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Truchas selectivas y afirmaciones sorprendentes

dic 13, 2021
Todo el mundo conoce la Dama de Elche. No sé si todo el mundo conoce la Dama de Baza. 

En cambio, existe una curiosidad sobre la Dama de Baza que llama poderosamente la atención: conserva parte de su colorido porque cuando fue descubierta a uno de los arqueólogos se le ocurrió rociarla con laca. 

Sí, sí. Con laca de peluquería. Fijación extra fuerte. Ya sabes que la laca fija el color. Remedio casero para muchos aficionados al dibujo. 

A cualquier arqueólogo actual, si se le propusiese utilizar laca para fijar el color de cualquier resto recién descubierto, así, sin más, seguramente le daría un patatús. 

Teniendo en cuenta las salvajadas que se hacían en Arqueología por aquella época, años 70, digamos que la ocurrencia de utilizar laca así, a lo loco, no es de las peores cosas que podrían haber ocurrido. 

El caso es que las cosas van avanzando, el conocimiento cada vez está más al alcance de la mano y cosas que en los 70 se podían ver normales, e incluso parecer una gran ocurrencia, hoy en día nos harían echarnos las manos a la cabeza.

Esto pasa en casi todas las áreas de conocimiento, excepto en la pesca con mosca, donde muchos de los postulados, ideas y ocurrencias de los 70, de los 80 e incluso de los 90, siguen fijadas en la mente de muchos pescadores como si se tratase de ley grabada en piedra. 

¡Qué demonios! Incluso ideas de hace un siglo siguen vigentes sin haber recibido la necesaria revisión crítica que tanto bien hace en todos los sentidos. 

Vamos a ir viendo algunos ejemplos de vez en cuando, pero esto sí que voy a separarlo en diferentes entradas en el blog porque si las concentro en solo una, nos iríamos a muchos miles de palabras, y la cuestión aquí es entretenerte un rato, no que vayas dando con el dedo para abajo en el móvil para ver cuanto queda mientras piensas “¡pero cuánto ha escrito hoy este pesao!”. 

Bien. Dicho esto, uno de los libros que ha marcado a toda una generación de mosqueros, incluso a muchos que ni siquiera lo han leído, es “La trucha selectiva” de Swisher y Richards. 

Como he dicho otras veces, y lo pienso así de verdad, vayan por delante todos mis respetos a cualquiera que se ponga a escribir un libro de lo que sea, tarea que he empezado varias veces y que jamás he podido culminar. 

Ahora bien, si entre todo el contenido del texto, se te ocurre meter esto, alguna cosa se te puede criticar:

"Para nosotros, disponer de la imitación correcta en una eclosión determinada es cien por cien más efectivo y más satisfactorio que intentar pescar con algo «casi parecido». La mosca correcta es aquella que se asemeja a la natural tanto que la trucha parece preferirla más que al insecto real".

Agárrate ahí: "parece preferirla más que al insecto real".

O sea, van derivando docenas, o cientos, de moscas reales, vivas, con movimiento y sin un cordel atado a la boca ni un gancho asomando, pero la trucha prefiere tu imitación correcta antes que las naturales a las que imita.

Es tremendo.

Sobre todo teniendo en cuenta que la obra se llama “La trucha selectiva”. La trucha selectiva elige antes una mosca artificial que una natural. ¡Olé ahí!

Pero vamos por partes.

Punto número uno: lo primero que afirman es que lo más satisfactorio es pescar con la imitación correcta. Y lo más efectivo.

Menos mal que justo antes dicen "para nosotros".

Para mi lo más satisfactorio es pescar siempre con la misma mosca, así no tengo que andar pensando ni cambiando de mosca y puedo concentrarme en disfrutar del entorno, la presentación, las reacciones del pez... Y no en si la imitación es exacta o deja de serlo.

Y ese "para nosotros" prácticamente invalida todas las explicaciones de ese capítulo, el primero del libro, que se llama "Ciencia y selectividad".

A ver, si es ciencia, el "para nosotros" va justito. Si por algo se define la ciencia es por la utilización del método científico, es decir, plantearse preguntas, realizar investigaciones, plantear hipótesis, probar esa hipótesis, analizar los datos, obtener conclusiones, comparar los resultados...

Si es ciencia, no es para vosotros, deberían ser hechos probados y demostrados válidos para todo el mundo, que se puedan demostrar, comparar los resultados obtenidos por otros investigadores, etc. 

Alguno dirá que incluso dentro de la ciencia se cometen errores. Efectivamente. Y algunos bien gordos. 

Pues imagínate cuando no hay ciencia sino un "para nosotros". Y ese "para nosotros" a la larga se va convirtiendo en una afirmación que muchos otros hacen. Es cierto, yo no he oído nunca a nadie más decir que las truchas tomaban sus moscas con preferencia respecto a las naturales, pero sí la idea de fondo de clavar absolutamente la imitación.

Si en lugar de "Ciencia y Selectividad" hubiesen titulado el capítulo como algo así: "Apreciaciones subjetivas sobre la selectividad de las truchas", sería otra cosa. A mi me parecería un disparate igualmente decir que una trucha prefiere la imitación que la real, pero eso sería también otra apreciación subjetiva mía. 

Punto número dos: "disponer de la imitación correcta".

Y digo yo: ¿Quién decide que una imitación es correcta? ¿Ellos otra vez? ¿El pez? ¿Por consenso general? ¿El Constitucional? ¿El Supremo? ¿Wyoming en el pico de la mesa?

Juzgar con nuestros ojos lo que puede ser correcto o incorrecto a los ojos del pez es algo que todos hemos hecho, y lo hemos hecho mal. No es posible decidir lo que es correcto o incorrecto, cuando todos hemos visto truchas que subían a comerse los nudos del bajo, un indicador flúor de aquellos de pasta tipo plastilina que ni recuerdo el nombre o una colilla flotando por el medio del río.

Recuerdo estar el siglo pasado en el puente viejo de Panes tirando monedas de dos pesetas al río y ver salir reos como mi pierna de grandes a por ella como si estuviesen locos. Ya, ya… Ya sé que eso era echar mierda al río. Eran otros tiempos y bastante que alguno ya hacíamos lo posible por evitarles el desnucamiento después de la captura.

Como el depredador oportunista que la trucha es, si se pone algo a tiro que pudiese ser comida, y si no detecta ningún peligro acechando, lo normal es que el pez muerda a ver qué coño es eso.

Y si una vez mordido no cumple unas mínimas condiciones de textura, sabor o las que sean -ellas sabrán-, lo normal es que lo escupa.

Luego es que somos la leche. Veía no hace mucho una foto comparando un insecto real con una imitación montada en un anzuelo, supuestamente una imitación fiel en extremo a la realidad, e indicando que el tamaño correcto del anzuelo era el 20, y solo con comparar en la foto insecto e imitación, se veía que para ser fiel a la realidad en el tamaño haría falta que fuese un 24 o incluso un 26.

Y esto ya sin entrar en comparar las delicadas alas de una efémera con un mechón de cdc separado en dos en forma de V.

No sé cómo ven los peces, pero desde luego a mis ojos aquello no se parecía en nada al insecto real fotografiado al lado de la imitación. Por eso a veces digo que estamos dando por bueno lo que ven nuestros ojos, y puede que las truchas en ocasiones vean cosas muy diferentes. 

Y ahora viene mi favorito. El punto número tres: "La mosca correcta es aquella que se asemeja a la natural tanto que la trucha parece preferirla más que al insecto real".

Te cagas.

Las truchas prefieren la imitación antes que la mosca real.

