O alguna buena trucha que te lo ponga difícil también un par de minutos. O un barbo que en la primera carrera te saque sesenta metros de línea. Pero no me jodas, estar media hora batallando con un pez es un coñazo. Ya no quiero ni pensar lo que debe ser un atún, un siluro y similares, pero bueno, tampoco me preocupa, tengo demasiadas hernias y no tengo licencia para pilotar equipos de esos que llevan arnés, cinturón de combate y la de mi madre. Tampoco me gustaba pescar barbos, ni lucios ni black bass. Los lucios siguen sin gustarme en ninguna modalidad, y sufro un tremendo disgusto si clavo alguno intentando pescar otros peces. Y siguen sin gustarme los basses y los barbos a mosca, pero en cambio, con equipos de lance ligero, están empezando a apasionarme. Pasa un poco como en la ría o en el mar. Un equipo de lance es infinitamente más versátil, ofrece muchas más posibilidades, y a la vez es más eficaz, así que pescar estas especies con equipos de lance me divierte, mientras que pescarlas a mosca me aburre bastante. En relación con todo esto, aunque creo que ya le dediqué un artículo en su día solo a este tema, no me gusta ningún tipo de pesca que no sea pesca ultraligera. Por ejemplo: si quisiese pescar un salmón lo haría con una caña de 10' línea 6 o 7 como mucho, con micro tubos o moscas en anzuelos del 8, 10 o 12 y todo el equipo lo más ligero que sea posible siempre que siga imperando cierta cordura. No me refiero a pescarlos a base de ninfazos. Eso tampoco me gusta. Pero las cañas de dos manos todavía me gustan menos. Y he probado ambas cosas. Pero con caña de una mano y moscas de salmón pequeñitas la cosa cambia, y eso sí me atrae mucho más. Si tuviésemos hoy las poblaciones de salmón que teníamos hace 25 años estaría todo el verano por el Narcea con la caña de 10' línea 7, moscas pequeñitas, una línea flotante y 150 metros de backing en el carrete, no vaya a ser, tratando de pescar cada temporada algún añal. Con las poblaciones de salmón que tenemos, ni me lo planteo. Para cuatro peces que quedan no voy a invertir ni un minuto en intentar pincharlos. Y siguiendo con lo de la pesca ultraligera. A día de hoy para el agua salada a spinning la caña más potente que tengo es de acción 5-25, claro que es un modelo hard rock y puedes sacar una bombona de butano desde 50 metros de profundidad, pero me permite lanzar señuelos desde los 8 a los 18 gramos como máximo, que me divierte mucho más que estar lanzando minnows de 40 gramos o chivos de 80 gramos. Y además, así económico en el tema señuelos, ya que solo tengo dos cajas. Una caja con señuelos de 2 a 7 gramos para rockfishing y otra con señuelos de 8 a 20 gramos para spinning. Una docena de señuelos rígidos en cada una, unos cuantos vinilos y cabezas plomadas de dos o tres pesos y a correr. Y para la trucha lo mismo. Me gusta la pesca con equipos ultraligeros de líneas 0, 1 o 2. Como mucho 3. Lo mismo da si es para pescar a ninfa, a seca o a streamer. Veo algún vídeo de algún americano o neozelandés pescando con cañas de línea 6 y moscardones en el 10 o streamers de 12 centímetros y no hay nada que me atraiga menos en este momento de mi vida. Y como es una cuestión de gustos, la suerte es que los gustos pueden ir variando con el paso del tiempo. Pero eso solo lo podremos aprovechar en el caso de que estemos abiertos a probarlo todo. Si decidimos que el sushi no nos gusta porque sí, nunca vamos a tener la oportunidad de que nuestro gusto por un tipo u otro de sushi pueda ir cambiando. Nunca tendremos la oportunidad de disfrutarlo. ¿A dónde quiero llegar con todo esto? A que no pasa nada si hay una o muchas cosas de esta afición que no te gusten. No es ninguna tara ni nada que se le parezca. Sí, sí. Ya sé que las marcas y los influencers te intentan convencer a cada momento de que te tiene que gustar todo, que tienes que pescar de todo con todas las técnicas y tener seis docenas de equipos diferentes para cada especie que vayas a pescar, y tienes que pescarlas todas. No sólo las que tienes a mano, también las que hay solamente en Maldivas, la cuenca del Amur o Kamchatka. Pues mira, no. Si no me interesa ninguna de todas esas cosas que tratáis de meterme por los ojos en las revistas, las redes sociales y YouTube, ni soy raro ni tengo ninguna tara. Si tú quieres gastar cinco mil o diez mil euros en ir a pescar parrotfish a las Seychelles, me parece cojonudo. Yo preferiría invertir esos cinco mil euros en una plantación de patatas o en una explotación de huevos camperos, que me hace mucho más feliz una tortilla de patatas que las Seychelles. Pero tan respetable es una cosa como la otra, faltaría más.
