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La caja de moscas perfecta no existe

sept 24, 2020
- Una breve reflexión.

Insisto en esto, que ya lo he dicho muchas veces, pero es que no deja de llamarme muchísimo la atención:

Todavía hay pescadores que no llevan sus cajas de moscas aseguradas por algún tipo de extensible que impida que, en caso de la caja de moscas se nos caiga, esta no acabe en el río o perdida entre la vegetación de la orilla. 

Y hay otro dato que me llama más la atención todavía:

Todavía hay fabricantes de cajas de moscas que no incluyen una anilla, o similar, en la que podamos fijar nuestros extensibles y llevar nuestras cajas de moscas bien aseguradas. 

A veces me pregunto cómo es posible siquiera que existan cajas así. Y eso que he usado alguna de ellas, como verás un poco más abajo.

Llevamos nuestras moscas guardadas en cajas que no tienen forma de sujetarlas al chaleco, chest-pack o lo que cada uno utilice. 

Y llevamos cientos o, incluso en algún caso, miles de euros en moscas. 

Pero la sacadera, el cortahilos o los flotabilizadores, que cuestan cuatro pesetas (en comparación con las moscas), bien que los llevamos todos amarrados al chaleco, chest-pack o lo que sea. 

- Análisis sobre distintos tipos de cajas de moscas.

En fin, dicho esto, vamos con la parte importante, que no es otra que realizar un pequeño análisis de los diferentes tipos de cajas de moscas que he ido usando a lo largo de los años y los motivos que me han llevado a utilizar lo que ahora utilizo, por qué unas las he ido abandonando, lo que me gusta y lo que no...

Eso sí, ten en cuenta esto: para mi, la caja de moscas perfecta no existe

Bueno, existe en mi cabeza, pero a lo mejor es que nadie tiene las mismas necesidades que yo y por eso el diseño que sería perfecto para mi todavía ninguna marca lo ha desarrollado. 

Dicho esto, y por orden cronológico, veamos los pros y contras de los modelos que he ido usando a lo largo de mi vida como pescador a mosca.

- Cajas Richard Wheatley.

Bueno, Richard Wheatley o similares, que cuando uno empieza a veces no tiene dinero para comprar las originales y había que conformarse con las copias de Grauvell y Okuma. Después sí he usado mucho las originales de Wheatley y debo decir que la durabilidad de las ventanitas es infinitamente superior en las originales que en las copias, al menos en mi experiencia. 

Porque eso sí, que quede claro que cuando hablo de cajas Richard Whearley hablo exclusivamente de las de compartimentos.

Ya iré explicando los motivos, pero resumiendo: como mejor he conseguido que las moscas secas aguanten en la caja toda la temporada sin deteriorarse ha sido con cajas de compartimentos. Y esto es clave: sin rellenar los compartimentos hasta arriba.

Para almacenar las secas en los compartimentos las cajas R. Wheatley son para mi las cajas perfectas.

Y de peso no están mal. Además tienen un tamaño perfecto para los bolsillos de cualquier chaleco o chest-pack. 

En cambio, tienen dos puntos en contra:

1- No son estancas.
2- El lado de espuma, lisa u ondulada, es incómodo para llevar ninfas o moscas secas y a base de clavar los anzuelos la espuma siempre acaba destruida con el uso. 

El punto 1 no se puede solucionar. Y como te caigas al río, llueva o se te mojen por cualquier motivo, no veas la fiesta luego para secar bien todo y reorganizarlo.

En cambio, el punto 2 sí que he podido solucionarlo desde hace unos años, ya que la propia marca comenzó a comercializar unos recambios de foam ranurado o con lo que denominan "easy-slot" con los que pude renovar las espumas de todas mis cajas wheatley y darles una nueva vida.

Lástima que no sean estancas y que el óxido sea una amenaza para moscas y caja cuando se nos mojan. De no ser por esto, no usaría otras.

Y claro, no traen anilla para sujetarlas con un extensible, pero hay un truco que nos permite solucionar esto utilizando los agujeritos que traen algunos modelos para ventilación o desaguar en caso de que se nos moje.




El modelo estándar de 6 pulgadas es el que más he utilizado. Por supuesto con la cara de espuma sustituida por una de las planchas de recambio que vende el propio fabricante.

Las pequeñas de seis compartimentos las he utilizado mucho y las sigo utilizando, ya que son las que utilizo para llevar las moscas de prueba cuando quiero probar algún modelo nuevo, algún material nuevo, algún anzuelo que todavía no había probado...

En este caso es una Malvern de Wheatley, que están hechas en plástico y tienen los agujeritos que comentaba un poco más arriba y que permiten llevar la caja sujeta al chaleco.


- Cajas C&F Serie 1500.


Estas fueron las que comencé a utilizar a continuación de las R. Wheatley. Y como las anteriores, tienen pros y contras.

A favor: tamaño, ligereza, cuando aparecieron los primeros modelos con el foam ranurado (las más antiguas que se podían comprar en Lake and River todavía no tenían foam ranurado, aunque a muchos quizás os cueste imaginarlo si no conocíais este dato). Y, sobre todo, alta capacidad en muy poco espacio, como por ejemplo el modelo de 4 caras en el que caben cientos de ninfas en la palma de una mano, y los modelos que combinaban foam ranurado con compartimentos, o el que era todo compartimentos, que es una pequeña maravilla para moscas secas de pequeño tamaño. 

Por supuesto, tienen en su contra que no son estancas. Y los modelos de compartimentos tienen otro inconveniente: la tapa es única para todos los compartimentos, en lugar de una tapita individual para cada uno de ellos. 

Por fortuna, este segundo incoveniente tenía una solución sencilla aportada por la propia marca. C&F comercializaba unas laminas imantadas autoadhesivas y precortadas con las que podíamos hacer que incluso en días de mucho viento no volase ni una mosca al levantar la tapa de los compartimentos. 

Lo malo de esta solución es que aumenta considerablemente el peso de la caja, especialmente en el modelo con dos compartimentos en cada lado. 

Y aunque los primeros modelos no disponían de la anilla plástica para sujetar la caja de moscas con el extensible, a partir de no se qué año todos los modelos comenzaron a incluirla. ¡Bravo!



Para las secas me encanta el modelo de 16 compartimentos, al que añado unos imanes precortados que vendía el propio fabricante hace muchos años y que permiten levantar la tapa sin que salga volando ninguna mosca.


En el caso de las ninfas utilizo una caja estándar de la serie 1500 con foam ranurado en ambas caras y en donde coloco las ninfas del 14, 16 y 18 con bolas de hasta 2.8 mm y en el centro añado un separador sacado de una caja de otro fabricante y que viene en formato "easy-slot" y es ideal para ninfas de mayor tamaño con bolas de tungsteno de 3,3 mm hacia arriba y que si las metemos en las caras de foam ranurado no caben bien y siempre es un lío que acaben todas apelotanadas.


- Cajas C&F Serie 3500.

Mi siguiente paso fue cambiar mis cajas de la Serie 1500 por las de 12 compartimentos de la serie 3500. Ya sabéis, de las más grandes de C&F la que trae 12 compartimentos en un lado y foam ranurado en el otro. 

Una de las pegas de esta caja era el tamaño y el peso. Cuando salieron estas cajas al mercado había muchos modelos de chalecos en cuyos bolsillos no cabían. Y esto era un problema, claro. 

Generalmente se le ponía a esta caja otra pega, y es que los compartimentos eran demasiado grandes. Alguno incluso los dividía en dos com pequeños rectángulos de pvc o metacrilato cortados a medida y pegados con epoxy de secado lento o alguna cola muy potente. 

Para mi esto no era un problema. Por aquel entonces ya andaba yo concienciándome de pescar con muy pocos modelos de moscas, así que en cada compartimento metía entre 10 y 20 moscas iguales, en función del tamaño, y arreglado. 

Lo que sí era para mi una pega importante es que siempre me costaba cada una de estas cajas unos 10 € más del precio habitual. En el lado de foam ranurado el "insert" que incluían era de 8 hileras de foam ranurado, y yo siempre nada más comprar la caja lo cambiaba por otro de 10 hileras de foam ranurado, y así tenía mayor capacidad para las ninfas. 

- Cajas C&F Serie 2500.

De esta serie de C&F creo que, excepto los modelos para agua salada y moscas tubo, he tenido todos los demás. 

Y aquí he encontrado lo que más se parece a la caja perfecta para mi, si bien también requiere algunas modificaciones. 

El caso es que por tamaño, peso, capacidad, estanqueidad, anilla para sujeción y colores, aquí he encontrado el modelo de caja que más se aproxima a lo que sería mi caja ideal. 

El modelo en cuestión es el que trae 12 compartimentos, un separador intermedio que a su vez hace de tapa con 7 hileras de foam ranurado y otras siete hileras en la otra cara. 

¿Cuál es el problema?

Que como el separador intermedio que hace de tapa para los compartimentos es una tapa única para todos ellos, al levantarlo pueden salir volando las moscas secas.

¿Cuál es la solución?

Comprar en un bazar una de esas pizarras imantadas para la nevera, recortarla a la medida exacta y, como la pieza plástica que hace de separador para los compartimentos puede levantarse, colocar debajo la lámina imantada para que las moscas secas no vuelen cuando levantamos la tapa. 



Últimamente el modelo que más utilizo es el de estas fotos de la serie 2500 de C&F, que tiene un tamaño perfecto para mi, es estanca y trae compartimentos.

En las dos caras de foam ranurado coloco secas y/o ninfas según vaya necesitando, y
en el lado de los compartimentos añado una lámina imantada en el fondo de la caja que, de nuevo, me permite levantar el separador central que hace de tapa sin que vuele ninguna mosca.


- Otras consideraciones.

Por supuesto he utilizado muchas otras cajas a lo largo de los años, pero les he encontrado los defectos tan pronto o es tan larga la lista de carencias o puntos a mejorar, que ni siquiera merecen ser tenidas en cuenta. 