Es una mosca tan bien hecha, tan perfecta, que es incluso mejor que las naturales. 

¡Pero si hasta sabe más rica!

¿Te imaginas lo que sería que existiese una mosca así?

Porque claro, es absolutamente falso que estos buenos hombres hayan pescado jamás con una mosca que las truchas se la coman y la prefieran antes que cualquier insecto real.

Si existiese una mosca así, todos la usaríamos. Y haría la pesca tan aburrida que la mayoría ya habríamos cambiado de hobby.

Piensa en una competición. Todos con la misma mosca. Las truchas enloquecidas lanzándose a por ella desde distancias de cinco o diez metros. Truchas de tres o cuatro kilos saliendo de sus escondrijos a tres metros de profundidad en cuanto sospechan que esa mosca que las vuelve locas se acaba de posar en el cabecero de su pozo. Mangas de dos horas y 90 peces por manga y todo el mundo pescando con la misma mosca...

No hay ninguna mosca así. Ni la habrá.

Y curiosamente, si pensamos en moscas que podrían acercarse a esa condición de infalibilidad, ninguna de ellas es la imitación exacta de ninguna especie, ya que entre las que más podrían aproximarse podríamos nombrar la MP81, los Woolly Bugger o la Adams.

Seguro que hay más, pero nombro tres conocidísimas. Y si bien es mucho decir que las truchas las prefieren antes que las naturales, sí es cierto que estas tres pescan casi siempre que las utilizamos.

Yo soy un firme convencido de que para que una trucha tome una mosca, la única condición indispensable, es que simplemente en ese momento esté más preocupada por comer que por no ser comida.

Pero es posible que ni siquiera esta condición se cumpla siempre. Si una trucha ataca por territorialidad a un streamer o a una cucharilla, quizás en ese momento esté más preocupada de no ser comida que de comer, y aun así puede producirse la picada.

Para todo lo demás podemos crear mil teorías, hablar de las truchas como si fuesen los Siete Sabios de Grecia, otorgarles infinita capacidad de discernimiento e incluso una vista capaz de diferenciar los colores como si fuesen una guía Pantone viviente.

Lo malo de todas las teorías que vayamos creando es que, luego, en el río, la naturaleza se encarga de echarlas todas abajo y hacer que muchas veces no sirvan para nada. 

Bueno, para nada, no... Nos sirven de entretenimiento en las tardes de invierno, ¡que no es poco!

