30 abr, 2024
Hace algunas semanas publiqué un artículo en el que defendía que como la pesca con mosca es una actividad que ofrece innumerables variantes y posibilidades, considero un poco absurdo que haya quien se niegue a darle la oportunidad a alguna de estas variantes solo porque sí. Otra cosa bien distinta es que una vez probado algo, compruebes que para tí resulta aburrido, ineficaz o lo que sea. Por ejemplo: yo no como pimientos de ningún tipo, pero los he probado, y no me gustan. Esto resulta más o menos admisible. Tampoco como sushi. Pero el sushi no lo he probado. Me genera cierto rechazo la comida cruda, de modo que no como ni sushi, ni tartar, ni ceviche ni nada similar. Domesticamos el fuego hace varios cientos de miles de años, así que yo prefiero que ciertos alimentos pasen por el fuego. Especialmente los que pueden venir acompañados de alguna bacteria desagradable. Ahora bien, no tengo ningún problema en admitir que rechazar algo sin haberlo probado es un comportamiento completamente irracional. Y esto pasa mucho en la pesca con mosca. Está el que ni siquiera quiere probar a pescar al hilo porque eso no es pesca con mosca, el que no quiere pescar con streamers porque eso no son moscas o el que pasa de pescar en agua salada porque eso tampoco es pesca con mosca, ya que solo los salmónidos son peces dignos de ser pescados a mosca. El caso es que parece que cuando te conviertes en pescador a mosca te tiene que gustar todo. Y una cosa es probarlo todo sin demasiados prejuicios, y otra cosa es que te guste. Como si fuese un objetivo final para todo mosquero dominar la pesca a mosca de todas las especies del mundo, dominar el montaje de todo tipo de moscas, etc. Pues mira, no. A mi hay un montón de cosas relacionadas con la pesca con mosca que no me gustan. Las he probado, pero no me gustan. Igual es que soy un purista recalcitrante de mierda y ni siquiera lo sé, pero por empezar por alguna parte: a pesar de haberla practicado en numerosas ocasiones, me aburre la pesca con mosca en agua salada. Y he pescado bastantes lubinas y muchos muiles. Más en ría que en el mar, pero muchos de ambas especies. Pero a la larga, terminé por aceptar que me gusta muchísimo más para la pesca en agua salada el spinning ultraligero y el rockfishing que la pesca con mosca. Me resulta más divertido, más versátil y más eficaz utilizar un equipo de lance que uno de mosca para la pesca de este tipo de escenarios. Y más barato, claro. Que una buena caña de spinning la tienes por 100€ y un carrete que aguante perfectamente el agua salada, por otros 100€. Solo una buena línea de mosca para agua salada ya se te va por encima de los 100€. De carretes y cañas, mejor ni hablar. Algunos dirá: "¡pero los señuelos son muy caros!". A ver cómo te lo explico. Te vas a una tienda de pesca y te gastas 200€ en señuelos duros y de vinilo, más algunos anzuelos y cabezas plomadas para hacer dos o tres montajes básicos, y tienes para pescar todo el año. Te vas a esa misma tienda o a otra, y te gastas 200€ en material de montaje, y lo que tienes por delante no es material para pescar todo el año, sino unas cuantas horas de trabajo frente al torno antes de poder siquiera salir de pesca. Otra cosa que no me gusta nada es pescar peces enormes a mosca. Esto lo descubrí pescando carpas. Una vez tuve la desgracia de clavar una muy grande y me llevó casi 35 minutos sacarla a la orilla. Creo que fue la peor experiencia de mi vida en lo que a la pesca de refiere. Y eso que no iba corto de equipo, que iba con una caña de 9'6" línea 7 potente como la que más y que la duración de la pelea no tuvo que ver con la caña ni con el carrete. Con una caña de línea 9 habría tardado lo mismo, porque además de grande, era el pez más cabezón al que jamás me he tenido que enfrentar. Un horror. O sea, mola clavar un reo grande que te dé dos o tres minutos de lucha y algunos saltos. O alguna buena trucha que te lo ponga difícil también un par de minutos. O un barbo que en la primera carrera te saque sesenta metros de línea. Pero no me jodas, estar media hora batallando con un pez es un coñazo. Ya no quiero ni pensar lo que debe ser un atún, un siluro y similares, pero bueno, tampoco me preocupa, tengo demasiadas hernias y no tengo licencia para