Quiero decir, ninguna de las demás cajas que he ido probando me ofrece solución a las carencias de las cajas que hasta ahora he mencionado, y si la ofrecen, presentan otros inconvenientes que me hacen descartarlas después de haberlas probado. 


- ¿Cómo sería la caja perfecta para mi?

Pues si pudiese elegir un diseño perfecto para mi elegiría el modelo de la serie 2500 de C&F del que os he hablado haciendo unas peticiones básicas al fabricante:


1.- Que el imán que yo he añadido artesanalmente viniese incluido de fábrica o vendiesen una pieza fabricada a medida, autoadhesiva e imantada para conseguir el mismo propósito con un arreglo algo menos chapucero.


2.- También podría servir que de algún modo incluyesen tapa individual para cada uno de los compartimentos.


3.- Que C&F comercializase "inserts" de foam en formato "easy-slot" para sustituir en esta caja uno de los dos de foam ranurado. El foam ranurado va genial para ninfas con bolas de tungsteno de hasta 2,8 mm, pero cuando se trata de bolas de mayor tamaño se acaban apilando y montando unas por encima de otras, ya que la separación entre las ranuras impide colocarlas perfectamente alineadas, con lo que hay que dejar que se apelotonen o bien colocar en una ranura sí y en otra no, o una ninfa mirando hacia un lado y la siguiente mirando hacia el otro. Con las ranuras tipo "easy-slot" se pueden colocar ninfas con bolas de hasta 4 mm sin problema alguno. Incluso he probado a comparar alguna caja barata con foam de este tipo y medida similar a la serie 2500 de C&F para tratar de despegar el foam "easy-slot" y pegarlo en la C&F, pero al despegarlo de la original siempre se acaba deteriorando. 