06 may, 2024
No me voy a ir muy atrás en el tiempo, que si no igual acabamos en la Tricolor o cualquier de la época, pero sí hay moscas que estuvieron de moda no hace tanto tiempo y que a día de hoy prácticamente han desaparecido de las cajas. La primera que se me viene a la cabeza es la cheposa. O chepuda. Para el que no la conozca, más que un patrón concreto, era un estilo de hacer emergentes con cdc en bucle formando una especie de joroba sobre el cuerpo de la mosca. Además de cdc, también las he visto con pluma de León, antron o similares y seguro que ha habido más variantes circulando por ahí. Me acuerdo que había una mosca con el color 05 (pale watery) del cubilete de SLF, exhuvia del 300, la chepa de cdc y un par de vueltas de hackle que pescaba sin parar. Otra que tuvo cierto éxito durante un corto periodo de tiempo fue la Charnoz. Esta básicamente eran unos cercos rubión, un abdomen en hilo de montaje granate, un tórax en liebre y unas alas en culo de pato. Pescaba que te morías. De hecho creo que voy a hacer unas pocas para el año que viene en cuanto termine de escribir esta entrada. Aunque me parezca increíble lo que voy a decir, creo que otra que se ha pasado completamente de moda es la Adams. Durante muchos años era la mosca que tenías que tener. Podías llevar muchas otras en la caja, pero la Adams no podía faltar, ya fuese en paracaídas o con su hackle tradicional y sus alitas. Estoy completamente seguro sin necesidad alguna de revisar mis notas que en los últimos diez años ni una sola persona me ha pedido que le haga una Adams en ninguna de sus modalidades. Las sigo haciendo para mi. Solo en su versión en paracaídas, eso sí, pero alguna siempre acaba pasando un rato en el agua cada temporada. Los tricópteros en pluma de León son otros que están pasando horas bajas. Y en este caso, no sé bien por qué. Yo hace años que no llevo ninguno en la caja, y no porque no pesquen ni porque no me guste hacerlos. Sí, es cierto que ya no hay las eclosiones de tricópteros tan abundantes que había hace años, pero en muchos ríos en los que nunca ha habido eclosiones abundantes o en los que las truchas no tienen demasiados remilgos, un tricóptero con pluma de León sigue moviendo peces. Son moscas muy fáciles de hacer, que pescan bien y que aguantan muchísimas capturas antes de que empiecen a deteriorarse, así que no sé muy bien el motivo de que ya apenas se usen. Me imagino que, como sucede con otras moscas con hackle, el uso de terminales muy finos las ha condenado un poco, pero también es verdad que hay ocasiones en las que no es necesario usar terminales tan finos. En realidad lo del posible rizado tampoco debería ser excusa, ya que se pueden hacer en paracaídas, con falso hackle de cdc o liebre, con hackle de pluma de cuello de gallo vivo... Vamos, que lo del rizado tiene solución. Creo que lo importante de todo esto es que en muchas ocasiones funciona bien salirse un poco del tiesto y usar moscas que nadie o casi nadie utiliza. Yo siempre miro lo que usaba diez años atrás y meto en la caja un par de modelos de secas y un par de modelos de ninfas de esos que se han pasado de moda y que pocos pescadores utilizan ya, y ahí las llevo para usarlas en zonas muy pescadas en las que los peces ven cada día pasar por delante casi las mismas moscas o para esos momentos en los que nada parece funcionar. El caso es que había hecho un listado con quince modelos, pero por hoy lo dejamos en estas, y otro día, más.
05 may, 2024
Vamos a ver. Ya he hablado de esto otras veces, pero como es una pregunta que de vez en cuando me hace algún compañero, lo dejo aquí explicado y así ya sirve, al menos para una temporada. No vale de nada gastarse un montón de dinero en un vadeador y llevar debajo un pantalón de chándal 100% algodón o unos vaqueros. Es tirar el dinero. Más vale gastar menos en el vadeador y comprar unas buenas mallas. ¿Cómo de buenas? Lo que cada uno quiera o pueda. Pero teniendo en cuenta algunas cosas que son importantes: - Si compras unas mallas de running debes tener en cuenta que, en general, la ropa de running está pensada para usarse una vez e ir directa a la lavadora, por lo que si vas a usar varios días seguidos sin que pasen por la lavadora una camiseta o unas mallas de running, ten en cuenta que eso puede oler como un vertedero. - La ropa para pesca o para senderismo suele estar preparada para esos días de uso continuado y tiene algún tipo de tratamiento antibacteriano que ayuda a limitar el mal olor y la acumulación de mugre. - Otra opción es utilizar prendas de lana merino, que tienen propiedades antibacterianas de manera natural y contribuye a evitar el mal olor. Pero ¡Ojo! Que desde que se ha puesto de moda la lana merino han salido los listos de siempre tomando al consumidor por imbécil. He visto prendas que incluyen lo de lana merino en el nombre pero que cuando miras la etiqueta es 90% poliéster, 3% elastano, 7% lana merino. Así que vigila la etiqueta y que al menos sea 50/50. - Si buscamos opciones económicas, en mi experiencia, la ropa técnica de la marca Crivit que comercializa Lidl da mejor resultado que la de Decathlon. Hay de todo en las dos, pero en general me quedaría antes con Crivit que con Quechua, Forclaz, Kalenji o la que sea. Lo bueno de Decathlon es que las prendas aguantan en las tiendas o la web bastante tiempo y en Lidl si compras una camiseta que te sale buena a lo mejor no la vuelven a tener nunca más, ya que van más a golpe de promociones semanales y stocks limitados. - Tengo prendas caras y prendas baratas que uso para pescar en chaquetas, camisetas, camisas, etc. Pero si hay algo en lo que uso solamente lo de mejor calidad que pueda conseguir, eso es para los calcetines. Da igual si vas a hacer el Camino de Santiago, la Transpirenaica o el PCT, o si vas a correr un trail o a pescar varios días, en muchos casos los males empiezan por los pies. A mi me gusta Darn Tough, Smartwool y Mundsocks (de más caro a más barato). Prefiero un vadeador de 150€ con unos buenos calcetines y unas buenas mallas que un vadeador de 1000€ con calcetines cutres y unas mallas inadecuadas. En todo caso nunca me gastaría 1000€ en un vadeador. Me parece una inversión demasiado grande para un producto que el 100% del tiempo que está en uso se encuentra en riesgo de deterioro o rotura. Y caro no siempre significa bueno. Eso hay que tenerlo claro. Yo uso un vadeador de 200€ que lleva unos 150 días de pesca sin hacer agua por ningún lado y tuve un G3 que me hizo agua en cuatro días. En CUATRO días. Podría pensar que soy el imbécil al que le salió el único malo, pero como conozco otros tres casos con ese mismo vadeador en la misma época en la que yo lo tuve, que les pasó lo mismo, pues no me fío. Y ya lo último: si tienes muy claro que necesitas una chaqueta, o lo que sea, de determinadas características y no te corre prisa comprarla, está muy bien vigilar aplicaciones como Zalando Privé en las que tarde o temprano aparecerá algo como lo que necesitas con importantes descuentos, También webs como Barrabés o Bergfreunde tienen buenas ofertas habitualmente en ropa técnica. E incluso en las webs de algunos fabricantes como Ternua con sus Ternua Days, promoción que hacen dos o tres veces al año y en donde he llegado a ver algunas prendas con el 70% de descuento. Si tienes paciencia puedes conseguir prendas de calidad altísima a precio de Decathlon, pero hay que tener muy claro qué se necesita y la paciencia hasta que aparezca algo que encaje con lo que se necesita en alguna promoción.
04 may, 2024
