En los años que llevo atando moscas y paseándolas por los ríos he podido ver como ha habido diferentes tendencias, o modas, en lo que a las moscas se refiere.
Salvo unos pocos que se mantienen fieles a su propio criterio, los demás hemos ido pasando por todas estas tendencias con mayor o menor fortuna.
El caso es que a finales del siglo pasado no podías plantarte en ningún tramo de río o coto digno de ser visitado sin tus tricópteros en pluma de León, tus efémeras con alas en V de puntas de pluma perfectamente equilibradas o tus emergentes de oreja de liebre montadas con oreja de liebre de verdad, con su falso hackle de oreja de liebre y todo oreja de liebre de principio a fin.
De las secas y ninfas de oreja de liebre que se montan sin que haya un solo pelo de oreja de liebre hablaremos otro día. Pero como adelanto, no os imagináis la de veces que me han pedido que haga secas o ninfas en oreja de liebre y que al recibirlas me digan “son muy oscuras”.
La conclusión es: no querían las moscas con oreja de liebre, las querían con dubbing de ese que venden ya en bolsitas y etiquetado como oreja de liebre.
Ahora están de moda las moscas que se puedan hacer rápido. Y tiene mucho sentido. Si hay un bien que es escaso hoy en día, ese es el tiempo.
También habría que tener en cuenta la práctica de cada uno. Por ejemplo, para mi, sigue siendo más rápido hacer una docena de efémeras en seda con hackle y alas en pluma de cuello de gallo de León que hacer una docena de efémeras con alas en cdc e indicador.
Y eso que en los últimos diez años no he atado más de 20 o 30 efémeras con hackle y alas en puntas de pluma. Pero hice tantas hace años que creo que es el patrón que más rápido podría montar a poco que haga unas cuantas docenas para volver a cogerles el punto.
Son las que más rápido podría hacer sin contar las moscas en paracaídas, claro, que se hacen en 2-3 minutos.
- Invertir tiempo para montajes que sí lo necesitan.
Pero al margen de las moscas que estén de moda en cada época y sin contar la habilidad o la práctica de cada uno para atar un determinado patrón, ¿cuándo merece verdaderamente invertir tiempo en una mosca?
La respuesta corta: merece la pena invertir el tiempo necesario en una mosca cuando el patrón lleva elementos que, en el caso de no estar correctamente equilibrados, pueden arruinar el montaje.
Y ahora la respuesta larga. Me explico con algunos ejemplos.
Si pensamos en la durabilidad y la efectividad de un escarabajo de foam para pescar truchas, habiendo pescado con escarabajos realistas y con otros que son simplemente pavo real para el cuerpo y foam para imitar los élitros, diría que no merece la pena invertir ni un segundo más de lo necesario.
Un escarabajo realista suele deteriorarse más rápidamente que un escarabajo minimalista, si lleva lacas o cualquier cosa así que añada peso, flota peor, y al final, para que un escarabajo pesque lo más importante es el “plop” que hace al posar y que llama la atención de la trucha.
Por no decir que, si pensamos en un escarabajo negro, nadie en su sano juicio metería un indicador naranja flúor a un montaje realista en el que ha invertido media hora, mientras que no nos importa en absoluto ponérselo a esos escarabajos que son solamente pavo real y foam, a lo mejor con patas de goma o un hackle negro, y que montamos en dos minutos.
Y ver un escarabajo negro en determinadas zonas del río puede resultar muy difícil si no lleva indicador.
Otro ejemplo.
Para montajes tipo efémera hay mil patrones a nuestra disposición: con hackle, no hackle, comparadun, comparadun en cdc, alas en V en cdc, alas con burbuja de cdc, alas en liebre ártica, en paracaídas con poste de cdc, en paracaídas con poste de colores flúor… Todas las que se os puedan ocurrir.
¿Merece la pena invertir más tiempo por mosca con unos patrones respecto a otros, si pensamos en durabilidad y efectividad?
Pues no.
Una mosca bien hecha debería durar más o menos lo mismo independientemente del tipo de patrón que estemos atando.
Ahora bien, si tenemos en cuenta los escenarios que vamos a pescar, sí merece la pena invertir el tiempo necesario en montar unos patrones u otros.
El 90% de mis moscas están hechas en cdc. ¿Por qué? Porque para los tramos de aguas lentas, muy lentas o paradas que me gusta pescar es lo que mejor me ha funcionado. Permiten utilizar terminales largos y finos sin riesgo de rizado y en cuanto a efectividad no tengo dudas.
Jamás utilizaría en estos tramos un montaje en paracaídas -salvo aquellos que el poste son dos plumitas de cdc- porque las veces que he probado, aunque me permiten pescar con los mismos terminales sin rizado, en estos tramos la efectividad ha bajado. O lo que es lo mismo, el número de rechazos aumenta.
Insisto, hablo de aguas muuuuyyyyy lentas. Zonas donde a veces ves a una trucha o reo descolgarse varios metros con el morro a unos cm de la mosca, mientras decide si la va a tomar o no. Y en estas situaciones lo que mejor me ha ido ha sido las moscas en cdc sin ningún tipo de indicador.
Aún diría más, las moscas súper sencillas, con montajes tipo F-Fly, Shuttlecock o Iobo Humpy más o menos elaborados. Y luego la U22 de los Urruzuno que les da una patada en el culo a todas las demás.