24 abr, 2024
Casi cada día te puedes encontrar con pescadores opinando sobre lo conveniente de usar el sedal más grueso que sea posible para que luego durante la pelea puedas traer el pez rápidamente y demás. Preocuparse por la pelea está muy bien. De hecho, en el caso de usar un sedal lo suficientemente grueso a lo mejor no hay ni pelea, así que no hay manera mejor de garantizar la buena salud del pez que usando un hilo tan gordo que 9 de cada 10 peces ni se molesten en mostrar el más mínimo interés en esa cosa peluda que va atada a un cable. A mi la pelea no me preocupa gran cosa. Por tres motivos: 1) Después de haber pescado bastantes especies de agua dulce y salada con distintas modalidades, tengo bastante claro que el principal objetivo debe ser sacar la cabeza del pez del agua. Una vez tienen la cabeza fuera del agua, ya se trata más de remolcarlo a que de pelea. 2) Como pesco lo suficientemente cerca como para poder ver y poder clavar bien, a esas distancias las peleas nunca se alargan demasiado, salvo algún caso excepcional. 3) Si el tamaño medio de las truchas que pescamos en España, en general, lo podríamos poner en 26-28 centímetros o algo así, no tiene mucho sentido configurar el equipo "por si acaso me pica un pez enorme", sino llevar el equipo adecuado para la gran mayoría de los peces que vamos a clavar. Pero para llegar a eso, a la pelea, lo primero es conseguir que piquen. Y en mi experiencia lo más importante para que eso suceda es el grosor y la longitud del terminal. No se trata de que lo vean o lo dejen de ver, esa no es la cuestión a tratar. La cuestión es que cuanto más fino es el hilo y más largo el tramo final del bajo de línea, más natural es la deriva de tu mosca y menos perturbación crea tanto al posar el terminal en el agua como al levantarlo. Y esto es bueno por varios motivos. El primero de ellos es que si consigues posar y levantar sin estar espantando peces a cada lance, tus oportunidades de engañar a un pez aumentan. Cuantos menos peces espantas, más peces objetivo tendrás a tu alrededor. El segundo es que en el caso de que estés pescando a ninfa, cuanto más fino sea el hilo, más rápidamente va a profundizar la ninfa y alcanzar la profundidad deseada , al tiempo que ese hilo más fino no va obstaculizar el movimiento de la ninfa derivando en la corriente independientemente del peso de la ninfa. Es decir, no solo se trata de que el hilo haga menos resistencia para que la ninfa llegue antes a la profundidad de pesca adecuada, lo que se traduce en más tiempo de pesca efectiva durante la deriva, sino que pescando con ninfas ultraligeras a apenas unos centímetros de la superficie, un hilo fino te va a permitir obtener una deriva mucho más natural de la ninfa. Y siempre que el hilo se hunda, claro. Así que fluorocarbono o Mud. El tercero es que esto sirve también para las moscas secas, por supuesto. Cuanto más largo y fino sea tu terminal más se van a reducir las posibilidades de que tu mosca drague. Perderás un poco de precisión en la posada al principio, pero en cuanto hagas unos cuantos lances ya irás viendo cuanto te hace perder ese bajo tan largo y fino y podrás corregir. Además, el cuarto motivo es que estos bajos tan largos y finos te van a permitir también hacer correcciones de línea mucho más agresivas sin riesgo de que la mosca se mueva. Si pescas con un cónico de 9 pies y haces un mending un poco a lo loco y sin demasiado control, lo que va a pasar es que vas a mandar la mosca volando dos metros más allá de donde esté en ese momento. Si tienes un bajo de seis metros con un terminal de 180 centímetros lo más probable es que con ese mismo mending, la mosca ni se mueva de donde está y tú hayas podido reposicionar la línea a tu conveniencia. Como quinto motivo tendremos en cuenta que en caso de estar pescando una zona de corrientes cruzadas o algún tramo en el que los microdragados sean una pesadilla, incluso en esas situaciones en las que tratas de poner la mosca delante de alguna de esas truchas que están colocadas al revés porque aprovechan algún remolino que lleva comida hasta su postura, estos terminales tan largos y finos te dan los dos o tres segundos de deriva que a veces son necesarios para que un pez tome la mosca en esas circunstancias. Y aquí ya me voy a tirar un triple a ver si entra, porque no tengo nada que lo corrobore aparte de la lógica, y sería el sexto motivo. Hace años que me da la sensación de que tengo más roturas cuando pesco en ríos pequeños con terminales mucho más cortos, y a menudo más gruesos y truchas más pequeñas, que cuando pesco con terminales larguísimos. Podría tener su lógica que a mayor longitud mayor elasticidad y capacidad de amortiguación, pero como la Física no es lo mío, esto lo dejamos para que lo analice alguien que sepa. Aparte de que en el caso de usar micro anillas de silicona la verdad es que lo de las roturas de los hilos finos es casi un recuerdo del pasado. Eso sí, yo solo las uso en tramos que obliguen a pescar con hilos finos y en los que haya peces de buen tamaño. Sigo prefiriendo la unión por nudos que meter bucles o anillas de cualquier tipo en medio del bajo de línea. En resumen, un terminal muy largo y muy fino te favorece a la hora de engañar a un pez, y ese es el primer objetivo cuando estás pescando. Yo ya he dicho muchas veces que lo más importante del equipo es el bajo de línea, tanto su diseño como la calidad de los materiales empleados, pero sobre todo comprender las ventajas e inconvenientes de los distintos tipos de bajos de línea. Eso es fundamental. Y lo siguiente en importancia es que el equipo esté equilibrado. No puedes ir a pescar con una Thomas&Thomas Horizon de los 90 de 9' línea 5, un terminal del 0.16 y un anzuelo Maruto D04. A poco que claves un pez que pese 500 o 600 gramos la posibilidad de que ese equipo lleve a ese anzuelo al límite es alta. Luego que si los anzuelos se abren... Si quieres usar anzuelos de los más finos, tendrás que usar un terminal y una caña acordes a dicho anzuelo. Yo no pesco siempre con un bajo de 650 centímetros para pescar a mosca seca, pero tampoco con uno de 350 cm. Esas son mis dos medidas máxima y mínima respectivamente, si bien 350 centímetros solo lo utilizo en ríos híper cerrados con cañas de 7' o incluso menos donde casi lo único que toca el agua es la mosca, del mismo modo que 650 centímetros solo lo utilizo en ríos muy grandes, libres de obstáculos, en ausencia de viento y donde no haga falta una precisión milimétrica en la posada. ¿Cuando no es necesaria una precisión milimétrica? Pues cuando hay muchos peces cebándose o cuando no está cebándose ninguno. Si hay muchos peces cebándose malo será que a alguno de ellos no le pase la mosca por el sitio, aunque sea de casualidad, y si estás pescando al agua lo que te interesa es cubrir toda una postura concreta, así que si en un lance te quedas un poco corto lo corriges al siguiente y ya está. Si no estás viendo los peces no te importa mucho que la deriva de la mosca sea por una vena en concreto, sino tratar de cubrir con diferentes lances todas las posturas y venas de corriente en las que te parezca que puede haber un pez. Lo normal es que mi bajo esté entre los 500 y los 550 centímetros, con un terminal de mínimo 150 centímetros, aunque más bien de 200 cm, que es aproximadamente mi envergadura de mano a mano con los brazos estirados, y es la medida que suelo tomar para empezar a pescar, y luego ya si eso ir corrigiendo. Y así llegamos al último punto. Conozco a muchos pescadores que llegan con el bajo preparado en el carrete, atan la mosca y se ponen a pescar todo el día. No corrigen su bajo ni una sola vez conscientemente, aunque lo están corrigiendo inconscientemente cada vez que cambian de mosca, ya que con cada cambio van perdiendo unos 5-10 centímetros, y si el último tramo del bajo que venía de casa era de 150 centímetros, tras cinco o seis cambios de moscas ya está más cerca del metro que de los 150 centímetros originales. Van cambiando de mosca tratando de conseguir que algún pez tome el engaño y lo que están haciendo es ponérselo más difícil a sí mismos, ya que lo único que consiguen es acortar y acortar el bajo. El bajo hay que acortarlo cuando corresponda. Por ejemplo si de repente aumentan las rachas o la fuerza del viento. O porque vas a lanzar aguas abajo y entonces ahí controlas tú el dragado a la vez que vas dejando salir línea del carrete para que lo primero que vea el pez sea la mosca. Pero todo tiene que hacerse de manera consciente. No se trata de ir quitando una mosca y poniendo otra haciendo que el bajo sea cada vez más corto y obtengas peores derivas cada vez, cuando a lo mejor lo que necesitas no es un cambio de mosca, sino un cambio de bajo de línea.
Por Abel Cotarelo Álvarez 23 abr, 2024
A mi siempre me enseñaron dos cosas que he considerado básicas: 1- Para las moscas secas el anzuelo ha de ser lo más fino y ligero que sea posible. 2- El grosor del terminal ha de ir en consonancia con el tamaño de la mosca. Del punto 1 por el momento nos olvidamos. Pero respecto al punto 2 no sé muy bien por qué, me he encontrado en los últimos años con unos cuantos que dicen que pescan con el 0/18 de terminal como norma habitual. Alguno incluso dice que con el 0/20. No sé si es que siguen usando el Nacrita de Tortue o algo así, pero con el desarrollo que han tenido los hilos en los últimos 25 años, que sin duda es lo que más ha avanzado en el mundo de la pesca, no tiene ningún sentido usar esos grosores para las truchas que tenemos aquí. Vamos, no hace falta darle muchas vueltas. En Youtube mismo hay vídeos de gente sacando en un par de minutos o menos truchas por encima de los 50 cm. de algún río catalán, del Tormes o del Miño con hilos "normales". Sería absurdo pescar con un pardón en el 12 con un 0.08. Igual de absurdo es pescar con una efemerita en el 20 con un hilo del 0.18. Aparte que si seguimos la recomendación del punto 1, y usamos un Tiemco 103, 900 o 902 BL, o un Varivas 2200 o 2120, meter por la anilla de esos anzuelos un hilo del 0.18 o del 0.20 lleva un ratito. De que el nudo luego quede casi del mismo tamaño de la mosca ni hablemos. El caso es que lo que me pregunto siempre es qué truchas pescan. Donde yo acostumbro a pescar son muy exigentes con el grosor del hilo. Quiero decir, ya entras al río con un 0.10 para no tener que andar modificando el bajo, porque te lo van a acabar exigiendo si quieres engañar cualquier pez medio decente. No se trata solamente de que muchas veces se espanten solo con que poses el hilo cerca, que se espantan, sino que la utilización de hilos finos es otro mundo en lo que se refiere a la deriva de la mosca respecto al uso de hilos mucho más gruesos. En todo caso, aparte de alguno de esos sitios con peces exigentes con el hilo, mi grosor estándar para comenzar a pescar en cualquier tipo de escenario es el 0.117. Jamás he tenido problema alguno para sacar algún pez con el hilo que utilizo en ese grosor, ni tampoco problemas de rizado con las moscas que utilizo, así que no comprendo muy bien a qué obedece el hecho de que algunos de empeñen en pescar con hilos que me parecen más indicados para el barbo