Hace ya unos cuantos años, más de los que me gustaría, coincidíamos tres o cuatro asturianos habitualmente pescando reos al sereno en una zona muy baja de uno de los grandes ríos asturianos que siempre estaba llena de peces y a donde no iba nunca casi nadie por lo escondido que estaba el acceso. O sabías ir directamente por el único punto de acceso, o no llegabas allí ni de broma. Y como no había cerca ninguna echada para el salmón, podríamos decir que funcionaba casi como una especie de coto privado. El caso es que uno de los que habitualmente estaba, ovetense para más señas, uno de los días, mientras esperábamos a que parase el típico viento de las tardes de verano y que los peces comenzasen a cebarse, me enseñó una mosca seca en culo de pato. Unos días antes pescando en el Cares se había encontrado una cajita de anzuelos en el aparcamiento de Peñacaída, y al abrirla, vio que tenía dentro diez o doce moscas sin usar. Decidió quedarse las moscas porque no sabría cómo dar con el propietario y usar alguna de ellas. Las que más le gustaron a simple vista. Pues bien, cuando me estaba enseñando esa mosca no paraba de decirme lo bien que le había pescado, y que solo había una unidad. Me la dio para que se la copiase y cuando volviésemos a coincidir en el "coto privado" ya se las daría. Así que dicho y hecho. Me la llevé para casa y en cuanto pude me puse en el torno a copiarla lo mejor que pude. Recuerdo que incluso tuve que mezclar varios colores de dubbing de liebre, que es con lo que estaba hecho aparentemente el cuerpo de la original, hasta dar con el color exacto y el resto fue más o menos fácil. El caso es que hice para él y también algunas para mi y las dejé en el chaleco metidas en una cajita de anzuelos para que no se mezclasen con las demás. Cuando volvimos a coincidir, le devolví la original e hicimos el reparto y pusimos cada uno una de las que yo había hecho para ver qué tal funcionaban. Ese atardecer los dos clavamos reos con esa mosca. Luego la seguí probando en otros escenarios y la verdad es que siempre pescaba, aunque como pasa con muchas moscas, una o dos temporadas después ya había sido sustituida por otras y de aquella mosca no quedó más recuerdo que lo que he escrito ahora. El caso es que en otoño de 2023 un amigo me hizo un encargo muy especial. Quería un cuadro de moscas para su habitación de montaje en el que le metiese una colección con modelos míos, con modelos de la colección de Mikel Elexpuru y con modelos de la colección de los Urruzuno. Las moscas serían a mi elección, ya que la única condición es que hubiese veinte unidades de cada una de las tres colecciones. Así que me puse a revisar catálogos viejos que conservo por casa de los Urruzuno, para ver cómo eran los montajes originales de la U22, la U35 y alguna más que todos hemos utilizado alguna vez, y al ver el catálogo de 2009, lo primero que pienso es: "ostia, esa mosca...". Y ahí estaba, la U5. La mosca que un antiguo compañero de pesca encontró en el aparcamiento de Peñacaída, que yo copié lo mejor que pude y que tan buenas jornadas de pesca nos dio antes de que nos olvidásemos de ella pensando que otros modelos nuevos nos funcionarían mejor. Eso me ha llevado a que en este mismo otoño de 2023 en en que estoy escribiendo todos estos artículos para publicar aquí durante 2024, me haya planteado hacer una caja de moscas con los modelos de otros pescadores que utilicé durante años y que mejor me han funcionado. Seguramente escribiré un artículo sobre esa caja de moscas. Es posible que incluso lo haya publicado ya antes de publicar este, porque no tengo ninguna planificación estructurada más allá de tratar de publicar un artículo diario durante cada día de 2024. La reflexión que me gustaría hacer, ya para terminar, es que merece la pena siempre tratar de copiar las moscas que nos encontremos por el río. Sobre todo si es un montaje con el que no estamos muy familiarizados o si tiene alguna cosa que nos llame la atención. Porque, como suelo decir, la gente no suele ser imbécil, así que si alguien estaba pescando con esa mosca que tú te has encontrado, es posible que estuviese pescando con ella porque le funciona.
03 may, 2024
A todos nos atrae esa estética estampa del pescador a mosca en medio de una tabla, haciendo volar unos cuantos metros de línea y posando el bajo con total suavidad. Y está muy bien pescar así, pero eso sirve para un porcentaje no muy grande de los tramos de nuestros ríos. En muchos otros, la única opción viable es doblar el espinazo, moverse por la orilla y tratar por todos los medios de que los peces no nos detecten. No tengo pruebas pero tampoco dudas de que la mayoría de nosotros, por cada pez que detectamos, espantamos al menos otros tres o cuatro que ni nos hemos enterado de que están ahí. Y seguramente me estaré quedando corto. Ya he hablado de algunas de estas cosas en trozos sueltos de otras entradas del blog, pero creo que merece ya que le dedique una entrada específicamente. Va a ser muy cortita, pero que al menos estas cosas tengan su espacio. Para mi lo más importante para pescar, especialmente en ríos de tamaño medio y pequeño, que es como son la mayoría de nuestros ríos, es desarrollar la capacidad de moverse por el río asustando el menor número de peces que sea posible. Para conseguir esto hay que seguir una serie de recomendaciones muy básicas, que muchas veces en nuestro afán por posar la mosca en la típica postura de trucha gorda o por lanzar directamente a la que se está cebando en la cabecera, nos las terminamos saltando. Seguramente muchos tendréis vuestra propia lista de pautas a seguir. Las mías serían estas: - Ropa discreta. No hace falta que vayas con una chaqueta de esas de camuflaje que tienen incluso hojas y demás, ya sabes a lo que me refiero. Ahora bien, cuesta lo mismo llevar una prenda de color caqui u oliva, que llevar una chaqueta naranja fluorescente. Si lo conveniente muchas veces, como veremos a continuación, es desplazarse lo más alejado que sea posible de donde suponemos que están los peces, o de donde vemos que efectivamente están, deberíamos pasar buena parte de nuestro tiempo de pesca cerca de la orilla, junto a la vegetación de ribera, por tanto, ropa que nos haga pasar lo más desapercibidos que sea posible en esa situación parece lo más conveniente. - ¿Clavos sí o no? Tengo la pedrada metida en la cabeza desde hace años que usar botas con clavos hace que espantemos más peces que si no llevamos clavos. Puede parecer una gilipollez, y habría que preguntar a uno que sepa de verdad para que nos explique cómo se transmiten las ondas sonoras provocadas por el metal del clavo al contacto con la piedra y como eso afecta a las truchas. A lo mejor no las espanta de modo que huyan despavoridas, pero quizás sí sea suficiente para que pasen del estado "estoy comiendo" al estado "no quiero ser comido". Igual me falla la memoria, pero me suena que era Pascal Cognard el que usaba para pescar una especie de botines de esos que se utilizan para pescar en los flats, o algo similar, con el único objetivo de ser más sigiloso en sus desplazamientos. Y si no era Pascal, era otro fenómeno de los de aquella época, pero que había uno que hacía esto lo recuerdo perfectamente. - La lentitud es tu amiga. A ver, queda cojonudo decir que en cuatro horas de pesca hemos hecho tres kilómetros de río, pero la mayor parte de las veces no tiene mucho sentido hacer esto. No sé si en medio de una competición lo más conveniente es hacer el tramo a toda velocidad con el objetivo de sacar lo más rápido que sea posible todas las truchas con mejor predisposición a tomar el señuelo, pero en la pesca normal, cuanto más lentos vayamos más vamos a aprender. Me explico. En un tramo cualquiera de un río cualquiera, vamos a decir de unos 500 metros, te puedes encontrar posturas de todo tipo: tablas, parados, pozos, chorros, corrientes, obstáculos en el río ya sean piedras o palos, remolinos... Y dado un tramo así, tenemos dos opciones: pescar solamente las posturas más obvias o pescar absolutamente todas las posturas. Si pescamos todas y cada una de las posturas iremos mejorando nuestra capacidad para pescar todo tipo de ríos y todo tipo de tramos, por si alguna vez nos toca pescar en un río en el que todo sean chorros y pequeños saltos o que sea un parado absoluto. Y, de paso, iremos posando nuestra mosca en puntos que a lo mejor otros han pasado por alto, y nos llevamos una buena sorpresa. - Por la orilla, mejor. ¿Has visto alguna vez un vídeo de algún pescador británico pescando alguno de sus chalk streams? ¿Has visto que llevan unas katiuskas de esas tipo Aigle hasta las rodillas y que no pisan el río para nada? Si no tengo mal entendido, hay tramos en los que incluso está prohibido meter los pies en el río. Ya sé que nuestros ríos no tienen las orillas segadas con cortacésped, y tampoco te digo que pesques en katiuskas, pero sí cometemos con demasiada frecuencia el error de meternos directamente al río cuando en muchos lugares se puede ir pescando desde la orilla perfectamente. Por hablar de un tramo que conoce todo el mundo: cuando vivía en Asturias e iba con cierta frecuencia al coto de Infiesto, en la parte del pueblo, un poco más arriba del colegio y yendo por la otra orilla, donde está el parking, siempre tuve mejores resultados pescando desde fuera del río, aprovechando esos dos o tres metros de hierba que hay en la orilla, que cuando he pescado metido por el medio del agua, que no hacía más que espantar peces por docenas. - Por