29 abr, 2024
De este tema va a tocar escribir varias veces porque es una de las preguntas que más a menudo me hacen: ¿Merece la pena una caña de gama alta? Vamos a intentar ir un poco en orden. Lo más conveniente sería comenzar diciendo que esta pregunta solo puede responderla uno mismo en función de varias cuestiones que trataremos a continuación. Si lo único que buscas es una herramienta para pescar, en absoluto es necesario adquirir una caña de gama alta. Baetis, Scierra, Greys, Redington, Shakespeare, Traper o Snowbee venden cañas un poco arriba o abajo de los 100 € que son estupendas herramientas para pescar. Y no solo para principiantes. Yo tengo y he tenido cañas de estas gamas para sitios a los que no quería llevar las buenas (ya fuese por tema vuelos en avión, pesca en ríos cerrados con alto riesgo de rotura, pesca en pantano de orillas pedregosas donde seguramente se rayen al posarlas en el suelo, etc.), y con todas las que he usado he podido pescar sin ningún problema. A día de hoy diría que no conozco ninguna caña para pescar a mosca que no sirva para pescar. Ahora bien... ¿Es igual una caña de las gamas de entrada que otra de las series más altas? No debería. En una caña de gama alta el proceso de diseño y fabricación del blank debería ser un poco más complejo, los componentes utilizados deberían ser los de más alta calidad del mercado y a ser posible con un diseño único de la marca, los remates, terminaciones y acabados deberían ser impecables, el corcho del mango debería ser de calidad superlativa... El tema es que te puedes encontrar cañas de gama alta en las que el remate en alguno de los enchufes parezca que está cortado a navaja, en las que el tramo de punta está claramente torcido, en las que la cantidad de barniz aplicado difiere de una ligadura a otra provocando engrosamientos no deseados en alguna de ellas, que el corcho no sea de la calidad que debería, que no incluya funda de tela y tubo de aluminio como debería hacer toda caña de gama alta o que el portacarretes parezca idéntico a los que se pueden comprar en Aliexpress por 10 o 20 euros (no digo que lo sea, porque lo desconozco. Digo que algunos parecen los mismos). Pero aparte de esas cuestiones relacionadas más bien con la estética y el acabado del producto, el tema es que en lo que se refiere a la acción, hay cañas baratas con una acción igual de buena que cañas que cuestan el doble, el triple o incluso más. Y no solo eso. Que te guste o no la acción de una caña es un tema tan personal que no debería verse influido por la opinión de nadie, ni por lo que esté de moda ni por el precio de la caña. Las TFO Finesse o las Redington Classic Trout o las Loop Yellow Line son todas cañas de acción media y cuyo precio estaba por debajo de los 200 dólares. He tenido cañas de estas tres series y todas ellas me han gustado más para pescar que las Sage SLT o Scott G que también han pasado por mis manos, siendo estas cañas tope de gama en cada marca. No quiero decir con esto que me hayan gustado más las cañas de gama media-baja que las de gama más alta. Solo pongo unos ejemplos en concreto. Las Winston IM6 siendo también de acción media y gama alta me gustan más que las TFO Finesse, las Redington CT o las Loop Yellow Line. Es decir, el gusto de cada uno y con lo que está a gusto es algo muy personal y que no siempre va ligado al precio o la calidad del producto. Si todas las cañas de gama alta fuesen perfectas para todo el mundo no habría ninguna en venta en el mercado de segunda mano. Y hay muchas. A lo que voy es a que gastar mucha pasta en una caña no te garantiza nada. En algún caso ni siquiera te asegura que las terminaciones, acabados y componentes vayan a ser top, cuanto más como para entrar en el tema de la acción, el gusto personal, la comodidad y demás. Sí hay cosas que una caña de gama alta ofrece (o debería ofrecer) pero que no son necesarias para la mayoría de los pescadores. Me refiero a su performance, o desempeño, o prestaciones, no sé muy bien como decirlo. A ver así: una caña de gama alta debería tener una respuesta en situaciones