que para el 99% de las truchas que tenemos por aquí. Y al hilo de esto me gustaría añadir otra reflexión que creo que ya he hecho alguna vez con anterioridad. Y vamos a ser realistas: la gran mayoría de truchas que se pescan en los ríos españoles están por debajo de los 30 centímetros. No hace falta un 0/18 para la mayoría de las truchas que pescamos. Y lo digo porque muchos de los que usan hilos gruesos te lo justifican diciendo algo así: "es que si en algún momento me entra una grande quiero ir muy seguro". No me jodas. Un 0/18 lo tengo metido en el carrete para pescar con la caña de buldo y salen todos los peces a remolque. Incluso las de 40 y 50. Aunque sea verano y para la cuerda y los ramales hasta usado el 0/16. Es que seguramente me equivoque, pero yo esto lo veo igual que si alguien me dice: "mira, yo uso siempre una caña de 9' línea 6 por si me entra una trucha grande, ir sobre seguro". Claro que sí, y mientras no te entre ninguna de más de 50 centímetros, todas las demás las sacas volando por el aire. A mí me gusta que el pez tenga alguna oportunidad de ganar la pelea. Pero, ojo, que no me gusta perder moscas porque sí. Porque igual de ridículo me parece pescar siempre con el 0/18 que hacerlo con el 0/08. Cada hilo tiene su situación. Si estás en el Sil o en el Miño lanzando a peces de dos kilos, poner el 0/09 te va a ir cojonudamente para perder una mosca cada vez que te suba un pez. Ahora bien, con los hilos de que hay hoy en día se pueden sacar esos peces con el 0/148 sin demasiado problema. Y alguna siempre te va a encontrar una piedra o un palo o siempre vas a tener un nudo que no has hecho bien o un nudo de viento que no habías detectado o el terminal rozado de un lance anterior o lo que sea. Y cuando la situación requiera de mucha discreción, derivas largas y naturales, no queda otra que irse a un hilo fino, porque nunca va a derivar igual una mosca atada a un 0/18 que atada a un 0/10.
22 abr, 2024
Queda muy bien todo el rollo ese de decir cosas como "soy un eterno aprendiz", "siempre estaré aprendiendo" y todo eso. Obviamente en todos los ámbitos de la vida se puede seguir profundizando hasta el infinito, pero creo que siempre debe haber un punto en el que uno ha de decirse a sí mismo que más o menos ya domina el tema. Por ejemplo, si lo que te va es correr maratones, una vez que completas un maratón con un tiempo más o menos digno, ya puedes decir que eres maratoniano. Obviamente siempre podrás tener como objetivo ser Kipchoge o Kiptum, pero vamos a ser francos: ni has nacido en Kenya ni nunca vas a ser Kipchoge. Así que por mucho más allá que se pueda llegar, es absurdo ponerse objetivos imposibles. Eso solo te va a provocar, en el caso de que lo tuyo sean los maratones, frustración, lesiones y decepción. En el caso de la pesca con mosca podríamos pensar que resulta mucho más complejo marcar ese punto en el que uno mismo pase de considerarse aprendiz a pescador de pleno derecho, pero para mi este punto está clarísimo. Uno se convierte en pescador a mosca y deja de ser aprendiz cuando le empieza a sudar los cojones lo que nadie piense, lo que nadie diga y empiece a seguir exclusivamente sus propias impresiones. Me explico. Si estás en el punto en el que todavía te empeñas en copiar todas las moscas que te gustan de las que ves por las redes sociales, a lo mejor todavía no eres un pescador a mosca de pleno derecho. Si te dejas influenciar constantemente por lo que diga alguno de los que tienen diplomas de esos que les acreditan como guías de pesca o instructores de lanzado, aún no eres un pescador a mosca de pleno derecho. Si cambias alguna cosa en tu forma de pescar solo porque le has oído a alguno que compite o a algún influencer de esos que ponen fotos de peces imposibles decir tal o cual cosa, y ni siquiera te planteas si eso se adapta a tu forma de pescar o si va a resultar provechoso para ti, aún no eres un pescador a mosca de pleno derecho. Te conviertes en un pescador a mosca de pleno derecho cuando ya no te influyen las modas o las opiniones de otros pescadores a los que a lo mejor ni siquiera conoces. Es decir, cuando todo te la suda por completo. Pasa un poco lo mismo que cuando llegas a ese momento entre los 40 y los 50 años en los que ya te da igual todo y empiezas a ser tú mismo. Mandas a tomar por culo sin ningún problema a los que consideras unos gilipollas, te vistes y llevas el pelo como un mequetrefe y no solo no te importa, sino que te gusta, prefieres quedarte en casa antes de tener que pasar por el suplicio de soportar una comida con su correspondiente sobremesa con alguno de tus cuñados imbéciles, etc. Y lo bueno en el caso de la pesca con mosca es que no hay un número mínimo de jornadas de pesca o kilometraje en el río que sean necesarios para dar ese paso de crear tu propio camino. No me malinterpretes, está muy bien tratar de absorber toda la información que puedas, pero el punto crítico lo marca el hecho de que leas lo que leas, escuches lo que escuches o veas lo que veas, siempre tengas ese espíritu crítico que te haga pensar: "muy bien, eso es lo que tú crees, pero no estoy para nada de acuerdo por esto, por esto y por esto". O "estoy completamente de acuerdo con eso por esto, por esto y por esto". Pero que seas tú el que decide, con cierto conocimiento de causa, que eso tiene sentido para ti o que en tu opinión es una completa majadería. A partir de ahí, pasas de la fase de eterno aprendiz a la de crítico constructivo, por llamarlo de alguna manera, en la que no tienes ningún problema a la hora de enfrentarte a un escenario de pesca nuevo para ti, no tienes ningún problema a la hora de empezar a probar alguna técnica nueva o no tienes ningún problema para tratar de pescar una especie u otra, si es eso lo que te interesa. Y, además, cuando llegas a ese punto, se produce un cambio más, que es el más importante de todos. Dejas de ser ese eterno aprendiz para estar en posición de poder enseñar. Mi única recomendación es que dejes de seguir modas y consejos solo porque sí lo antes que puedas, porque a partir de ahí irás decidiendo qué es lo que merece la pena seguir y lo que no. Es decir, si este texto te ha parecido una soberana gilipollez o te has sentido identificado completamente, pero en cualquiera de los dos casos, desde una posición crítica y basada en tus propias ideas, eres un pescador a mosca como Dios manda.
21 abr, 2024
¿A quién no le gustaría una tabla de corriente uniforme en un río fácil de transitar y con cantidad de peces de 40 o 50 cm tomando con franqueza cada mosca que se les presenta medio decentemente? Seguramente sea el sueño de muchos pescadores. También te digo que conozco a más de uno y de dos que se aburrieron bastante de esto, que es lo que por ejemplo era Mieres a finales de los 90 o principios de los 2000. Me imagino que todo lo bueno cansa. De lo que sí estoy seguro es que en esas condiciones de truchas barrigonas y facilonas, no se aprende demasiado. Yo no soy nada partidario del rollo ese tipo "la letra con sangre entra", pero sí que es verdad que a menudo en la pesca con mosca cuando más se aprende es cuando nos toca sufrir. A mi ese tipo de escenarios me atraen especialmente. No sólo por el desafío que a menudo suponen, sino también porque habitualmente te sueles encontrar con muy pocos pescadores. Los sitios con fama de truchas difíciles no son de los más frecuentados. Y esto para mí es una gran ventaja, porque puedes tomarte todo el tiempo del mundo para ver cómo los peces reaccionan a cada estímulo, sin estar pendiente de si llevas a alguien delante o si viene alguien por detrás. Y aprendes cosas. Aprendes, por ejemplo, que cuanto más largo y fino sea el bajo, menos se espantan los peces cuando tratas de presentarles una mosca y mejor es la deriva de la mosca. Aprendes, por ejemplo, que en muchas ocasiones, si consigues que no te detecten, pescar aguas abajo con mosca seca es muchísimo más efectivo que tratar de pescar aguas arriba. O sea, que lo primero que vea el pez sea la mosca. Aprendes, por ejemplo, que una mosca, por llamarla de alguna manera, que sea simplemente un falso hackle no muy poblado de liebre o ardilla, formando una especie de pelotita informe, en un anzuelo diminuto, y sin engrasar, puede hacer subir a peces que no se moverían para tomar ninguna mosca más convencional. Aprendes, por ejemplo, a sacar los peces lo más rápido que sea posible y armando el menor revuelo del que seas capaz para que no espante a todos los demás y te joda veinte metros de río si le dejas que dé saltos y vueltas a su antojo. Aprendes, por ejemplo, a lanzar una pequeña ninfa en un palmo de agua, que espanta a los peces al caer el agua, dejándola posada en el fondo del río los minutos que haga falta hasta que los peces se vuelven a colocar, es un imán irresistible cuando tiras de la línea para que suba hacia la superficie y las dos o tres truchas más cercanas se abalanzan sobre ella como si se hubiesen puesto mal de la cabeza. Aprendes, por ejemplo, que para pescar a ninfa a pez visto aunque pueda parecer más importante ver las reacciones del pez que saber dónde está exactamente tu ninfa en cada momento, es mucho más práctico ir viendo tu ninfa en todo momento, y clavar cuando dejes de verla (siempre que haya un pez cerca, claro). Aprendes, por ejemplo, que estar pescando junto a la vegetación de la orilla, sin meter los pies en el agua si es posible, suele resultar más fructífero que meterte en medio del río como un elefante en una cacharrería. Aprendes, por ejemplo, que a veces llevar botas con clavos y el ruido que hace el metal al caminar en las piedras del fondo es suficiente para que un pez que estaba alimentándose dejé de hacerlo o incluso se desplace alejándose de la postura en la que estaba y busque otra. Bueno, en realidad no estoy seguro de si es por los clavos o simplemente por meterse en el agua, pero me ha pasado muchas veces de meter los pies en el agua en zonas de aguas casi paradas y uno o dos palmos de profundo y automáticamente ver a todos los peces desplazarse varios metros. Aprendes, por ejemplo, que lanzar volando la línea por encima de los peces es la mejor estrategia que puedes seguir si lo que quieres es que ningún pez tome tu mosca. Aprendes, por ejemplo, que a menudo resulta mucho más provechoso modificar el bajo de línea cuando tienes algún rechazo que cambiar una y otra vez de mosca, ya que lo único que consigues así es acortar tu bajo unos diez centímetros en cada cambio. Aprendes, por ejemplo, que moscas que tienen mucha fama la tienen por algo. Aprendes, por ejemplo, que un escarabajo posado con violencia puede resultar mucho más efectivo que el mejor de los dípteros montado en un 28. No siempre es así, pero a veces sí es así. Aprendes, por ejemplo, que las ninfas sin lastrar y sin bola metálica siguen teniendo un lugar en nuestras cajas, ya que hundiéndose lentamente o quedando a medias aguas resultan mucho más atractivas que algo que se hunda como una carga de profundidad. Aprendes, por ejemplo, que las pupas de quironómido en un anzuelo curvo del 20, con cuerpo en quill de pavo, tórax en dubbing, cuatro fibras de cdc y bola negra o blanca, pescan más de lo que muchos puedan imaginar. Sí, a veces toca sufrir, y hay escenarios de pesca que parecen diseñados para pasarlo mal, pero cuando consigues robarles algún pez, aunque sea pequeño y no estés muy seguro de cómo has conseguido que tome tu mosca, cualquier otro tipo de escenario te parece coser y cantar.