la sombra si se puede. Y si conseguimos ir pescando desde la orilla, ya sea totalmente en seco o donde nos llega el agua a los tobillos, sería conveniente que nos posicionamos de tal forma que nuestra sombra no se proyecte hacia el río. Ni la sombra de la caña o de la línea, aunque ya sé que esto no siempre es posible. Moverse lentamente por la orilla, ayudándonos de la vegetación y las sombras para pasar lo más desapercibido que sea posible, a menudo nos permite pescar a distancias muy cortas. - Levanta la mosca como es debido. Y, a veces, después de todo esto, llegamos a una posición perfecta para presentar nuestra mosca a un buen pez, que decide no tomarla en la primera deriva y en cuanto la mosca rebasa la posición del pez tiramos de nuestra línea y levantamos la caña haciendo que la mosca se deslice sobre la superficie arruinando todo el sigilo anterior. Si no te quieres complicar, la mejor forma para levantar la mosca sin que suceda eso y así tener otra oportunidad, es dejar que rebase la posición del pez en al menos dos o tres metros y hacer un lance rodado, de modo que la mosca se levante del agua sin deslizarse sobre la superficie del agua ni causar ninguna perturbación. Engrasar el bajo de línea y la cabeza de la línea también puede ayudar a que la línea flote más alta y cause menos perturbaciones a la hora de levantar la mosca del agua. He dicho que iba a ser una entrada corta y ya se me está yendo de las manos... Aunque quedan algunos más detalles pendientes, creo que por hoy lo vamos a dejar aquí.
02 may, 2024
Respeto infinitamente el trabajo de Gary LaFontaine. Lo digo ya: respeto el trabajo de todos los que han dedicado buena parte de su vida a tratar de desentrañar esta cosa de la pesca con mosca para que todos los demás pudiésemos aprender muchas cosas y luego, en función de nuestra propia experiencia, decidir si nuestras impresiones al respecto de un tema determinado coinciden, o no. Lo aclaro porque muchas veces parece que cuando no estás de acuerdo con alguna opinión puede dar la impresión de que estás desprestigiando dicha opinión, y no siempre es ese el caso. Y, desde luego, siempre sería con respecto a la opinión en sí, no respecto a la persona que así opina. Yo no estoy de acuerdo con el 70% de lo que leo, veo o escucho sobre la pesca con mosca, pero eso no significa que desprecie esas opiniones con las que no coincido, ni mucho menos significa que sea yo el que tenga razón. Una vez aclarado eso, vamos al tema. No recuerdo en cuál de sus libros lo decía, pero sí recuerdo más o menos la argumentación de Gary LaFontaine tratando de explicar por qué las truchas picaban a las brassie. No sé si sabes lo que es una brassie, pero básicamente se trata de una ninfa que se suele montar en anzuelos pequeños y que es hilo de cobre envuelto en el anzuelo. Uno de esos montajes tipo "Midge" que con tan buenos resultados utilizan en Estados Unidos. La Zebra Midge es, quizás junto con la Brassie, el patrón más conocido y uno de los más utilizados. Pero vaya, que el montaje de la Brassie no tiene más. El caso es que, como iba diciendo, Gary LaFontaine se preguntaba qué podrían ver las truchas en un montaje de ese tipo, cuando en teoría no se parece en nada que sea habitualmente su comida, y llegaba a la conclusión de que la tomaban porque los canutillos de algunas especies de tricóptero, entre las piedrecitas que los formaban, había materiales que aportaban ciertos destellos metálicos y de ahí que las brassie sirviesen para engañar a los peces. Ten en cuenta que todo eso se escribió tiempo antes de todo el boom de las bolas metálicas, primero de latón, luego de tungsteno y, por supuesto, muchísimo antes de que existiesen los perdigones, de modo que las Brassie se salían bastante del común de los montajes que habitualmente se utilizaban. ¿Qué pensaría Gary LaFontaine hoy si viese las cajas que llevamos la mayor parte de los pescadores de truchas a mosca? No sé si habría imaginado alguna explicación elaborada para cada tipo de ninfa de colorines de las que usamos hoy. Yo, que tengo aspiraciones más modestas, me conformo con que sirvan estas líneas para dos cosas: 1- Rendir un pequeñito homenaje a Gary LaFontaine, que dedicó su vida a la pesca con mosca y a desarrollar toda una serie de imitaciones que a muchos de nosotros nos han permitido llevar innumerables capturas a nuestra sacadera. 2- Para ser conscientes de que, en muchas ocasiones, jugar a meterse en el cerebro del pez puede quedar muy bonito sobre el papel, porque el papel lo aguanta todo, pero luego la realidad a veces es tozuda. Hay una frase de La Rochefoucauld que me encanta para estas situaciones: "No hay nada más bonito en la vida que ver una vulgar teoría apaleada por una brutal pandilla de hechos". E insisto una vez más: cualquiera que haya dedicado interminables horas de su vida a tratar de desentrañar los misterios de la pesca con mosca merece todo el respeto del mundo. Pero a veces, creo que en ese afán por encontrar una explicación para todo, algunas cosas de han llevado demasiado lejos. Yo, que soy un ser bastante básico para todas esas cosas, siempre tiendo a pensar que muchas veces los peces toman los señuelos artificiales simplemente porque llevárselos a la boca es el único modo que tienen de comprobar si realmente eso que les pasa por delante es comida o no. Si tuviesen manos y tiempo para poder cogerlos y observarlos bien, seguramente no pescaríamos ni el 1% de los peces que pescamos. Tampoco digo que yo tenga razón, claro.
01 may, 2024
No descarto estar completamente equivocado, pero creo que cuando un pescador adquiere una caña de gama alta debe encontrar cosas que van más allá de la acción de la caña en sí. Quiero decir, que la caña tenga una acción adecuada para el uso para el que fue diseñada, es lo mínimo. Solo faltaría gastarse cientos de euros en una caña y que ni siquiera su acción sea la adecuada. Otra cosa es que esa acción nos guste a nosotros, ya que el hecho de que la caña tenga la acción adecuada para el uso para el que fue diseñada no quiere decir que tenga que gustarnos. Yo he tenido cañas de todo tipo de gamas que no me gustaban, pero su acción era adecuada para el uso previsto. Otra cosa es que personalmente nos gusten cañas más duras o más blandas, más o menos polivalentes, más cortas, más largas, más reactivas, más lentas, etc. Pero cuando se hace una inversión importante en un producto, cuando estamos hablando de cientos de euros, lo que se espera es que desde el propio packaging hasta el momento de tocar el producto por primera vez todo sea un constante: "¡GUAU!" Tienes que quedarte boquiabierto y ver colmadas todas tus expectativas. Y que cada uno sitúe la frontera de la gama alta donde considere oportuno. Para mí cualquier caña a partir de 500€ es gama alta. Que se les haya ido la pinza llevando los precios de las cañas incluso por encima de los 1000€ es otra cosa, pero a partir de los 500€ yo ya esperaría los atributos típicos de una caña de gama alta. El packaging en muchos casos es lamentable. Recibir una caña de este tipo en una caja de cartón que ha sido reutilizada media docena de veces, porque ves que donde va la etiqueta de la compañía de transportes hay otras siete etiquetas debajo o algunas a medio arrancar, me parece terrible. Y esto no es culpa de las tiendas, que quede claro. Nada es culpa de las tiendas, que bastante tienen con aguantarnos a todos: clientes, fabricantes, distribuidores, agencias de transporte, comerciales... Pero vamos, qué menos que una caja de cartón a medida, serigrafiada, protegiendo un buen tubo de aluminio y demás. Pero si con el packaging empezamos regular, por no decir mal, cuando llegamos al tema del mango y el portacarretes se te cae el alma a los pies. ¿Tanto cuesta tener un portacarretes y mango personalizados? No sé, no me acaba de convencer que en cañas de esos precios, entre 500 y 1000 euros, te puedas encontrar portacarretes o mangos similares a los que puedes comprar por 10 o 20 euros en AliExpress. Y digo similares por no decir iguales. No sé si realmente son iguales, pero se parecen tanto que queda poco estético. Además me parece de ser un poco cutres. Yo llevé dos portacarretes a grabar a un joyero, para que grabase mi firma en la base de ambos, y me cobró 10 €. Si llevas a grabar el logo de tu marca en 1000 portacarretes a un lugar específico para hacer ese trabajo, ¿Cuánto te pueden cobrar por cada uno? Seguramente una cifra casi despreciable sobre un producto cuyo precio final sea de 800 euros, por