límite que una caña de gama baja casi seguro que no tendrá. Me explico: a quien le vaya la vida en las competiciones de lanzado, por ejemplo, quizás una caña de gama alta llevada al límite le ofrezca una mejor respuesta y le permita lanzar uno o dos metros más. A quien le vaya la vida en una competición de pesca y necesite una caña con la que no se suelte casi ningún pez y al mismo tiempo responda para que no se eternice la pelea en el caso de clavar una trucha de buen tamaño seguramente necesitará una caña que cumpla con esos requisitos. A los que pesquen arapaimas, siluros o cualquier otro bicho de esos feos capaces de sacarte el hombro del sitio, seguramente le hará falta una caña construida específicamente para ello. Y seguramente no encontrará muchas cañas que sean baratas y cumplan con estos requisitos. Otra cosa es el tema de los precios que han alcanzado a día de hoy las cañas para pescar a mosca, que personalmente me parecen un escándalo absoluto. Y esto ya lo he dicho muchas veces, así que no insistiré en ello, pero son precios que no se justifican ni de lejos si atendemos únicamente a los materiales empleados, la construcción en sí misma y los componentes elegidos. Y, además, en muchos casos ya ni siquiera es válido el argumento de la garantía, porque lo de las garantías de por vida ya ni siquiera es lo que era. Por supuesto cada uno es libre de invertir su dinero como mejor le parezca. En mi caso, después de haber probado cañas de todo tipo, he llegado a la conclusión de que los precios actuales de las cañas de gama alta me parecen injustificables desde un punto de vista racional, y como lo aspiracional o lo relacionado con el status no me va nada en absoluto, ya decidí hace un par de años que podía pescar perfectamente con cañas de gama baja o gama media, así que no necesito para nada cañas de 1000 euros. Pero es una elección personal motivada por diferentes razones. Por supuesto no tengo nada en contra de que quien quiera cañas de la gama que sea se las compre, faltaría más...
28 abr, 2024
Tenemos que empezar siendo honestos con nosotros mismos y admitir que, uno a uno, somos insignificantes. Bueno, a lo mejor está leyendo esto alguien que haya participado en el desarrollo de una vacuna, alguno de los que van en el Open Arms o cualquier otra labor que haya servido para salvar vidas humanas. En ese caso, no sois insignificantes. Pero, en general, la mayoría solo tenemos tiempo y recursos para ocuparnos de nosotros mismos, de nuestra familia más próxima y de algún amigo cercano. Lo que quiero decir con esto es que, ni para bien ni para mal, nuestras acciones individuales van a alterar gran cosa el discurrir de todo. Salvo si eres de esos que se dedican a prender fuego en el monte. En ese caso tampoco serías insignificante, pero prefiero no decir lo que opino. O si eres un milmillonario de esos que cogen el avión para cada desplazamiento que hacen, aunque sea de diez minutos, y que, al cabo del año, contaminan más ellos solos que todo un pueblo de mediano tamaño junto. Y esto, aplicado a la pesca, viene a ser un poco lo mismo. La mayoría de los que pescamos sin muerte no pasamos de salvar la vida a unos pocos centenares de peces cada año, y la mayoría de los que pescan con muerte, respetando los cupos, no pasan de matar unas cuantas docenas de peces cada año. Así, tomados uno por uno, lo que cada uno de nosotros haga no va a ser nada definitivo para condenar o salvar a las truchas de su extinción. Pero cuando nos juntan en manada y si tomamos los números totales de la manada, y no de los individuos que la componen uno a uno, la cosa cambia bastante. Y no es lo mismo matar unas pocas docenas de peces al año, que matar varias decenas de miles, en el caso de sumar todas las capturas de los pescadores con muerte de una región cualquiera. Con la proliferación por todas partes de la fantasía animalista ya hace años que se nos acusa a los pescadores que practican la pesca sin muerte de torturadores, o algo peor. Incluso algunos de los de esnuca y fríe se han apoderado del argumento. Resulta muy llamativo