Hay varios temas de los que me había propuesto no escribir nada, pero me llegan habitualmente mensajes preguntándome o haciéndome algún comentario sobre alguno de dichos temas, así que por escabroso que sea, vamos a intentarlo.
Hoy tocan las botas de vadeo.
Si has leído otros artículos de los que he ido publicando, ya sabrás lo que opino: todas parecen efervescentes. Se disuelven al contacto con el agua.
Por supuesto, es una exageración. Pero dado el precio que tienen, seguro que todos esperaríamos una mayor durabilidad.
El tema es que haciendo memoria solo he tenido tres pares de botas de vadeo que me hayan durado dos temporadas o más:
- Simms Freestone (el primer modelo).
- Chota STL (el primer modelo).
- Vision Loikka.
Las Simms y las Vision es verdad que duraban, claro que a cambio te podían provocar varias lesiones articulares, ya que no recuerdo haber llevado en los pies nada más incómodo que esos dos pares de botas en toda mi vida.
Las botas de goma de Aigle o Gaviota eran infinitamente más cómodas que esos modelos de botas de Simms o Vision.
Así que las únicas botas que he tenido que combinaban a la perfección durabilidad y confortabilidad han sido las Chota STL.
Pero como nada es perfecto, solo las de primera hornada tenían la durabilidad, porque cuando se me gastaron las primeras después de unas 200 salidas de pesca, volví a comprar las mismas y ya no eran las mismas. Eran igual de cómodas, pero duraron poco más de una temporada.
Y de aquella iba muchos días de pesca. Que éste es otro tema del que quería hablar.
A día de hoy yo no puedo recomendar botas de vadeo porque voy de pesca a la trucha, es decir, con botas y vadeador, unos 25 días por año, así que no soy una muestra lo suficientemente fiable. Y a pesar de todo, desde las Loikka, todas las demás que he tenido me han durado una temporada a duras penas, cosa que me parece una vergüenza. Tengo unas botas de 19€ de Decathlon para patear pantano, orillas escarpadas, pedregosas y un terreno en general más abrasivo que las tengo ya desde hace dos años y han hecho más salidas de pesca que todos los últimos modelos que he tenido de botas de vadeo.
Admito que yo quemo calzado de una forma que diría que no es normal. Un par de zapatillas me dura seis meses o así, algunas ni eso, antes de tener la parte interna totalmente destruida y la suela completamente gastada. Como las cuido, las ves por fuera y dirías que están nuevas, pero si miras el interior o la suela se ve que están para el arrastre.
Pues con las botas de vadeo más o menos lo mismo.
Digo esto porque no todo el mundo tiene la misma forma de caminar, ni camina por los mismos sitios, ni cuida igual el calzado, ni tiene la misma estatura y el mismo peso...
Cuando usaba las Chota pesaba unos 90 kilos y andaba por el Narcea pegando unas patadas a las piedras del fondo que alguna hasta la movía del sitio, así que no dudaba en recomendarlas a cualquiera que me preguntase por ellas. Como en aquel momento me consideraba una fuente fiable para eso, no me daba ningún reparo recomendar esas botas. Si me aguantaban a mí, le aguantarían a cualquiera.
Y con esto hay que tener cuidado, porque desde mi punto de vista, si me recomienda unas botas alguien que mide 170 y pesa 68 kilos, para mí su recomendación carece completamente de valor. Para que me sirva la recomendación tiene que venir de alguien que mida y pese más que yo, y que a ser posible pesque similares escenarios. Si pescas en ríos de fondos de grava, con accesos cómodos, sin grandes desniveles y demás, lo más normal es que unas botas duren bastante más que si pescas ríos de montaña con grandes pendientes, accesos malos que requieren de largas caminatas y cantidad de cantos rodados en los que vas golpeando continuamente las botas.
Haciendo un repaso de las botas que he tenido en los últimos diez o doce años, están las Loikka que duraron dos años y luego unas cuantas más que duraron una temporada o menos, y hay de todo: Simms Tributary, Simms Flyweight, Patagonia Lightweight, Bestard Canyon Guide, Vision Hopper, Greys Strata, Chota Abrams Creek...
Ahora tengo para estrenar unas Vision Musta que compré hace como 3 o 4 años cuando dejaron de fabricarlas con la suela Gummy para empezar a fabricarlas con la suela Michelin. En algunas tiendas pusieron las de suela Gummy a poco más de 100€ así que aproveché. Las he tenido guardadas hasta ahora porque los últimos años he ido estirando todo lo posible otros pares, como un par de Greys Strata que tengo en Gijón y unas Simms Flyweight que tengo en Madrid, y he conseguido alargarles la vida a ambas a base de sikaflex y algunas visitas al zapatero. Con las Greys espero poder hacer todavía en 2024 la docena de días de pesca que haga en Asturias antes de que definitivamente fallezcan. Con las Simms ya no hay más de dónde rascar, creo, así que tocará estrenar las Musta.
Y digo esto porque en lo que se refiere a las botas, gastarse dinero puede no ser garantía de nada, así que mi único consejo es que cuando veas algún modelo que tenga buena pinta, en tu talla y con el precio rebajado, cógelas. Ojalá te duren las que tengas y pasen años antes de que puedas estrenar las que hayas cogido en liquidación u oferta, pero seguramente las acabarás estrenando antes de lo que te habría gustado.