20 abr, 2024
Es un error común no pensar demasiado en los calcetines. En general, durante la última década, con el boom del running, del trekking, trail running, hiking, nordic walking y de todas esas cosas que acaban en -ing mucha gente ha empezado a dar importancia a los calcetines. Al menos la misma que al calzado. O casi. Pero en la pesca... ¿Has visto alguna vez a alguien en un foro de pesca o en alguna red social pedir recomendaciones para calcetines? Yo no recuerdo haber visto a nadie preguntando por esto jamás. Seguro que alguno ha habido, pero de verdad que no recuerdo y, desde luego, de los cientos de consultas que yo recibo al año en Facebook o Instagram, ninguna ha sido sobre calcetines jamás, eso sí lo puedo asegurar. En mi caso, incluso para el día a día, prefiero tener diez o doce pares de buenos calcetines para usar un par cada día y poner la lavadora cada domingo, que tener un cajón lleno con calcetines de a peseta. No es por capricho. Hace más de veinte años, el neurólogo que me trataba debido a mi discopatía lumbar degenerativa, me insistió hasta el infinito en la importancia del calzado y los calcetines, así como en muchas otras cosas relacionadas con la corrección postural, la higiene postural, el ejercicio, el peso, la dieta, etc. Y lo de los calcetines y el calzado fue lo que más caló. Al final el gasto es similar y ya tengo comprobadísimo que con buenos calcetines me canso mucho menos, nunca tengo ampollas ni rozaduras y estoy infinitamente más cómodo en general. Y para pescar, más de lo mismo. He probado un montón de marcas y a día de hoy me quedo con tres marcas que voy a ordenar de más caras a más baratas, siendo cualquiera de ellas de total confianza. Los mejores, para mi, son los Darn Tough. Son caros y difíciles de conseguir en Europa. Por suerte en Bergfreunde los tienen de vez en cuando en oferta, y como el color me da un poco igual, me vale cualquiera. No he tenido que hacer nunca uso de ella, porque nunca se me ha roto ninguno, pero esta marca ofrece una garantía de por vida de las de verdad. De las de antes. Si se te rompe un par, se lo mandas, y te hacen llegar un par nuevo. Cosa distinta sería ver si compensa, ya que mandar un sobre acolchado a Estados Unidos con un par de calcetines rotos debe andar por los 8-10€ y si hay que pagar el envío de vuelta, sería como mínimo otro tanto. La siguiente marca, también de total confianza, y un poco más baratos que los anteriores, es Smartwool. Estos tampoco se me han roto nunca, aunque creo que no tienen garantía alguna. Como los anteriores, en su composición predomina la lana merino y por su tallaje, en mi caso, la talla L me queda incluso mejor que su equivalente en Darn Tough. Y ya la más barata, que tampoco me ha dado problema alguno, es Mundsocks. De esta tengo tanto versiones en lana merino como en tejidos sintéticos, principalmente coolmax e incluso unos de Primaloft. Tampoco se me ha roto nunca ninguno aunque su ajuste no es tan bueno como las dos marcas anteriores, ya que en modelos altos suelen apretar un poco en la pantorrilla, si bien esto depende de las piernas de cada uno, y habrá a quien se ajusten a la perfección. Yo he llevado mal desde niño cualquier cosa que apriete en el gemelo. Recuerdo que cuando jugaba al fútbol jamás utilizaba el velcro de la parte superior de las espinilleras, que justo quedaba apretando en el gemelo. Y ojo, que tienen modelos diseñados para climas realmente fríos, y es verdad que son para eso. Compré una vez un modelo para expediciones recomendado para temperaturas de entre diez y veinte grados bajo cero, pensando que no serían para tanto, y solo se pueden usar en pleno invierno si estás metido en el agua todo el tiempo. En cualquier otra situación sin insoportables. No se me pasaría por la cabeza comprar ningún calcetín de ninguna marca de pesca, porque como suele suceder con la ropa técnica de pesca, simplemente copian a cualquier otra marca y como es "para pescar" te cobran más por lo mismo o incluso por algo peor. Si has leído el blog con cierta asiduidad ya sabrás que en lo que se refiere a prendas técnicas mi recomendación es evitar las marcas específicas de pesca siempre que sea posible, a no ser que quieras algo muy concreto, y que no puedas encontrar en ningún otro fabricante. Primero por lo que decía un poco más arriba, ya que generalmente se limitan a copiar lo que hacen marcas de montaña y por lo mismo te van a cobrar dos o tres veces más. Y luego, porque en tiendas de pesca es muy difícil encontrar promociones y descuentos que en tiendas de montaña o deporte como Barrabés, Bergfreunde o Deporvillage, encuentras de manera habitual. Incluso en Zalando Privé a veces aparecen cosas muy útiles. Ya lo he comentado alguna vez. Tengo dos chaquetas Patagonia Micro Puff que pagué por las dos bastante menos de lo que te cobran por solo una en cualquier tienda de pesca que trabaje con esa marca. Una me costó 80€ y la otra 110€. Si te vas a tiendas de pesca verás que habitualmente la tienen a 280€. Una locura. Además, la de 110€ me acuerdo que la puse con Aplazame de manera que me fuesen cobrando 5€ al mes, así que mi cuenta del banco ni se enteró de que había comprado esa chaqueta. Desde entonces siempre me compro con Aplazame alguna cosa que no me compraría pagando a tocateja. Lo pongo de manera que me salga por cinco euros al mes, y cuando acabo de pagar una cosa, miro a ver qué necesito o qué me puede venir bien, y compro otra cosa. Lo mismo para las camisetas térmicas, las mallas transpirables, los hoodies con protección UV o los forros polares. Y también para los calcetines. Bastante desgracia es que no tengamos alternativas cuando se trata de vadeadores, líneas, carretes o cañas, pero en todo aquello donde puedes conseguir lo mismo o mejor, por menos, está en tu mano darte un paseo por Google, barajar dos o tres alternativas y comprar de acuerdo a tus necesidades y a lo que estés dispuesto a gastar. Yo siempre soy partidario de tener muchas menos cosas, de la mejor calidad posible, que llenar y llenar cajones con un montón de prendas que nos vamos a poner una o dos veces por trimestre. Inditex ha hecho mucho daño metiéndole a la gente en la cabeza que es mejor pagar 6€ por una camiseta que te va a durar nada porque así compras un par cada mes y siempre estás a la última. Creo que como amantes de la naturaleza y seres humanos preocupados por la conservación del medio ambiente, está en nuestra mano hacer todo lo posible para ser consumidores responsables y comprar lo mejor que podamos permitirnos para que nos dure todo el tiempo que sea posible. Obviamente es una grano de arena en medio del desierto, pero siempre que se pueda contribuir de algún modo, por poco que sea, no hará ningún mal. Obviamente cada uno es libre de hacer lo que se le ponga en las pelotas, faltaría más. En todo caso, los calcetines son muy importantes para que tus pies gocen de buena salud, y pies solamente tienes dos. Como las manos o los ojos. Lo mejor que podría decirte es que los cuides lo mejor que puedas.
19 abr, 2024
A lo largo de la historia de la pesca con mosca ha habido figuras destacadas que han hecho una contribución tan importante que ha sido una influencia o un hecho de importancia capital para pescadores a mosca de todas partes del planeta. Hay muchos más de los que aparecen aquí. Eso seguro. Quizás cada uno debiese hacer su propia lista en función de lo que considera más importante. Pero la mía es esta. - Stanley Bogdan. Hubo otros carretes antes de los Bogdan, pero en mi opinión fueron los Bogdan los que elevaron el carrete para pescar con mosca al nivel de ser una especie de arte en sí mismo. La mayoría de nosotros seguramente jamás veremos uno en persona. Desconozco si en España hay siquiera una sola unidad de estos carretes. Pero pescadores que han pescado todos los peces que se pueden pescar a mosca, en todos los destinos conocidos y que pueden permitirse tener en su equipo casi lo que se les antoje, coinciden en señalar que el día en el que por fin pudieron hacerse con un Bogdan fue todo un acontecimiento en sí mismo. Lo más curioso de todo es que los Bogdan usados en eBay se suelen ir a precios más altos de lo que cuesta uno de estos carretes nuevo. Serán cosas del mercado ese que dicen que se autorregula solo... - Frank Sawyer. Seguramente uno de los mejores pescadores a mosca que hayan existido jamás. Podríamos decir de él que fue el padre de la pesca con ninfa o que elevó a los altares del misticismo a un material en concreto como es la lana Chadwick's 477, y de materiales míticos sabemos un poco nosotros por aquí. Pero hay una forma mucho más sencilla de definir lo que es Frank Sawyer: es el inventor de la Pheasant Tail. Sí, sí. Repite conmigo: el el puto inventor de la ninfa de cola de faisán. ¿Habrá alguna otra mosca en el mundo, seca, ninfa o streamer, que haya sacado más truchas que la ninfa de cola de faisán? Lo dudo mucho. - Ed Payne. Este señor ya diseñaba cañas para pescar con mosca en el siglo XIX. De bambú, por supuesto. En sus catálogos presumían de ser la más antigua empresa fabricante de cañas para pescar con mosca en Estados Unidos. Y aunque Ed Payne falleció apenas diez años después de haber fundado su empresa, quedando a cargo de la misma su hijo Jim de tan solo veinte años, dejó creados perfiles para la construcción de cañas de bambú que siguen siendo replicados en la actualidad, siendo alguno de ellos considerado como alguno de los mejores diseños jamás creados, como por ejemplo el Payne 100. Igual que he mencionado a Payne podría haber mencionado a Hal Leonard, Paul Young, Dickerson o Garrison, ya que todos ellos tienen diseños tan míticos como el Payne 100. Pero me imagino que esto es un poco como cuando de niño te haces de un equipo o de otro, y yo siempre he sido un poco más de Payne. Y además tengo una Payne 100, aunque no sea una original, claro está. - Richard Wheatley. A ver. Si hoy cualquiera de nosotros piensa en una de estas cajas lo que se nos viene a la cabeza casi seguro es un pescador inglés con sombrero de esos tipo Sherlock Holmes, una caña Orvis Superfine con un Orvis CFO o una Hardy Palakona con un Hardy Perfect o cualquier cosa así. O sea, pensamos en algo clásico. El caso es que Richard Wheatley fue completamente disruptivo cuando a finales del siglo XIX comenzó con una serie de diseños para las cajas de moscas que no se conocían hasta entonces. Desde las cajas de clips, hasta las cajas de compartimentos pasando por ser de los primeros, sino el primero, que comenzó a utilizar el aluminio. Creo que todo pescador a mosca debería tener una caja Richard Wheatley. Aunque no la use. Yo tuve muchas y me quedé solo con una. De las de madera. Creo recordar que de cerezo. Con 16 compartimentos en un lado y foam en el otro. Y ahí tengo metidas un montón de efémeras con todos los míticos