ver a un pescador presumiendo un día de haber hecho el cupo de salmones de un coto, y a los pocos días llamar torturador a un pescador sin muerte. Y eso de torturador es una cosa demasiado subjetiva. Yo en la casa del pueblo siempre tuve perros y gatos, y todos andaban a su puta bola. Jamás estuvieron atados, ni encerrados, ni les faltó comida ni techo en el que dormir a cubierto y bien calientes. Me imagino que esto hoy en día sería impensable, es posible que incluso ilegal, pero el siglo XX era algo salvaje. Qué le vamos a hacer... Lo que quiero decir es que para mí está más torturado un mastín metido en un piso de 70m² al que sacan dos veces al día para que cague y haga pis fuera del piso, que uno que pase todo el año en el monte. Llevándolo al extremo podríamos llamar torturador a cualquier senderista o trail runner que vaya pisando y matando insectos durante su transitar por cualquier monte, al que se dedique a tener peces metidos en una pecera o a lo que se te ocurra. ¿Verdad que suena ridículo? En cualquier caso, todas estas cosas, que ya digo que son muy subjetivas, son además instrascendentes, ya que se centran principalmente en la ética de cada individuo, según sus propios valores, sus ideales y su experiencia. Y, en esto, como decía al principio, la mayoría de nosotros somos insignificantes. A mi me interesa mucho más la ética como especie. Los resultados globales que producen las acciones particulares. Y ahí es donde dejamos de resultar insignificantes como individuos, para pasar a ser importantes como miembros de la manada. Por este motivo, no concibo ningún otro tipo de pesca ética que no sea el captura y suelta, ya que es la única forma de que las acciones particulares -devolver el pez vivo al agua en lugar de matarlo- produzcan resultados globales que puedan ser positivos -un altísimo porcentaje de los peces devueltos al agua podrán seguir reproduciéndose para garantizar la supervivencia de su especie-. Y todo esto siempre teniendo en cuenta dos cosas: 1- La primera de ellas es que esos peces han de ser devueltos en las mejores condiciones que sea posible. 2- La segunda cosa es que me refiero, obviamente, a que esto deberia llevarse a cabo de manera indiscutible con las especies que estén allí donde corresponde: las especies autóctonas. Por eso, en mi opinión, la ética no es matar o no matar a un pez en particular. La ética está siempre en el beneficio mayor que pretendes alcanzar a partir de las acciones particulares que como individuo puedas llevar a cabo. Si quieres que se siga pudiendo matar todo salmón que llegue a las costas cantábricas, en mi opinión tienes una ética de mierda. Espero que se haya entendido.
27 abr, 2024
Es posible que no lo parezca ya que escribiendo me sale de manera natural ser directo e incluso un poco, pero en realidad tengo un grado de pero tengo una capacidad de comprensión del esfuerzo ajeno que por lo menos está en la media. Y uno de los colectivos con los que más empatizo es con el de los creadores de contenido gráfico sobre pesca. Yo que me he pasado años hasta conseguir tener una configuración del equipo que llevo que no llega a 700 gramos de peso, cosa que me agradecen cada una de mis vértebras, y que incluso me he planteado llevar al costurero una camisa Columbia Silver Ridge de dos bolsillos para que me acoplen un enganche para la sacadera atrás, y no llevar nada más, mientras que hay gente que con tal de grabar videos y hacer fotos llevan un chest-pack con todo lo necesario para la pesca acoplado a un mochilón donde llevan todo el material de grabación o fotografía. Me pego dos tiros en casa rodilla si tengo que ir al río así. De hecho me gustan las salidas de pesca de dos o tres horas para no tener que llevar ni comida ni nada, lo de pescar, medio litro de agua, un silbato de emergencia y andando. Tú imagínate llevar detrás una mochila con la Reflex Digital, el gran angular para los paisajes, el 70-200 para los detalles y el macro para las fotos de los bichos y las moscas. Por si no fuera suficiente, hace ya años que no eres nadie si en tus vídeos