decir algo. Luego lo mismo con el tubo y la funda. Cañas de esos precios con el típico tubo compartimentado que al por mayor se compra en China por 5 euros la unidad me parece que lo que más hace es dañar la imagen de la propia marca. Y lo mismo con la funda. El año pasado cogí una caña de 10'6" en seis tramos, que solo había una opción disponible en el mercado en cañas de ninfa y en seis tramos, y la funda que traía parecía de tela usada. No reciclada, no. Usada. Que la cortaron de algún trapo viejo, la cosieron para albergar los tramos de la caña y te la mandaron tal cual sin lavar ni nada. No destaco especialmente por mi buen olfato, pero el caso es que es la primera vez que meto una funda de una caña nueva a lavar nada más recibirla porque creo que incluso olía mal. A lo que voy: cañas de más de 500€ con tubo de cordura y sin funda me parecen una falta de respeto al consumidor. De las anillas podríamos decir lo mismo. Ya no entro en que sean de una forma o de otra o de un material o de otro, pero coño, que hay cañas de un montón de pasta que llevan las anillas de un euro que todos usamos cuando empezábamos a montar cañas. Sí, sí. Las más baratitas de American Tackle o de Pacific Bay. Del barnizado de las ligaduras que alguna de estas cañas trae tampoco quiero hablar demasiado, porque he tenido alguna que daba miedo como venía terminada la cosa. Y ya mi tema favorito es el de los puntos de alineación que no están alineados. O que haya anillas desviadas. Lo mismo da. Catástrofe absoluta en ambos casos. Y los dos casos te puedes encontrar. También te puedes encontrar con punteros completamente torcidos, o desviados, o curvados, no sé muy bien como decirlo, pero seguro que sabes a qué me refiero. Y lo que para mi es el peor defecto de todos: que no haya consistencia en la fabricación. Si te encargas una caña de bambú, siendo la madera un ser vivo, aceptas que la caña pueda tener sus particularidades, ya que va tanto en el material como en el trabajo artesanal de ese material. Pero si hablamos de cañas de fibra de carbono, que entre dos cañas del mismo modelo haya diferencias notables en la acción me parece terrible. Hay marcas que cuidan mucho todas estas cosas, como Hardy o Thomas&Thomas, pero a mi siempre me gusta poner el ejemplo de Winston. Y además de forma muy gráfica. Con una Winston ya te empiezas a poner cachondo en cuanto ves el verde del tubo. Luego la calidad del corcho es irreprochable, las maderas nobles en el portacarretes, las ligaduras y su barnizado perfectos, el modelo y el número de serie escrito a mano... Y, por supuesto, una acción de ensueño. Pero como decía al principio, que la acción sea perfecta es lo mínimo exigible. Creo que tendríamos que ponernos mucho más exigentes con todo lo demás, porque ya que muchas marcas están dispuestas a cobrarnos un montón de cientos de euros por sus cañas, que por lo menos nos entreguen un producto perfecto e intachable desde el packaging hasta la última gota de barniz.
30 abr, 2024
Hace algunas semanas publiqué un artículo en el que defendía que como la pesca con mosca es una actividad que ofrece innumerables variantes y posibilidades, considero un poco absurdo que haya quien se niegue a darle la oportunidad a alguna de estas variantes solo porque sí. Otra cosa bien distinta es que una vez probado algo, compruebes que para tí resulta aburrido, ineficaz o lo que sea. Por ejemplo: yo no como pimientos de ningún tipo, pero los he probado, y no me gustan. Esto resulta más o menos admisible. Tampoco como sushi. Pero el sushi no lo he probado. Me genera cierto rechazo la comida cruda, de modo que no como ni sushi, ni tartar, ni ceviche ni nada similar. Domesticamos el fuego hace varios cientos de miles de años, así que yo prefiero que ciertos alimentos pasen por el fuego. Especialmente los que pueden venir acompañados de alguna bacteria desagradable. Ahora bien, no tengo ningún problema en admitir que rechazar algo sin haberlo probado es un comportamiento completamente irracional. Y esto pasa mucho en la pesca con mosca. Está el que ni siquiera quiere probar a pescar al hilo porque eso no es pesca con mosca, el que no quiere pescar con streamers porque eso no son moscas o el que pasa de pescar en agua salada porque eso tampoco es pesca con mosca, ya que solo los salmónidos son peces dignos de ser pescados a mosca. El caso es que parece que cuando te conviertes en pescador a mosca te tiene que gustar todo. Y una cosa es probarlo todo sin demasiados prejuicios, y otra cosa es que te guste. Como si fuese un objetivo final para todo mosquero dominar la pesca a mosca de todas las especies del mundo, dominar el montaje de todo tipo de moscas, etc. Pues mira, no. A mi hay un montón de cosas relacionadas con la pesca con mosca que no me gustan. Las he probado, pero no me gustan. Igual es que soy un purista recalcitrante de mierda y ni siquiera lo sé, pero por empezar por alguna parte: a pesar de haberla practicado en numerosas ocasiones, me aburre la pesca con mosca en agua salada. Y he pescado bastantes lubinas y muchos muiles. Más en ría que en el mar, pero muchos de ambas especies. Pero a la larga, terminé por aceptar que me gusta muchísimo más para la pesca en agua salada el spinning ultraligero y el rockfishing que la pesca con mosca. Me resulta más divertido, más versátil y más eficaz utilizar un equipo de lance que uno de mosca para la pesca de este tipo de escenarios. Y más barato, claro. Que una buena caña de spinning la tienes por 100€ y un carrete que aguante perfectamente el agua salada, por otros 100€. Solo una buena línea de mosca para agua salada ya se te va por encima de los 100€. De carretes y cañas, mejor ni hablar. Algunos dirá: "¡pero los señuelos son muy caros!". A ver cómo te lo explico. Te vas a una tienda de pesca y te gastas 200€ en señuelos duros y de vinilo, más algunos anzuelos y cabezas plomadas para hacer dos o tres montajes básicos, y tienes para pescar todo el año. Te vas a esa misma tienda o a otra, y te gastas 200€ en material de montaje, y lo que tienes por delante no es material para pescar todo el año, sino unas cuantas horas de trabajo frente al torno antes de poder siquiera salir de pesca. Otra cosa que no me gusta nada es pescar peces enormes a mosca. Esto lo descubrí pescando carpas. Una vez tuve la desgracia de clavar una muy grande y me llevó casi 35 minutos sacarla a la orilla. Creo que fue la peor experiencia de mi vida en lo que a la pesca de refiere. Y eso que no iba corto de equipo, que iba con una caña de 9'6" línea 7 potente como la que más y que la duración de la pelea no tuvo que ver con la caña ni con el carrete. Con una caña de línea 9 habría tardado lo mismo, porque además de grande, era el pez más cabezón al que jamás me he tenido que enfrentar. Un horror. O sea, mola clavar un reo grande que te dé dos o tres minutos de lucha y algunos saltos. O alguna buena trucha que te lo ponga difícil también un par de minutos. O un barbo que en la primera carrera te saque sesenta metros de línea. Pero no me jodas, estar media hora batallando con un pez es un coñazo. Ya no quiero ni pensar lo que debe ser un atún, un siluro y similares, pero bueno, tampoco me preocupa, tengo demasiadas hernias y no tengo licencia para pilotar equipos de esos que llevan arnés, cinturón de combate y la de mi madre. Tampoco me gustaba pescar barbos, ni lucios ni black bass. Los lucios siguen sin gustarme en ninguna modalidad, y sufro un tremendo disgusto si clavo alguno intentando pescar otros peces. Y siguen sin gustarme los basses y los barbos a mosca, pero en cambio, con equipos de lance ligero, están empezando a apasionarme. Pasa un poco como en la ría o en el mar. Un equipo de lance es infinitamente más versátil, ofrece muchas más posibilidades, y a la vez es más eficaz, así que pescar estas especies con equipos de lance me divierte, mientras que pescarlas a mosca me aburre bastante. En relación con todo esto, aunque creo que ya le dediqué un artículo en su día solo a este tema, no me gusta ningún tipo de pesca que no sea pesca ultraligera. Por ejemplo: si quisiese pescar un salmón lo haría con una caña de 10' línea 6 o 7 como mucho, con micro tubos o moscas en anzuelos del 8, 10 o 12 y todo el equipo lo más ligero que sea posible siempre que siga imperando cierta cordura. No me refiero a pescarlos a base de ninfazos. Eso tampoco me gusta. Pero las cañas de dos manos todavía me gustan menos. Y he probado ambas cosas. Pero con caña de una mano y moscas de salmón pequeñitas la cosa