Pero nunca se me ocurriría utilizar esas moscas en tramos de montaña. O mejor dicho, utilizar esos patrones, porque las moscas que uso siempre son las mismas montadas de diferente forma.
Para un tramo de río de montaña o alta montaña, con corrientes que se cruzan, chorros, piedras que asoman aquí y allá y derivas de la mosca cortísimas, con truchas que suben a la velocidad de una centella, sin ningún lugar a dudas utilizaría moscas en paracaídas.
Insisto, las mismas que utilizo en otros tramos, pero en paracaídas.
Así, en lugar de la U22, pondría una emergente en paracaídas en anzuelo curvo, con su exhuvia, su tórax y todo lo demás igual, salvo las alas que no serían en cdc sino con el mencionado poste y su hackle en paracaídas. En lugar de la MP81, utilizo una efémera montada con el mismo cdc color vino retorciendo la pluma para el cuerpo, los mismos cercos en V pero en lugar de alas en cdc, le meto un toráx en oreja de liebre bien oscuro, un poste flúor y 4-5 vueltas de hackle grizzly brown o rubión (o los dos mezclados).
No hay nada más frustrante que tratar de pescar con moscas de cdc en tramos de río en los que no son las más indicadas. Cada gota que las moja hace que pierdan flotabilidad, se ven como fatal, pasas más tiempo limpiando y secando la mosca que con ella sobre el agua…
Y cuando por fin te sube una trucha, como la mosca no estaba flotando como debía y no la estabas viendo como debías, clavas tarde y fallas el pez.
Y no os quiero contar como te coja un día de lluvia y solo lleves moscas de cdc en la caja. Hice un día de octubre un bolazo en el Esla, con peces cebándose en medio de un diluvio interminable, por llevar únicamente moscas en cdc que no flotaban ni a tiros…
Hablando de bolos… Hay un coto en Asturias en el que las primeras tres o cuatro veces que fui me comí tres o cuatro bolos como soles de grandes. No porque las truchas no subiesen a mis moscas, que sí subían, sino porque era completamente incapaz de clavar una, y cuando clavaba alguna, era tal la tensión que llevaba y el miedo a clavar tarde, que partía el hilo, clavaba tan fuerte que sacaba la trucha volando e irremediablemente se soltaba…
Y lo peor es que había tramos en los que podías ver perfectamente una truchita de 15 cm salir como un misil desde su postura pegada al fondo, llegar hasta la mosca, tratar de tomarla y bajar como un rayo de nuevo hasta el fondo. Y todo esto sin que me diese tiempo ni a mover la caña.
Para poder pescar alguna trucha allí, tuve que cambiar alguna cosa. Utilizar cañas más cortas, clavar más con la mano izquierda que con la derecha (soy diestro), sacrificar las derivas libres de dragado a cambio de no tener ni un centímetro de línea floja, pescar de punta sin que nada toque el agua salvo la mosca…
Pero, sobre todo, utilizar moscas que podía ver.
Las efemeritas con alas en V y 3 vueltas de hackle de cuello de gallo de León que me gustaba usar por aquella época no servían en ese tramo de río.
La primera solución fue plantar un pardón en un 12 independientemente de la época del año en la que tuviese el coto. Luego hacer ese pardón con alas en corzo en comparadun. Después la Adams en paracaídas y al final orejas de liebre con poste flúor.
Y seguía fallando muchas, porque verdaderamente suben a una velocidad endiablada, y nunca he visto nada como aquello en ningún otro lugar, pero al menos los bolos se acabaron.
- Entonces, invertir tiempo ¿sí o no?
Invertir tiempo sí, siempre que sea necesario.
Si pescas ríos enmarañados de llanura con una caña de siete pies, por ejemplo en Lugo, y enganchas constantemente en las ramas perdiendo varias moscas cada jornada de pesca, entonces haz las moscas lo más sencillas que sea posible.
Si te gusta ver derivar una mosca casi como si fuera una natural más en medio de una eclosión, entonces invierte los 15 minutos necesarios para montar bien una Iosu Fly.
Si estás convencido de que no vas a pescar nada salvo que consigas clavar el tamaño, silueta y color de las naturales, invierte en pruebas y montajes todo lo necesario hasta conseguirlo.
Si crees que con cualquier mosca pescas, entonces cómpralas.
Y lo más importante de todo: nos han metido a todos en una vida de prisas en la que no tenemos tiempo para casi nada, que lo más sano mentalmente sería acudir al torno como vía de escape de las prisas, y si hago tres moscas en una hora, y me ha servido para desconectar, bienvenido sea.
Y así estoy. Justamente en este proceso. Aprendiendo a hacer moscas otra vez simplemente para desconectar, tarde lo que tarde, y sin estar pensando que en los próximos 50 minutos tengo que hacer 16,6 moscas, descansar espalda y cuello diez minutos, y los siguientes 50 minutos otras 16,6, y otras 16,6, y otras…
Pues no. Me estoy obligando a hacer moscas que me lleva cada una al menos 5 minutos para tratar de que el torno sea una vía de desconexión y no otra fuente más de prisas y objetivos a cumplir.
A ver lo que me dura…