no metes unos cuantos planos de dron. Y a eso súmale la comida, la bebida y la ropa para todo el día. Se va fácil a los 6-7 kilos. Eso es justo lo que pesa mi equipo para hacer entera la Transpirenaica en autosuficiencia y sin servicio de transporte de material de un refugio a otro, sin contar agua y bebida, claro. Y luego en muchos casos para que solo tengan en los vídeos media docena de comentarios, tres o cuatro docenas de likes y unos cuantos cientos de reproducciones. Deberíamos ser todos más empáticos, valorar ese esfuerzo, suscribirnos a sus canales y darles de vez en cuando las gracias por todo el trabajo que hacen y que nos llega gratis a través de distintas plataformas. Como propósito para 2024 me he propuesto empezar a hacerlo en cada vídeo que vea de los canales que sigo, independientemente de que me haya gustado mucho o no tanto. En todo caso espero que sirvan estas pocas lineas para darles las gracias por todas las horas de entretenimiento y aprendizaje que nos proporcionan, en muchos casos a cambio de casi nada. Es que me hierve un poco la sangre cuando veo que para cualquier pachanga de fin de semana, de eso que llaman "open", aparece un cartel con dos docenas de patrocinadores que donan cañas, carretes, anzuelos, cheques descuento o lo que sea, y en canales de Youtube que llevan un trabajo del demonio, no tienen ni un puto patrocinador que al menos les regale parte del equipo de pesca, aligerando un poco la cantidad de dinero invertido en equipos de grabación, que las Nikon, las Sony o las Go-Pro no se pagan solas, y ninguno de los propietarios de esos canales viven de ellos, sino que gastan buena parte del dinero que ganan con su trabajo "normal" en crear vídeos con los que entretenernos a todos...
26 abr, 2024
Ya he insistido hasta la saciedad en que no se trata de que con una sola mosca se puedan pescar todas las truchas del mundo, sino de que una misma trucha en un mismo momento y lugar puede ser pescada con muchas moscas diferentes. Sin embargo, hoy me apetece hacer el juego al contrario y pensar, si tuviese que pescar con una sola mosca, ¿Qué mosca sería y por qué? Eso sí, voy a elegir una sola mosca seca, una sola ninfa y un solo streamer. - La mosca seca. Lo tengo clarísimo. Bueno, lo tengo clarísimo en los tres casos, pero por alguna había que empezar. Si tuviese que pescar con una sola mosca seca sin ninguna duda me quedaría con la Usual de Fran Betters. Siempre que me diesen patas de liebre ártica como las de la primera tirada que tuve hace unos 20 años más o menos. De las que seguían flotando incluso después de veinte peces seguidos y tenían aquel color crema natural que tan bien combinaba con el hilo de montaje naranja de Danville. El naranja normal, ojo, no el naranja flúor. He pescado con esa mosca en medio de eclosiones de rhodanis, pardones, ignitas, tricópteros... Y sin tener peores resultados que los compañeros que estaban a la vez en el río pescando con moscas específicas. Incluso alguno de ellos me pedía de las Usual para usar una de esas en lugar de la imitación específica que estaban utilizando. Además, es una mosca que se ve y flota de lujo, por lo que es ideal también para pescar en tándem o en momentos de poca luz como al amanecer o al sereno. Y funciona igual de bien en ríos de montaña llenos de chorreras como en aguas lentas, muy lentas y casi paradas. Que pesca igual de bien en tamaños grandes que en tamaños pequeños. No hay problema en utilizarla lloviendo y no hay ningún problema de rizado con ningún grosor de terminal. Es una mosca perfecta. La única pena es que el material para hacerla ya no sea lo que fue. Eso sí, y esto vale tanto para la seca como para la ninfa y el streamer, la llevaría al menos en tres tamaños, del 14, 16 y 18. Bueno, y del 12 y del 20 también. - La ninfa. Aquí tampoco tengo ninguna duda. Si tuviese que pescar el resto de mi vida con una sola ninfa sería una ninfa de faisán en anzuelo recto, con bola de tungsteno de color cobre, cercos en pardo tostado, cuerpo en pluma de faisán, brinca en hilo de cobre oscuro casi tirando a color vino y