de Gütermann, La Paleta y demás, montadas al estilo clásico, con su hackle y sus alitas. No uso ni la caja ni las moscas. Algún día empezarán a pudrir. Entonces haré todas de nuevo y la volveré a llenar. - Gary Loomis. Voy a intentar ser lo más breve posible porque al fin y al cabo, si a alguien le interesa conocer cómo fueron los primeros tiempos del desarrollo y la fabricación de blanks y cañas de carbono, está todo en Google. Así que vamos a lo importante. Este tío fabricó los blanks de dos de las mejores cañas que jamás han existido: La GLX (y me refiero la clásica de dos tramos) y la Winston IM6 (las que van del número de serie 12500 hasta 43500 más o menos, están fabricadas por Loomis). Luego la cosa ha acabado como ha acabado con la marca Gary Loomis, pero bueno, serán cosas de la vida, supongo. - Tom Morgan. Si Gary Loomis era un genio fabricando, Tom Morgan era un genio diseñando. Fue el dueño y principal diseñador de las cañas Winston desde 1973 hasta 1991, cuando vendió la empresa y quedó únicamente como consejero y encargado del diseño de las cañas. Winston admite a día de hoy que siguen basando muchos de sus diseños actuales en diseños realizados por Tom Morgan. Y su nombre, además, quedó asociado para siempre a otra de las cañas que forman parte de la historia: la Tom Morgan Favorite. Pero bueno, he sido rápido con Gary Loomis y Tom Morgan porque hay muchísima información en internet acerca de ambos si alguien quiere profundizar. Lo que a mi me parece realmente importante de todo esto es que de estos dos genios nacieron las Winston IM6, que para pescar a mosca seca para mi son las mejores cañas jamás fabricadas. - Ted Jurasick. Ted fue un refugiado húngaro que por esos azares de la Europa de posguerra acabó en un orfanato de Long Island. A finales de los años 50 vivía en Estados Unidos como futbolista semi-profesional, cobrando 30 dólares por partido y 20 dólares por gol marcado. En su Hungría natal, con 17 años ya había alcanzado el grado de "maestro" en su trabajo de tornería y carpintería metálica, y fue en este mismo sector en el que tuvo sus primeros empleos, hasta que comenzó a poder establecerse por su cuenta, con las máquinas que pudo comprar en el garaje de sus suegros, y fabricando máquinas a medida para otras empresas. Entonces sus suegros se mudaron a Florida, y como aficionado a la pesca comenzó a entablar relaciones con otros pescadores, entre los que se encontraba Billy Pate. Billy, se quejaba de que su carrete Fin-Nor no funcionaba de manera suficientemente buena cuando se trataba de pelear con grandes tarpones, y le pidió a Ted que le echase un vistazo. Tras esa primera revisión, Ted le ofreció a Billy fabricarle un par de carretes, que le llevó al año siguiente cuando volvió a Florida a visitar a sus suegros, y ahí estaban las dos primeras unidades del carrete Billy Pate. Luego Billy le pidió que empezase a fabricarle ese carrete para venderlo en su tienda, luego vinieron los Tibor Signature y ya lo que todos más o menos conocemos. El carrete Billy Pate ha mantenido hasta la actualidad el diseño original, ya que lo único que se ha cambiado ha sido con la intención de aligerarlo un poco, como por ejemplo sustituyendo el acero por aluminio en el soporte. Así que estamos ante otro producto tipo boli Bic, un diseño perfecto desde el mismo momento en que fue concebido. - Lawrence Waldron. Como en el caso de Ted Jurasick o Richar Wheatley, Lawrence Waldron se dedicaba a otros menesteres cuando comenzó a fabricar productos relacionados con la pesca con mosca. En realidad su trabajo consistía en la fabricación de diversos artefactos metálicos con maquinaria de precisión, experiencia que aprovechó para fabricar útiles para el montaje de moscas, carretes de pesca, un torno de montaje para viajes y el torno que le ha hecho mundialmente célebre. Te puede gustar más o menos estéticamente, pero funcionalmente, la simplicidad de su diseño contribuye al mismo tiempo a garantizar el mejor funcionamiento posible y al tratarse de muchas menos piezas que otros tornos, las posibilidades de que algo falle se reducen drásticamente. Con un precio original entre las 400 y 500 libras esterlinas, en función del año de fabricación, a día de hoy estos tornos de segunda mano, porque ya hace mucho que dejaron de fabricarse, alcanzan precios absurdamente astronómicos. Ya sabemos que cuando el coleccionismo entra en escena la cordura desaparece por completo. Yo prefiero quedarme con que el que posiblemente sea el mejor torno de montaje que se haya fabricado jamás, se vendía al mismo precio que cualquier torno de gama alta de la época, que me parece mucho más admirable. El Waldron es una de esas muestras de artesanía que consiguen fama y prestigio a nivel global. - Ari T'Hart. Y si justo estamos hablando de que la labor de un artesano consiga gloria y fama a nivel global, como no hablar de Ari T'Hart. Ya todo el mundo sabe que alguno de sus carretes llegaron a estar expuestos en el Museo de Arte Moderno de Nueva York, pero yo prefiero destacar el hecho de que todos los carretes ATH que siguen en circulación a día de hoy siguen funcionando y cumpliendo con la tarea para la que fueron diseñados y construidos. Alguno de ellos ha pasado a formar parte del imaginario colectivo de la pesca con mosca en todo el mundo. ¿Quién no soñó alguna vez con poseer un Remco o un F2 Río Órbigo? Además, como en el caso de Lawrence Waldron, no se limitó a construir un solo tipo de producto, sino que diseñó y fabricó también tornos para el montaje de moscas, portacarretes y un dispensador de hilos que es una auténtica virguería. - Kurt Danielsson. Y si hablamos de Ari T'Hart como el gran artesano de los carretes, podemos hablar de Kurt Danielsson como el gran genio de la fabricación industrial. Sobre los carretes Danielsson me voy a limitar a dar tres datos concretos: fueron los inventores del carrete Large Arbour tal y como lo conocemos, fueron los primeros en utilizar discos de carbono para el freno y la última vez que lo miré eran la marca de carretes que más récords del mundo de pesca con mosca tenía en su haber. Como usuario que ha utilizado casi todas sus líneas de carretes, además de decenas de carretes de otras marcas, solo diré que no hay nadie que fabrique mejores carretes que Danielsson ni nadie que pueda mejorar su servicio postventa. Sí, hay otros que tienen más glamour y por los que te cobran mucho más, pero a la hora de utilizarlos para lo que han sido fabricados, que es pescar, algunos otros carretes consiguen llegar a la altura de los Danielsson pero ninguno los supera. - Marc Petitjean. De Marc Petitjean ya prácticamente lo sabemos todo casi todos, así que voy a tratar de empezar dando un dato que quizás no mucha gente sepa. En los años 80, cuando el cul de canard era un material que prácticamente solo se utilizaba para montar moscas en determinadas zonas muy concretas de Europa, este señor se dedicó a enviar muestras gratuitas a distribuidores, montadores profesionales y tiendas de todo el mundo para dar a conocer este material. Y, obviamente, también para vender sus moscas y sus plumas, faltaría más. Como tengo escrito un artículo específico sobre Marc Petitjean no voy a profundizar más aquí, solo decir que seguramente su empeño en dar a conocer el cul de canard como material para el montaje de moscas y sus diseños de moscas montadas íntegramente con cdc han marcado a muchas generaciones de pescadores y montadores de moscas desde los años 90 hasta la actualidad. A mi, al menos, no se me ocurre ningún otro montador de moscas para trucha que haya podido ser más influyente. - Kimio Yonenoi. La primera vez que tuve una caja de C&F, que la pedí por catálogo a Lake&River, me llegó y bueno, pesaba poco y tal, no estaba mal... A lo mejor no lo sabes porque entonces todavía no pescabas con mosca, pero las primeras cajas de C&F, o al menos la que yo tuve, no traía todavía las hileras de Foam ranurado, sino una especie de tiras de espuma, de ahí que la primera impresión no fuese para tanto. La siguiente que tuve sí que ya traía las hileras de foam ranurado y ahí sí que flipé. Si las Richard Wheatley son la elegancia y el clasicismo, las de C&F eran el siglo XXIII. Luego ya vinieron las estancas, todos los accesorios y demás. Para resumir un poco lo que es, creo que basta con decir que es posible que el 99% de los pescadores con mosca de todo el mundo tengan algún producto de C&F bien en su chaleco, chest-pack o lo que usen, o bien en su mesa de montaje de moscas. No sé si alguna otra marca puede decir algo así.
18 abr, 2024
Quizás he contribuido algunas veces a propagar una idea que creo que no se ajusta a la realidad y que voy a ver si consigo aclarar. Yo no creo en las moscas mágicas ni creo que haya que llevar en la caja o cajas cien moscas diferentes para tener un modelo concreto para un momento concreto. Ya lo he explicado alguna vez. No se trata de que con una sola mosca puedas pescar todas las truchas del mundo, sino que una sola trucha puede ser pescada en un momento determinado con muchas moscas diferentes. Lo que quería explicar ahora es que entre esas muchas moscas diferentes conviene llevar docena o docena y media de modelos que sean muy buenas moscas. Si reduces tu caja a una docena de modelos y son moscas de que has visto por ahí, con materiales o patrones que no estén probados o cualquier cosa similar, igual no te va bien. Eso no funciona así. Primero aseguras con lo que use todo el mundo, y luego ya metes alguna más que sea un experimento, cualquier cosa que hayas visto y te haya gustado o cualquier invento que se te haya ocurrido a ti. Pero lo primero, llevar unas cuantas buenas moscas. Y la pregunta sería: ¿Qué tiene que tener una mosca para ser buena? De esto también he hablado. Para mí, una buena mosca, tiene que estar atada con buenos materiales, tiene que poder hacerse rápido, tiene que tener una efectividad demostrada en distintos escenarios y épocas y tiene que aguantar muchos peces antes de quedar inservible. El hecho de que utilice determinados materiales no tiene nada que ver con ningún misticismo extraño ni cosas por el estilo. Aunque a veces pueda no parecerlo, yo tiendo a pensar que la gente en general no es gilipollas, así que si hay cientos de pescadores que desde hace un porrón de años están metiendo en sus cajas moscas hechas con el Fly-Rite 34, el Gütermann 431, el 4122 de Zirayón o la oreja de liebre, digo yo que no serán tontos todos ellos y que si lo hacen es porque funciona. Así que, por un lado, no creo en absoluto que necesites dar con un tono exacto para imitar una mosca en concreto en un momento determinado. A la vez, soy perfectamente consciente de que el 249 de Gütermann, el 4122 verdoso de Zirayón, el antron hexagenia o el Fly-Rite 34 pescan desde el día que se abre la temporada hasta el día en que se cierra. Entonces, si más o menos todos conocemos diez o veinte materiales que pescan toda la temporada o buena parte de ella, y que se puede pescar en todos lados con moscas hechas con esos diez o veinte materiales ¿Para qué llevar más? Incluso moscas de esas que pescan todo el año han quedado relegadas, no sé muy bien