pilotar equipos de esos que llevan arnés, cinturón de combate y la de mi madre. Tampoco me gustaba pescar barbos, ni lucios ni black bass. Los lucios siguen sin gustarme en ninguna modalidad, y sufro un tremendo disgusto si clavo alguno intentando pescar otros peces. Y siguen sin gustarme los basses y los barbos a mosca, pero en cambio, con equipos de lance ligero, están empezando a apasionarme. Pasa un poco como en la ría o en el mar. Un equipo de lance es infinitamente más versátil, ofrece muchas más posibilidades, y a la vez es más eficaz, así que pescar estas especies con equipos de lance me divierte, mientras que pescarlas a mosca me aburre bastante. En relación con todo esto, aunque creo que ya le dediqué un artículo en su día solo a este tema, no me gusta ningún tipo de pesca que no sea pesca ultraligera. Por ejemplo: si quisiese pescar un salmón lo haría con una caña de 10' línea 6 o 7 como mucho, con micro tubos o moscas en anzuelos del 8, 10 o 12 y todo el equipo lo más ligero que sea posible siempre que siga imperando cierta cordura. No me refiero a pescarlos a base de ninfazos. Eso tampoco me gusta. Pero las cañas de dos manos todavía me gustan menos. Y he probado ambas cosas. Pero con caña de una mano y moscas de salmón pequeñitas la cosa cambia, y eso sí me atrae mucho más. Si tuviésemos hoy las poblaciones de salmón que teníamos hace 25 años estaría todo el verano por el Narcea con la caña de 10' línea 7, moscas pequeñitas, una línea flotante y 150 metros de backing en el carrete, no vaya a ser, tratando de pescar cada temporada algún añal. Con las poblaciones de salmón que tenemos, ni me lo planteo. Para cuatro peces que quedan no voy a invertir ni un minuto en intentar pincharlos. Y siguiendo con lo de la pesca ultraligera. A día de hoy para el agua salada a spinning la caña más potente que tengo es de acción 5-25, claro que es un modelo hard rock y puedes sacar una bombona de butano desde 50 metros de profundidad, pero me permite lanzar señuelos desde los 8 a los 18 gramos como máximo, que me divierte mucho más que estar lanzando minnows de 40 gramos o chivos de 80 gramos. Y además, así económico en el tema señuelos, ya que solo tengo dos cajas. Una caja con señuelos de 2 a 7 gramos para rockfishing y otra con señuelos de 8 a 20 gramos para spinning. Una docena de señuelos rígidos en cada una, unos cuantos vinilos y cabezas plomadas de dos o tres pesos y a correr. Y para la trucha lo mismo. Me gusta la pesca con equipos ultraligeros de líneas 0, 1 o 2. Como mucho 3. Lo mismo da si es para pescar a ninfa, a seca o a streamer. Veo algún vídeo de algún americano o neozelandés pescando con cañas de línea 6 y moscardones en el 10 o streamers de 12 centímetros y no hay nada que me atraiga menos en este momento de mi vida. Y como es una cuestión de gustos, la suerte es que los gustos pueden ir variando con el paso del tiempo. Pero eso solo lo podremos aprovechar en el caso de que estemos abiertos a probarlo todo. Si decidimos que el sushi no nos gusta porque sí, nunca vamos a tener la oportunidad de que nuestro gusto por un tipo u otro de sushi pueda ir cambiando. Nunca tendremos la oportunidad de disfrutarlo. ¿A dónde quiero llegar con todo esto? A que no pasa nada si hay una o muchas cosas de esta afición que no te gusten. No es ninguna tara ni nada que se le parezca. Sí, sí. Ya sé que las marcas y los influencers te intentan convencer a cada momento de que te tiene que gustar todo, que tienes que pescar de todo con todas las técnicas y tener seis docenas de equipos diferentes para cada especie que vayas a pescar, y tienes que pescarlas todas. No sólo las que tienes a mano, también las que hay solamente en Maldivas, la cuenca del Amur o Kamchatka. Pues mira, no. Si no me interesa ninguna de todas esas cosas que tratáis de meterme por los ojos en las revistas, las redes sociales y YouTube, ni soy raro ni tengo ninguna tara. Si tú quieres gastar cinco mil o diez mil euros en ir a pescar parrotfish a las Seychelles, me parece cojonudo. Yo preferiría invertir esos cinco mil euros en una plantación de patatas o en una explotación de huevos camperos, que me hace mucho más feliz una tortilla de patatas que las Seychelles. Pero tan respetable es una cosa como la otra, faltaría más.