tórax en dubbing de ardilla. Creo que nunca ha sucedido que haya puesto este modelo de ninfa y lo haya quitado de mi bajo sin haber capturado con ella algún pez. Vamos, que lo normal es que pesque siempre. Quizás iría peor en situaciones de río completamente embarrado, pero para eso ya estaría el streamer que veremos a continuación. Sirve para pescar como única ninfa, en compañía de otras ninfas, para el tándem seca-ninfa, para pescar a ninfa a pez visto, para el upstream nymphing... En fin, sirve para todo. Y en este caso la montaría en un anzuelo Hanak 130BL del 14, 16 y 18 con bolas de 3.3 y 3.0 mm para el 14, 2.8 y 2.5 mm para el 16 y 2.3 y 2.0 mm para el 18. - El streamer. Un zonker negro. Con un poco de brillo de color cobrizo en el cuerpo, por ejemplo mezclando para hacer el cuerpo dubbing de ardilla natural con ice dubbing rusty brown mezclados en proporción 60-40 más o menos. Y montados en falso hackle y pasando bien de velcro para que todo se mueva. Con la tira de pelo negro por encima y nada más. Tanto con el río en condiciones normales como con el río tomado no ha habido vez que haya puesto este streamer y que no haya movido peces. A veces funciona mejor el color oliva, otras veces el marrón, otras veces el blanco... Pero el negro siempre funciona. Puede que en alguna circunstancia concreta algún otro color sea más eficaz, pero ninguno es tan polivalente como el negro, y como de lo que aquí se trata es de usar solo una mosca por categoría, no me cabe duda de que elegiría el zonker negro antes que ningún otro streamer. Y en este caso, lo montaría en el Tiemco 113 BL en tamaños del 8, 10 y 12. - La propina. Quizás sea mucho pedir, pero a este trío me gustaría añadir mi díptero negro, del que ya hablé en otro artículo hace tiempo, y que me cubre cualquier necesidad de moscas pequeñas oscuras, ya sean dípteros, plecópteros, hormigas, pequeños escarabajos, etc. Y justamente por eso, lo montaría en anzuelos Hanak 150 BL del 22, 24 y 26 y en el TMC103BL del 19 y 21. Con esas cuatro moscas en esos cuatro tamaños podría pescar todo el año sin preocupación alguna en lo que a la mosca se refiere.
25 abr, 2024
Vamos a partir de la siguiente base: decir que algo es mejor o peor depende básicamente de cada uno. Ahora bien, vamos a hacer un ejercicio de confianza absurdo en los fabricantes y vamos a admitir que si te venden una serie de cañas por 800€, es mejor que la serie que venden por 600€, y esta mejor que la que venden por 400€, etc. Y aún así habría que ver la diferencia entre una cosa y otra más allá del precio y mil cosas más, pero como mucha gente piensa que lo más caro es lo mejor y no da muchas más vueltas al asunto, vamos a pensar que esto es así. Pues bien, una vez que has pensado que esto es así, ya puedes desterrar semejante idea para siempre. Al menos en lo que a la pesca con mosca se refiere. Te voy a poner una serie de ejemplos en los que, aun sabiendo que una cosa es mejor que otra, elijo utilizar la que sé que no es mejor, porque me gusta más a mi, o porque se adapta más a mi forma de pescar, o por lo que sea. Por ejemplo, en el caso de las cañas para mosca seca, creo que he tenido todas las que se han considerado como mejores cañas para mosca seca desde que empezaron a fabricar cañas en carbono. A lo mejor falta alguna, pero he tenido o he probado en profundidad: - Winston IM6 8'6" línea 4 dos tramos blank de Gary Loomis. - Gary Loomis GLX 9' línea 5 dos tramos. - Sage SPL 8'3" línea 3. - Sage SLT 8'9" línea 3. - Gary Loomis Streamdance Metolius 8'6" línea 4. - Sage XP 9' línea 4 dos tramos. - Sage Circa 8'9" línea 4. - Scott serie G2 8'8" línea 3. - Sage Trout LL 8'9" línea 3. Y de todas esas solo conservo la XP. ¿Por qué? Porque tengo una caña de 8'6" línea 4 montada por mi sobre un blank muy viejo de Batson de la serie RX8+, de principios de los 2000, que se adapta a mi forma de pescar mucho mejor que todas las cañas de esa lista. No se me ocurriría decir que esa caña sobre el blank de Batson es mejor que ninguna de las de la lista, porque básicamente me llamarían de majadero para