cambia, y eso sí me atrae mucho más. Si tuviésemos hoy las poblaciones de salmón que teníamos hace 25 años estaría todo el verano por el Narcea con la caña de 10' línea 7, moscas pequeñitas, una línea flotante y 150 metros de backing en el carrete, no vaya a ser, tratando de pescar cada temporada algún añal. Con las poblaciones de salmón que tenemos, ni me lo planteo. Para cuatro peces que quedan no voy a invertir ni un minuto en intentar pincharlos. Y siguiendo con lo de la pesca ultraligera. A día de hoy para el agua salada a spinning la caña más potente que tengo es de acción 5-25, claro que es un modelo hard rock y puedes sacar una bombona de butano desde 50 metros de profundidad, pero me permite lanzar señuelos desde los 8 a los 18 gramos como máximo, que me divierte mucho más que estar lanzando minnows de 40 gramos o chivos de 80 gramos. Y además, así económico en el tema señuelos, ya que solo tengo dos cajas. Una caja con señuelos de 2 a 7 gramos para rockfishing y otra con señuelos de 8 a 20 gramos para spinning. Una docena de señuelos rígidos en cada una, unos cuantos vinilos y cabezas plomadas de dos o tres pesos y a correr. Y para la trucha lo mismo. Me gusta la pesca con equipos ultraligeros de líneas 0, 1 o 2. Como mucho 3. Lo mismo da si es para pescar a ninfa, a seca o a streamer. Veo algún vídeo de algún americano o neozelandés pescando con cañas de línea 6 y moscardones en el 10 o streamers de 12 centímetros y no hay nada que me atraiga menos en este momento de mi vida. Y como es una cuestión de gustos, la suerte es que los gustos pueden ir variando con el paso del tiempo. Pero eso solo lo podremos aprovechar en el caso de que estemos abiertos a probarlo todo. Si decidimos que el sushi no nos gusta porque sí, nunca vamos a tener la oportunidad de que nuestro gusto por un tipo u otro de sushi pueda ir cambiando. Nunca tendremos la oportunidad de disfrutarlo. ¿A dónde quiero llegar con todo esto? A que no pasa nada si hay una o muchas cosas de esta afición que no te gusten. No es ninguna tara ni nada que se le parezca. Sí, sí. Ya sé que las marcas y los influencers te intentan convencer a cada momento de que te tiene que gustar todo, que tienes que pescar de todo con todas las técnicas y tener seis docenas de equipos diferentes para cada especie que vayas a pescar, y tienes que pescarlas todas. No sólo las que tienes a mano, también las que hay solamente en Maldivas, la cuenca del Amur o Kamchatka. Pues mira, no. Si no me interesa ninguna de todas esas cosas que tratáis de meterme por los ojos en las revistas, las redes sociales y YouTube, ni soy raro ni tengo ninguna tara. Si tú quieres gastar cinco mil o diez mil euros en ir a pescar parrotfish a las Seychelles, me parece cojonudo. Yo preferiría invertir esos cinco mil euros en una plantación de patatas o en una explotación de huevos camperos, que me hace mucho más feliz una tortilla de patatas que las Seychelles. Pero tan respetable es una cosa como la otra, faltaría más.
29 abr, 2024
De este tema va a tocar escribir varias veces porque es una de las preguntas que más a menudo me hacen: ¿Merece la pena una caña de gama alta? Vamos a intentar ir un poco en orden. Lo más conveniente sería comenzar diciendo que esta pregunta solo puede responderla uno mismo en función de varias cuestiones que trataremos a continuación. Si lo único que buscas es una herramienta para pescar, en absoluto es necesario adquirir una caña de gama alta. Baetis, Scierra, Greys, Redington, Shakespeare, Traper o Snowbee venden cañas un poco arriba o abajo de los 100 € que son estupendas herramientas para pescar. Y no solo para principiantes. Yo tengo y he tenido cañas de estas gamas para sitios a los que no quería llevar las buenas (ya fuese por tema vuelos en avión, pesca en ríos cerrados con alto riesgo de rotura, pesca en pantano de orillas pedregosas donde seguramente se rayen al posarlas en el suelo, etc.), y con todas las que he usado he podido pescar sin ningún problema. A día de hoy diría que no conozco ninguna caña para pescar a mosca que no sirva para pescar. Ahora bien... ¿Es igual una caña de las gamas de entrada que otra de las series más altas? No debería. En una caña de gama alta el proceso de diseño y fabricación del blank debería ser un poco más complejo, los componentes utilizados deberían ser los de más alta calidad del mercado y a ser posible con un diseño único de la marca, los remates, terminaciones y acabados deberían ser impecables, el corcho del mango debería ser de calidad superlativa... El tema es que te puedes encontrar cañas de gama alta en las que el remate en alguno de los enchufes parezca que está cortado a navaja, en las que el tramo de punta está claramente torcido, en las que la cantidad de barniz aplicado difiere de una ligadura a otra provocando engrosamientos no deseados en alguna de ellas, que el corcho no sea de la calidad que debería, que no incluya funda de tela y tubo de aluminio como debería hacer toda caña de gama alta o que el portacarretes parezca idéntico a los que se pueden comprar en Aliexpress por 10 o 20 euros (no digo que lo sea, porque lo desconozco. Digo que algunos parecen los mismos). Pero aparte de esas cuestiones relacionadas más bien con la estética y el acabado del producto, el tema es que en lo que se refiere a la acción, hay cañas baratas con una acción igual de buena que cañas que cuestan el doble, el triple o incluso más. Y no solo eso. Que te guste o no la acción de una caña es un tema tan personal que no debería verse influido por la opinión de nadie, ni por lo que esté de moda ni por el precio de la caña. Las TFO Finesse o las Redington Classic Trout o las Loop Yellow Line son todas cañas de acción media y cuyo precio estaba por debajo de los 200 dólares. He tenido cañas de estas tres series y todas ellas me han gustado más para pescar que las Sage SLT o Scott G que también han pasado por mis manos, siendo estas cañas tope de gama en cada marca. No quiero decir con esto que me hayan gustado más las cañas de gama media-baja que las de gama más alta. Solo pongo unos ejemplos en concreto. Las Winston IM6 siendo también de acción media y gama alta me gustan más que las TFO Finesse, las Redington CT o las Loop Yellow Line. Es decir, el gusto de cada uno y con lo que está a gusto es algo muy personal y que no siempre va ligado al precio o la calidad del producto. Si todas las cañas de gama alta fuesen perfectas para todo el mundo no habría ninguna en venta en el mercado de segunda mano. Y hay muchas. A lo que voy es a que gastar mucha pasta en una caña no te garantiza nada. En algún caso ni siquiera te asegura que las terminaciones, acabados y componentes vayan a ser top, cuanto más como para entrar en el tema de la acción, el gusto personal, la comodidad y demás. Sí hay cosas que una caña de gama alta ofrece (o debería ofrecer) pero que no son necesarias para la mayoría de los pescadores. Me refiero a su performance, o desempeño, o prestaciones, no sé muy bien como decirlo. A ver así: una caña de gama alta debería tener una respuesta en situaciones límite que una caña de gama baja casi seguro que no tendrá. Me explico: a quien le vaya la vida en las competiciones de lanzado, por ejemplo, quizás una caña de gama alta llevada al límite le ofrezca una mejor respuesta y le permita lanzar uno o dos metros más. A quien le vaya la vida en una competición de pesca y necesite una caña con la que no se suelte casi ningún pez y al mismo tiempo responda para que no se eternice la pelea en el caso de clavar una trucha de buen tamaño seguramente necesitará una caña que cumpla con esos requisitos. A los que pesquen arapaimas, siluros o cualquier otro bicho de esos feos capaces de sacarte el hombro del sitio, seguramente le hará falta una caña construida específicamente para ello. Y seguramente no encontrará muchas cañas que sean baratas y cumplan con estos requisitos. Otra cosa es el tema de los precios que han alcanzado a día de hoy las cañas para pescar a mosca, que personalmente me parecen un escándalo absoluto. Y esto ya lo he dicho muchas veces, así que no insistiré en ello, pero son precios que no se justifican ni de lejos si atendemos únicamente a los materiales empleados, la construcción en sí misma y los componentes elegidos. Y, además, en muchos casos ya ni siquiera es válido el argumento de la garantía, porque lo de las garantías de por vida ya ni siquiera es lo que era. Por supuesto cada uno es libre de invertir su dinero como mejor le parezca. En mi caso, después de haber probado cañas de todo tipo, he llegado a la conclusión de que los precios actuales de las cañas de gama alta me parecen injustificables desde un punto de vista racional, y como lo aspiracional o lo relacionado con el status no me va nada en absoluto, ya decidí hace un par de años que podía pescar perfectamente con cañas de gama baja o gama media, así que no necesito para nada cañas de 1000 euros. Pero es una elección personal motivada por diferentes razones. Por supuesto no tengo nada en contra de que quien quiera cañas de la gama que sea se las compre, faltaría más...