si por una cuestión de modas, de desconocimiento o cuál podría ser el motivo, pero hay ejemplos sangrantes. Cuando yo empecé a pescar todo el mundo llevaba en su caja la Adams. Esto era matemático. No se le ocurriría a nadie ir de pesca sin una Adams en su caja. Es fácil de hacer, aguanta muchos peces y pesca todo el año. Y no me vale la excusa de que ya no se usa porque las moscas con hackle y los terminales finos y bla, bla, bla. Se puede atar en paracaídas e incluso se puede mantener igual colas y cuerpo y ponerle alas en cdc. El gris de la rata almizclera es un color neutro que pesca todo el año. Como la oreja de liebre. Hago cientos de moscas cada año para cambiar por materiales de pesca más los encargos que hago de vez en cuando para algún amigo. ¿Sabes cuántas Adams me han pedido en los últimos diez años? Cero. Es como si se hubiese borrado esa mosca de la memoria colectiva del pescador ibérico. Y si yo tuviese que hacer una lista con diez moscas secas que llevaría para pescar en cualquier lugar del mundo, sin duda la Adams estaría entre ellas. De hecho, qué cojones, voy a hacer la lista de diez moscas que me llevaría hoy para pescar en cualquier río truchero del mundo: - MP81. - U22. - Oreja de liebre. - Adams. - Díptero negro. - Shimazaki Ant. - Usual. - Gütermann 249. - Gütermann 431. - Fly-Rite 34. Con esas diez moscas en tres tamaños cada una me iría de pesca sin problema a cualquier lugar del mundo donde haya alguna trucha dispuesta a ser pescada. Y para pescar bajo la superficie podría hacer una lista parecida: - Faisán + ardilla. - Faisán + ice dubbing. - Faisán + tag flúor. - Oreja de liebre. - Perdigón Gasolina. - Perdigón Culirrojo. - Perdigón oliva. - Pupa de tricóptero crema. - Wooly Bugger Oliva. - Zonker negro. Lo mismo que para las secas. Cada modelo en tres tamaños/peso diferentes y añadiendo en el caso de las ninfas versiones en plata, cobre, oro y negro para las bolas de tungsteno. Son moscas sencillas, pero que han de estar montadas con buenos materiales. Con los materiales correctos podríamos decir. Por ejemplo: la oreja de liebre debería ser oreja de liebre, no eso que venden en bolsas en las que pone oreja de liebre. Has de hacer tú el dubbing a tu gusto, no conformarte con una de esas bolsas que se venden que dudo que la mayor parte del pelo que llevan dentro haya estado ni remotamente cerca de la oreja de una liebre. Lo mismo para el faisán. Yo compro packs de 50 plumas de faisán y de cada pack de 50, con suerte, resultan excepcionales cuatro o cinco plumas. Comprar packs de esos de dos plumas tampoco soluciona nada porque te puedes encontrar con dos plumas que no te sirve ninguna. De hecho, las redes sociales están llenas de ninfas de faisán hechas con plumas de esas que blanquean. Es terrible porque incluso con ese tipo de plumas se puede montar la ninfa de tal forma que no haya rastro de blanco por ningún lado, para que todas las plumas al final sean utilizables y todas las ninfas funcionen igual. Pero una cosa es que haya trucos, formas o sistemas para aprovechar todo el material y otra diferente es que el material sea excepcional en sí mismo. Y, por supuesto, lo que es excepcional para mi no tiene por qué serlo para ti. Hay gente que en acción de pesca engrasa el cdc y hay gente que no. Si lo vas a engrasar, hay cdc que tolera mejor el engrasado. Si no lo vas a engrasar, es otro cdc el que conviene usar. Incluso la cantidad de cdc a utilizar ha de ser diferente si se va a engrasar la mosca o no. Incluso debería ser diferente si vas a pescar un río de Cuenca o uno de Asturias, porque no en todos los ríos las moscas flotan igual. Así que usar determinados materiales no tiene nada que ver con ningún tipo de misticismo, snobismo ni ningún otro -ismo. Hay cosas que todos sabemos que funcionan. Y dentro de esas cosas, hay mejores y peores. Utilizar lo mejor que sea posible encontrar debería ser una obligación. En mi caso al menos trato de que lo sea. Y muy importante: caro no siempre es igual a mejor. Pongo un ejemplo de esto y lo dejo ya: en esos packs de 50 plumas que se vendían a 8€ el pack hace años, me he encontrado plumas de faisán acojonantes. Mucho mejores que ninguna que haya encontrado en las que venden en los packs esos de 2 plumas a 4-5€. Hay muchos materiales muy buenos y muy baratos. También los hay muy buenos y muy caros. El precio no determina lo bueno que sea un material.
17 abr, 2024
Como niño que pasó buena parte de su infancia en un ambiente rural, no puedo recordar la cantidad de veces que he escuchado, refiriéndose a los lobos, que son un animal asesino, sanguinario y maligno porque mata mucho más de lo que es capaz de comer. Visto en perspectiva, con el paso de los años, resulta cuando menos curioso que muchos a los que escuché hablar así de los lobos, podríamos meterles en su misma categoría, ya que cuando iban al río no les importaban tallas ni cupos, sino simplemente llenar la nevera de truchas, o el congelador los que de aquella tuviesen uno en casa. O en la cuadra, que era un destino habitual de los congeladores. Es cosa admitida por la mayor parte de los antropólogos actuales que la única forma de que una sociedad sea igualitaria es eliminando la posibilidad de acumular excedentes. Y el caso es que, todos aquellos que acumulaban excendetes entonces, y que siguen acumulándolos ahora, o lamentándose por no poder acumular tanto como les gustaría por no arriesgarse a llevarse puesto un multón, son los que acusan a los demás de querer el río para ellos solos cuando se propone que la pesca sea 100% sin muerte. Quieren ser al mismo tiempo los lobos, los corderos y el pastor. ¿Qué podemos hacer con esta gente? No se trata de que su pensamiento no esté lo suficientemente evolucionado y sea acorde a los tiempos que vivimos. Se trata de que prefieren acabar con todo pez que haya en el río antes de ver que la pesca sin muerte sea el principal método de regulación de la pesca en la inmensa mayoría de los cauces fluviales. Tampoco se puede esperar demasiado del común de los mortales cuando tenemos por ahí a políticos diciendo tan tranquilos que ya está bien de derrochar el agua de los ríos dejando que fluya hacia el mar. No es broma. De verdad que has habido varios que lo han dicho. Y creo recordar que casi todos del mismo partido, así que me imagino que será argumentario. O dispuestos a trasvasar toda el agua que sea necesaria de una cuenca a otra para seguir manteniendo cultivos de regadío en tierras que son de secano. Y habrá pescadores que voten a políticos que así piensan. Pero bueno, eso es otro cantar. De incongruencias está el mundo lleno. El caso es que en muchos sitios, entre que cada vez llueve menos y que los que son lobo, cordero y pastor al mismo tiempo, siguen metiendo presión, hay muchas administraciones que no se atreven a dar el paso necesario que impida que se puedan seguir sacando peces del río. Y lo peor de todo es la impotencia que se siente sabiendo que nada se puede hacer al respecto. A veces acaba uno pensando que lo mejor ya sería mandarlo todo al carajo y que hagan como en Austria o Eslovenia, que siembren los ríos con todo tipo de peces de cualquier especie, origen y condición y a tomar por culo. Luego podríamos hacer fotos de ejemplares híbridos que quedarían de puta madre en Instagram. Aunque luego pase esa locura transitoria y uno vuelva a ser cabal. El salmón es el caso más paradigmático. Están dispuestos a terminar con todo antes de ser privados del privilegio de poder seguir matando todos los peces que la normativa les permita, o incluso retorciendo en lo posible la normativa para matar incluso más. Y a mi ya me han entrado ganas de que terminen de una vez por todas con el dichoso salmón, que total a casi nadie le importa. Con el oso surgió cierta conciencia social de su importancia como símbolo de nuestra fauna que hizo que se tomasen medidas para protegerlo y que hemos visto que poco a poco han ido dando sus frutos, si bien todavía falta mucho para que el oso vuelva a ocupar el lugar que me corresponde tanto en número de ejemplares como en la distribución del territorio osero. Con el urogallo, menos que con el oso, pero también hay quien está haciendo lo posible para no perder otro símbolo de nuestra fauna, si bien en el caso del urogallo su supervivencia como especie resulta incluso más compleja que el caso del oso. Y en cuanto al lobo, afortunadamente en muchas zonas parece que se ha ido recuperando un poco, aunque todavía falta mucho por hacer, y se enfrenta a muchos más enemigos que el oso o el urogallo, que no van a cejar en su empeño tratando de frenar su recuperación. Pero ¿Y el salmón? ¿No habría sido ya hora y tiempo suficiente para que hubiese surgido una mínima corriente social que muestre alguna preocupación por su conservación? Pues puedes ponerte en cualquier calle de cualquier ciudad o pueblo asturiano, gallego, cántabro, navarro o de donde sea, preguntando a cada transeúnte por su grado de preocupación respecto a la conservación del salmón o su grado de conocimiento respecto a la situación en la que se encuentra, y seguramente el 90% de los transeúntes a los que preguntes te dirá que ni lo sabe ni le importa. Así que entre transeúntes absolutamente desinteresados, acumuladores de excedentes dispuestos a acabar con todo e ignorantes representantes políticos que piensan que el agua de los ríos que termina en el mar se está derrochando o desperdiciando, vale más olvidarse de todo esto porque para lo único que sirve preocuparse es para terminar haciéndose mala sangre por algo que nadie con capacidad de influencia o decisión tiene intención alguna de solucionar.
16 abr, 2024