arriba, pero como yo elegí todos los componentes pude dejar el peso total en 68 gramos, y es la única caña de todo el listado que junta al mismo tiempo la rapidez de la Sage XP con la capacidad para pescar con terminales muy finos sin riesgo de rotura como la IM6 o la Trout LL. E insisto, nunca diría que es mejor que ninguna de las cañas mencionadas, pero a mi me funciona mejor. Otro ejemplo. Seguramente todo el mundo coincidirá en que las Maxia SX son muchísimo mejores cañas que las MX. Pues bien, en mi caso, vendí todas mis MX en su día para pasarme a las SX, y luego me deshice de todas las SX para ir poco a poco recuperando algún modelo de MX que había tenido con anterioridad, y que a mi me gustan más y con las que pesco más cómodo. Así que de momento me he hecho ya con la MX de 10'3" línea 2 y si aparece alguna a buen precio o para cambiar por moscas y otra cosa me gustaría volver a tener la 10'2" línea 0, la 9'6" línea 1 y la 9'4" línea 3, pero vamos, tampoco me quita el sueño ni pierdo un minuto buscándolas. Y sí, son mejores las SX, yo mismo soy consciente de ello, pero es que a mi me gustan más las otras. Pero esto no solo pasa con los materiales. También pasa con la forma en la que hacemos ciertas cosas. Por ejemplo: cuando se trata de pescar truchas no hay mejor forma de unir línea y bajo de línea que el "superglue splice". Apenas añade peso, se desliza por las anillas como si no hubiese unión alguna y aguanta más que de sobra si está bien hecho. He pescado incluso barbos con bajo y línea unidos así, o sea que para truchas más que de sobra. Pues bien, a pesar de que es el mejor sistema, como a mi me entretiene mucho estar cambiando el bajo de línea constantemente y probar alguna receta nueva casi cada vez que voy de pesca, he recurrido a utilizar un mini bucle pelando la punta de la línea y ahí poder anudar el bajo que vaya a utilizar cada día. Otro ejemplo podrían ser los carretes. En mi caso para pescar truchas utilizo casi siempre el Danielsson Midge, y a veces el Nymph. Seguramente todos los demás carretes que tengo en casa sean mejores. Al menos son más caros. Pero yo prefiero los Danielsson Original antes que ningún otro. No pesan nada, la línea y el backing van ventiladísimos así que secan enseguida, me encantan estéticamente, duran y aguantan lo que no está escrito y su inercia de arranque es cero, que casi es lo más importante en un carrete para trucha. Por mucho que tenga otros que son más caros y que tienen un montón de tecnologías mucho más complejas y quizás mejores, yo prefiero los Original. Último ejemplo: las líneas. Tengo por casa un par de líneas Rio Technical Trout Elite del 3 y del 4 que creo que he usado dos o tres veces cada una y al final siempre vuelvo a las TT de toda la vida, o cualquier otra línea con perfil triangular. Seguramente las Rio, que son mucho más modernas, tendrán mejor tecnología y no sé cuántas cosas más, pero es que a mi me gusta lanzar y pescar con las TT. De hecho se me ha gastado una Vision Vibe 65 2/3 que justo he estado viendo estos días que no hay stock en ningún lado de ese modelo en esa numeración en las fechas en las que escribo esto, y que espero que no la hayan descatalogado y haya reposición para la temporada 2024, porque después de las Wulff es la línea con el perfil que más me gusta. Además con seis metros y medio de cabeza, más los diez metros que le corto de la parte de atrás, entra perfecta en el Midge con 50 metros de backing. Creo que han sido cinco ejemplos, pero son más que suficientes para dejar claro que lo que supuestamente es lo mejor, puede que no sea lo mejor para ti. Por eso, vete a pescar con todo lo que puedas y no te dejes llevar por modas o por lo que utiliza este o aquel. Utiliza lo que te funcione mejor a ti y no te vuelvas loco queriendo mejorar constantemente el equipo, porque por cada vez que creas que has encontrado algo nuevo que te va mejor, echarás de menos media docena de cosas que vendiste o que ya no tienes porque pensabas que con alguna cosa nueva ibas a estar mejor.
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