28 abr, 2024
Tenemos que empezar siendo honestos con nosotros mismos y admitir que, uno a uno, somos insignificantes. Bueno, a lo mejor está leyendo esto alguien que haya participado en el desarrollo de una vacuna, alguno de los que van en el Open Arms o cualquier otra labor que haya servido para salvar vidas humanas. En ese caso, no sois insignificantes. Pero, en general, la mayoría solo tenemos tiempo y recursos para ocuparnos de nosotros mismos, de nuestra familia más próxima y de algún amigo cercano. Lo que quiero decir con esto es que, ni para bien ni para mal, nuestras acciones individuales van a alterar gran cosa el discurrir de todo. Salvo si eres de esos que se dedican a prender fuego en el monte. En ese caso tampoco serías insignificante, pero prefiero no decir lo que opino. O si eres un milmillonario de esos que cogen el avión para cada desplazamiento que hacen, aunque sea de diez minutos, y que, al cabo del año, contaminan más ellos solos que todo un pueblo de mediano tamaño junto. Y esto, aplicado a la pesca, viene a ser un poco lo mismo. La mayoría de los que pescamos sin muerte no pasamos de salvar la vida a unos pocos centenares de peces cada año, y la mayoría de los que pescan con muerte, respetando los cupos, no pasan de matar unas cuantas docenas de peces cada año. Así, tomados uno por uno, lo que cada uno de nosotros haga no va a ser nada definitivo para condenar o salvar a las truchas de su extinción. Pero cuando nos juntan en manada y si tomamos los números totales de la manada, y no de los individuos que la componen uno a uno, la cosa cambia bastante. Y no es lo mismo matar unas pocas docenas de peces al año, que matar varias decenas de miles, en el caso de sumar todas las capturas de los pescadores con muerte de una región cualquiera. Con la proliferación por todas partes de la fantasía animalista ya hace años que se nos acusa a los pescadores que practican la pesca sin muerte de torturadores, o algo peor. Incluso algunos de los de esnuca y fríe se han apoderado del argumento. Resulta muy llamativo ver a un pescador presumiendo un día de haber hecho el cupo de salmones de un coto, y a los pocos días llamar torturador a un pescador sin muerte. Y eso de torturador es una cosa demasiado subjetiva. Yo en la casa del pueblo siempre tuve perros y gatos, y todos andaban a su puta bola. Jamás estuvieron atados, ni encerrados, ni les faltó comida ni techo en el que dormir a cubierto y bien calientes. Me imagino que esto hoy en día sería impensable, es posible que incluso ilegal, pero el siglo XX era algo salvaje. Qué le vamos a hacer... Lo que quiero decir es que para mí está más torturado un mastín metido en un piso de 70m² al que sacan dos veces al día para que cague y haga pis fuera del piso, que uno que pase todo el año en el monte. Llevándolo al extremo podríamos llamar torturador a cualquier senderista o trail runner que vaya pisando y matando insectos durante su transitar por cualquier monte, al que se dedique a tener peces metidos en una pecera o a lo que se te ocurra. ¿Verdad que suena ridículo? En cualquier caso, todas estas cosas, que ya digo que son muy subjetivas, son además instrascendentes, ya que se centran principalmente en la ética de cada individuo, según sus propios valores, sus ideales y su experiencia. Y, en esto, como decía al principio, la mayoría de nosotros somos insignificantes. A mi me interesa mucho más la ética como especie. Los resultados globales que producen las acciones particulares. Y ahí es donde dejamos de resultar insignificantes como individuos, para pasar a ser importantes como miembros de la manada. Por este motivo, no concibo ningún otro tipo de pesca ética que no sea el captura y suelta, ya que es la única forma de que las acciones particulares -devolver el pez vivo al agua en lugar de matarlo- produzcan resultados globales que puedan ser positivos -un altísimo porcentaje de los peces devueltos al agua podrán seguir reproduciéndose para garantizar la supervivencia de su especie-. Y todo esto siempre teniendo en cuenta dos cosas: 1- La primera de ellas es que esos peces han de ser devueltos en las mejores condiciones que sea posible. 2- La segunda cosa es que me refiero, obviamente, a que esto deberia llevarse a cabo de manera indiscutible con las especies que estén allí donde corresponde: las especies autóctonas. Por eso, en mi opinión, la ética no es matar o no matar a un pez en particular. La ética está siempre en el beneficio mayor que pretendes alcanzar a partir de las acciones particulares que como individuo puedas llevar a cabo. Si quieres que se siga pudiendo matar todo salmón que llegue a las costas cantábricas, en mi opinión tienes una ética de mierda. Espero que se haya entendido.
27 abr, 2024
Es posible que no lo parezca ya que escribiendo me sale de manera natural ser directo e incluso un poco, pero en realidad tengo un grado de pero tengo una capacidad de comprensión del esfuerzo ajeno que por lo menos está en la media. Y uno de los colectivos con los que más empatizo es con el de los creadores de contenido gráfico sobre pesca. Yo que me he pasado años hasta conseguir tener una configuración del equipo que llevo que no llega a 700 gramos de peso, cosa que me agradecen cada una de mis vértebras, y que incluso me he planteado llevar al costurero una camisa Columbia Silver Ridge de dos bolsillos para que me acoplen un enganche para la sacadera atrás, y no llevar nada más, mientras que hay gente que con tal de grabar videos y hacer fotos llevan un chest-pack con todo lo necesario para la pesca acoplado a un mochilón donde llevan todo el material de grabación o fotografía. Me pego dos tiros en casa rodilla si tengo que ir al río así. De hecho me gustan las salidas de pesca de dos o tres horas para no tener que llevar ni comida ni nada, lo de pescar, medio litro de agua, un silbato de emergencia y andando. Tú imagínate llevar detrás una mochila con la Reflex Digital, el gran angular para los paisajes, el 70-200 para los detalles y el macro para las fotos de los bichos y las moscas. Por si no fuera suficiente, hace ya años que no eres nadie si en tus vídeos no metes unos cuantos planos de dron. Y a eso súmale la comida, la bebida y la ropa para todo el día. Se va fácil a los 6-7 kilos. Eso es justo lo que pesa mi equipo para hacer entera la Transpirenaica en autosuficiencia y sin servicio de transporte de material de un refugio a otro, sin contar agua y bebida, claro. Y luego en muchos casos para que solo tengan en los vídeos media docena de comentarios, tres o cuatro docenas de likes y unos cuantos cientos de reproducciones. Deberíamos ser todos más empáticos, valorar ese esfuerzo, suscribirnos a sus canales y darles de vez en cuando las gracias por todo el trabajo que hacen y que nos llega gratis a través de distintas plataformas. Como propósito para 2024 me he propuesto empezar a hacerlo en cada vídeo que vea de los canales que sigo, independientemente de que me haya gustado mucho o no tanto. En todo caso espero que sirvan estas pocas lineas para darles las gracias por todas las horas de entretenimiento y aprendizaje que nos proporcionan, en muchos casos a cambio de casi nada. Es que me hierve un poco la sangre cuando veo que para cualquier pachanga de fin de semana, de eso que llaman "open", aparece un cartel con dos docenas de patrocinadores que donan cañas, carretes, anzuelos, cheques descuento o lo que sea, y en canales de Youtube que llevan un trabajo del demonio, no tienen ni un puto patrocinador que al menos les regale parte del equipo de pesca, aligerando un poco la cantidad de dinero invertido en equipos de grabación, que las Nikon, las Sony o las Go-Pro no se pagan solas, y ninguno de los propietarios de esos canales viven de ellos, sino que gastan buena parte del dinero que ganan con su trabajo "normal" en crear vídeos con los que entretenernos a todos...
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