Esta es una dicotomía que lleva presente en la pesca con mosca un montón de tiempo. Lo guay sería decir que hay que tomar la parte correspondiente de cada uno de estos dos ingredientes y bla, bla, bla. Pero mira, te voy a decir la verdad: tengo por casa libros como Trout Sense, What a trout sees y alguno más que analiza cómo percibe la trucha su entorno desde un punto de vista que trata de ser lo más científico posible, y estos libros son auténticamente infumables. Tienes que esforzarte de verdad para conseguir leer una página completa. Y mira que yo soy un lector voraz. De los de un par de libros a la semana como mínimo. Pues bien, todos los de la temática mencionada me resultan insufribles. Y los capítulos de otros libros que tratan sobre esto, más de lo mismo. Me pasa un poco lo mismo con la entomología. A ver, que se me entienda bien, me parece estupendo que alguien tenga la entomología como hobby. Nada en contra. Ahora bien, si alguien piensa que va a pescar más o menos por ponerse a examinar con lupa o microscopio los genitales de tal o cual especie, está listo. Yo siempre trato de ser lo más práctico posible. Y sin ignorar algunas cosas que nos dice la ciencia, prefiero fiarme, siempre que sea posible, de la experiencia. Pero no solo de la mía. De la experiencia que más me fío es de la de aquellos que están ya todos jubilados hace tiempo y que se pasaron la vida en la orilla del río. No perdiendo el tiempo con las fotitos de Instagram o escribiendo majaderías en un blog. No, no. Los que han vivido en el río. ¿Con qué pescaba está gente? Ah, coño. Pescaban con pluma de León. Y con Gütermann. Y con El Molino. Y con liebre .Y luego casi todos se pasaron al cdc y algunos al Fly-Rite. Y al Barón Rojo. Y ya está. Se le puede dar mil vueltas a todo, pero en realidad nunca vamos a conseguir nada mucho mejor que aquellos que nos precedieron. Si hasta muchos perdigones tienen su equivalente en nuestras ahogadas tradicionales de toda la vida: - Culirrojo = el falangista. - Vitamina = el morado cardenal. - Nasa = el morado nazareno. - Lagartum = el aceituna. - Etc. Como digo muchas veces yo siempre tiendo a pensar que la gente no es imbécil, así que si algo lleva décadas funcionando en manos de muchos pescadores diferentes, ¿qué sentido tiene no seguir sus pasos y continuar utilizando lo mismo? Sí, es cierto que a día de hoy tenemos conocimientos más avanzados, por decirlo de alguna manera. Pero que tengamos un conocimiento más amplio de algo, más científico, no significa que todo ese conocimiento vaya a ser mas útil a la hora de la verdad. Si yo tuviese que irme ahora mismo a atravesar a pie el Madidi, procuraría por todos los medios hacerme acompañar de varios indígenas, ya que sería lo que me garantizaría salir con vida de esa situación. No me haría acompañar por un biólogo, un bioquímico, un geólogo o un geógrafo. Seguro que tienen un conocimiento mucho más profundo del tipo de suelos, el tipo de rocas, el número de especies de flora y fauna que conforman dicho ecosistema y todas esas cosas, pero el que sabe evitar los peligros, el que sabe encontrar comida y el que siempre será capaz de hallar el camino de regreso va a ser el que se ha criado allí, que sin tener un conocimiento científico como el que podrían tener los otros, es el que conoce los códigos necesarios para garantizar la supervivencia en dicho entorno. Pues con la pesca pasa un poco lo mismo. El paisanín del pueblo a lo mejor no sabe si ese mosquito se llama Baetis vernus, Baetis scambus o Baetis fuscatus o lo que cojones sea, pero sabe que si va al río en junio con un mosquito hecho con el 662 de Gütermann, afeita cada trucha que se le ponga a tiro. Y de estos es de los que hay que aprender. Y por desgracia, muchos se nos han ido ya, así que si tenéis cerca algún paisano que haya mamado el río desde que nació, seguro que os agradece un montón que le regaléis unas moscas, que lo llevéis algún día al río o que quedéis de vez en cuando para tomar un café, y en medio de la conversación seguro que aprendéis con uno de estos mucho más en una tarde de charla que si vais solos al río cualquier tarde de pesca. Ahora bien, si lo que prefieres es coger el libro ese que escribieron un arqueólogo y un editor de vídeo en el que se dedican a decir lo que quiere una trucha de una mosca como si se hubiesen metido ellos en el cerebro del pez, y creerte a pies juntillas cualquier cosa que digan... pues nada. Muchas suerte con eso.
15 abr, 2024
A menudo se nos acusa a los españoles, o nos acusamos entre nosotros, de tener una obsesión desmedida por el color de las imitaciones. Bueno, no a todos. A algunos más bien, aficionados al uso de sedas y rayones para la confección de moscas secas o ahogadas. Se usan argumentos como que si los franceses o los italianos no necesitan tanto Gütermann para pescar, nosotros tampoco, y cosas así. Está muy bien todo esto, pero a menudo resulta mucho más provechoso fijarse en lo que las marcas y los fabricantes ofrecen, ya que suele estar bastante bien alineado con lo que los pescadores demandan. Luego seguimos con esto. Antes otra cosa. Vamos a centrarnos primero en lo nuestro. Sin pensar mucho, voy a hacer un listado de todos los colores de Gütermann que podría considerar indispensables un gutetmanniaco de verdad para pescar con mosca seca: 3, 5, 6, 40, 45, 139, 165, 170, 221, 249, 258, 273, 286, 300, 350, 362, 400, 404, 412, 416, 420, 431, 448, 449, 458, 528, 580, 612, 660, 662, 724, 823, 849, 886, 893, 898, 900, 968, 977, 980, 982. Se podrían poner más, pero también se podrían poner muchos menos. He intentado ser generoso en la elaboración de esta lista para que estén casi todos los que deben estar, si bien la mayor parte de nosotros no utilizamos ni de lejos tanta variedad de colores. Son unos cuarenta colores diferentes con los que se podría cubrir de forma más o menos exacta la práctica totalidad de los macroinvertebrados acuáticos que pueblan nuestros ríos. Ahora vamos a comparar lo que consideran adecuado para imitar todo lo que sea necesario imitar fabricantes que son completamente ajenos a este rollo nuestro de la Gutermannía. Los que tengan cierta edad recordarán el famoso cubilete de dubbing SLF del que algún color se cotiza tanto o más que los Gütermann y que por un lado traía una selección de 15 colores de Davy Wotton y por el otro lado otros 15 colores de Oliver Edwards. Estos no son sospechosos de ser gutetmanniacos ni nada de eso, y ¡qué cosa!, consideran que son 30 colores los necesarios para cubrir todas las imitaciones necesarias para pescar. Aunque esto no es cierto del todo, ya que no cubrirían todas las especies, sino las que consideraron más importantes para el pescador. En todo caso, con 30 sería suficiente. Seguimos por los Estados Unidos y vamos ahora con otro fabricante: Fly-Rite. Fly-Rite vende una carpetita con todos los colores que ellos consideran necesarios para imitar adecuadamente los insectos de los que se pueda alimentar una trucha y, curiosamente, esa selección de colores es de un total de... ¡45 colores! Otros tarados estos de Fly-Rite, está claro. Si todo el mundo sabe que con una oreja de liebre pescas todas las truchas del mundo y que los polacos, los checos y los franceses han ganado no sé cuántas medallas sin usar moscas hechas con sedas de colorines. Pero sigamos. Vámonos ahora a las Islas Británicas. De allí son los materiales de Gordon Griffiths. Pues bien, de esta marca tengo una colección de dubbing sustituto de foca que contiene ni más ni menos que 57 colores diferentes. Vale que hay algunos que estarían indicados para moscas de salmón o algunas ahogadas de trucha o reo que no tienen como finalidad principal imitar exactamente nada, pero lo he revisado mientras escribo esto y si nos quedamos en los tonos que servirían para imitar insectos que habitualmente tratamos de imitar con nuestras moscas secas, suman un total de 42 colores (olivas, amarillos, carnes, naranjas, granates, marrones, etc.). Si buscas cartas de colores antiguos de las sedas Pearsall, por citar la marca más conocida, verás que no es raro ni difícil encontrar cartas de colores de este fabricante que en total presenta cuarenta colores diferentes. Si te vas a Japón y empiezas a buscar entre las sedas japonesas podrás comprobar fácilmente que la carta de colores completa de Gütermann se queda minúscula en comparación a la variedad tonal de las sedas japonesas. Y estas se usan también para atar moscas, aunque no se fabriquen especialmente con ese fin (lo mismo que las Gütermann). Sigamos. Vamos a darnos un paseo por Italia, a ver qué encontramos. Nos vamos a una de las tiendas más conocidas de allí, que es 54 Dean Street, y si nos fijamos en las sedas que venden para hacer cuerpos de moscas podemos ver que tienen una colección de "Pure Silk" formada por 25 colores, otra colección de "Ephemera Silk" formada por otros 15 colores y 10 colores más en Semperfli. No sé si me habré equivocado al contar, pero me he tomado la molestia de ver los colores que se repiten entre las tres colecciones, y quitando los tonos repetidos, en total me salen 31 colores diferentes. También tienen el Semperfli Dry Poliyarn que en total son 28 colores diferentes o el Semperfli Dirty Bug Yarn que son 30 colores diferentes. Si dejamos a un lado las sedas y nos vamos a los dubbings tenemos el Poul Jorgensen Seal-ex dubbing con 27 colores o el Semperfli Superfine Dubbing con 42 colores diferentes. Si nos vamos a la República Checa nos encontramos con que Siman o Hends tienen infinidad de colores en sus diferentes tipos de dubbing, no siendo extraño que en algunos de esos tipos de dubbing pasen de los cuarenta colores distintos. En fin, podría seguir haciendo esto con muchos más tipos de dubbing de otros fabricantes pero en todos los materiales que más o menos pueden utilizarse para imitaciones de moscas secas nos vamos a encontrar lo mismo: cartas de colores de entre 25 y 45 colores diferentes, según el fabricante y el tipo de material que sea. El que quiera comprobarlo por sí mismo, ahí tiene Google. A mi me sirve para comprobar que la misma obsesión que podamos tener nosotros por los colores, la tienen igual en cualquier otro lado a tenor de lo que las tiendas y los fabricantes ponen a disposición de sus clientes. Y como todos sabemos, las empresas no fabrican cosas para hacernos felices a nosotros. Fabrican cosas para ganar dinero. Si toda esa variedad de colores no se vendiese, ni por asomo se fabricarían. Y si se venden, se usan. O se acumulan, como algunos hacen con los Gütermann. Recientemente Fulling Mill ha sacado un montón de tipos de dubbing en los que hay un montón de colores diferentes, y alguno de ellos casi de forma instantánea ha cogido categoría de "mítico", como el color Mustard del dubbing Eco Warrior, que está tan buscado como el Gütermann 249 o el Chadwick's 477. Como dejen de fabricar ese color o las tintadas nuevas no sean como la original, se verán bolsitas de ese dubbing a la venta por cientos de dólares no pasando muchos años, pero luego somos nosotros los chiflados del color. Y no me quiero meter en las mezclas, pero alguna vez he tenido que hacer moscas para algún célebre pescador europeo, que me ha pasado alguna ficha de montaje mezclando diferentes tipos de dubbing con proporciones exactas que ríete tú de lo de Gütermann. Bueno, ahí está la famosa Branco Killer, que parece ser que el cuerpo del montaje original mezcla como seis o siete materiales diferentes. Es más, si volvemos al punto de partida y tuviese que hacer un listado con todos los hilos que creo que son imprescindibles para montar moscas por su eficacia demostrada, me sale un listado bastante más corto que cualquiera de todos los que hemos visto: - Amann 379. - Gütermann 258. - Zirayón 4122. - La Paleta 3324. - Gütermann 286. - Gütermann 19. - Gütermann 431. - Gütermann 249. - Gütermann 580. - La Paleta 3277. - La Paleta 3279. - Gütermann 977. - Gütermann 662. - Gütermann 6. - La Paleta 3322. Con estos quince colores se podría pescar todo el año sin mayor problema. Obviamente también podemos reducir cualquiera de las otras colecciones mencionadas a los 10-12 imprescindibles, pero es que justamente eso es lo que he tratado de explicar, y es que allá a donde vayas a buscar, vas a tener variedad de colores más que de sobra para elegir. No es únicamente cosa nuestra. E insisto: si todos esos materiales no los comprasen montadores a lo largo y ancho del mundo entero, las empresas no los fabricarían, porque a día de hoy no se ha conocido todavía ninguna empresa en la historia de la humanidad que fabrique productos para no venderlos.
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