Esto va a ser un batiburrillo. Advertido estás.
Batiburrillo: mezcla de cosas revueltas, inconexas y que se desdicen entre sí.
Creo que batiburrillo debería ser un género literario por sí mismo.
No sé en qué punto de la Historia se pasó a considerar respetables a esos seres de ideas inmutables, que siempre piensan A, siempre defienden A y morirán estáticos en la letra A.
Con la cantidad de impactos de todo tipo que sufrimos cada día, qué menos que ir dejándose moldear por alguno de ellos.
Siempre dicen que es mucho más interesante departir con aquellos que piensan diferente, porque te obligan a plantearte tus ideas. Concuerdo.
Con límites, eso sí.
En algún caso y según se escuchen ciertas opiniones el mejor modo de respetarlas es alejándose todo lo posible.
Por ejemplo: no sé si os habéis enterado, pero hay negacionistas del volcán. O sea, negacionistas del vulcanismo.
Negacionistas del vulcanismo. Es que no doy crédito.
Sirva como ejemplo de opinión ante la que hay que establecer dicho cordón sanitario, y volvamos a la pesca.
Empecemos por los blogs.
- Blogs sobre pesca con mosca.
Cuando un día te decides a lanzar un blog sobre pesca con mosca el primer pensamiento que se te viene a la cabeza es:
"Ostias, pero hay gente que sabe mucho. ¿Qué voy a contar yo?".
Esto es verdad y mentira al mismo tiempo.
Es cierto que hay gente que sabe mucho, pero esto es pesca.
Todo lo que sabes, o crees que sabes, puede volar por los aires en el río de casa, en el que has pescado toda tu vida. Si las de los puntitos rojos dicen que no, da igual todo lo que crees que sabes. O lo que realmente sabes.
Seguro que has visto esto alguna vez: competidor de cierto nivel al que le cae el campeonato en su río del alma, del que conoce cada piedra, y obtiene resultados nefastos.
O fuera de la competición: te llevas a dos amigos a un tramo que tienes controladísimo, donde siempre te hinchas a sacar peces, y justo el día que llevas a los amigos para que lo disfruten ninguno de los tres sois capaces de clavar un puto pez.
En resumidas cuentas, si te gusta escribir o si simplemente te apetece, adelante con lanzar un blog sobre pesca con mosca, o sobre lo que sea.
Lo mejor de hacerlo es que, si consigues unos cuantos miles de visitas diarias, incluso te puedes sacar un sobresueldo. Y, además, puedes empezar y dejarlo cuando te apetezca.
Bueno, esto último solamente en el caso de que lo del sobresueldo no sea tu objetivo.
Si insertas publicidad para sacarte unos duros, ahí no te queda otra que seguir con ello. Aclaro que a mi solo me cuesta dinero. No hay un solo anuncio publicitario insertado en esta página web. Pero tranquilo, tampoco cuesta tanto si buscas opciones. Desde unos 12 € al mes, lo tienes.
Perdón, que me lío.
Yo he sido un ávido consumidor de blogs sobre pesca con mosca. Sí, ya sé que hoy en día lo de leer está casi en peligro de extinción y que lo que mola es darle al dedo para arriba pasando fotos en Instagram.
O de lado, y pasar las fotos en Tinder.
Mira, cosas que he aprendido leyendo blogs de pesca con mosca y que no habría aprendido pasando fotos en Instagram. Menos aún en Tinder:
1) Como calcular el peso de tus bolas de tungsteno para saber si realmente son 100% tungsteno o les están metiendo otros metales de relleno.
2) Docenas de recetas para bajos de línea de todo tipo: anudados, cónicos, torsionados…
3) Como hacer bajos torsionados.
4) Como montar una caña de mosca paso a paso.
5) Como pescar a ninfa a pez visto.
6) Como montar moscas cojonudas, que pescan un montón, y que no tienen nada que ver con las nuestras.
7) Los motivos por los que pasé de no pescar una sola trucha a streamer a ser capaz de sacar unas cuantas cada vez que me da por pescar así.
8) Porqué los únicos sitios en los que me gastaría dinero, si lo tuviera, en hacer un viaje de pesca serían Groenlandia, Islandia, Mongolia o Siberia.
9) Todas las equivalencias inútiles entre las sedas Gütermann y cualquier otra seda o rayón. Y digo inútiles porque casi todas estaban hechas con las bobinas en seco, y esto tiene de malo que en cuanto ponemos la mosca en el agua, se moja, y de seco a mojado no todos los colores cambian igual.
10) Lo más importante: me ha permitido conocer un montón de gente de todas partes con las que intercambiar moscas, experiencias, historias de pesca, patrones de montaje… En resumen: aprender.
Bonus track: 11) Para la temporada que viene me está permitiendo mandar a tomar por culo todas las cañas de pesca al hilo e ir aprendiendo los rudimentos básicos de lo del New Zealand Indicator para poder pescar con una sola caña a seca y a ninfa.
Una sola caña para todo. Lloro de emoción.
Me decía un amigo el otro día que lo de los blogs ya había pasado a la historia. Y yo pensaba en todos esos especialistas en SEO que facturan miles de euros cada mes solo a partir de unas cuantas páginas web y del tráfico que generan.
Sí coincido con él en que muchos blogs pasan una mala época, ya que han decidido limitarse a hacer reviews de material, compartir vídeos de Youtube u otro tipo de contenido visual generado por otros y poca cosa más.
Comida rápida, en definitiva.
A pesar de todo, y volviendo a la idea original, de todo el mundo se puede aprender algo. Bueno, o malo, pero algo.
Así que si te apetece, y decides invertir unos euros al año, más el tiempo necesario, puedes tener tu propia web y dedicar los ratos sueltos a soltar todo lo que se te pase por la cabeza.
En mi caso, que he tenido varios blogs y he participado redactando para muchos otros, y de todo tipo de temáticas, cuando me decidí a volver a tener un blog de pesca simplemente fue para compartir un montón de borradores que tenía con la idea de escribir un libro.
Desde luego no nació con intención de monetizarlo ni nada que se le parezca. No he insertado un solo anuncio en año y medio, así que esperemos que pueda seguir así la cosa.
- Revistas de pesca.
Si los blogs de pesca están en peligro de extinción, ¿cómo están las revistas? ¿Fosilizadas?
En realidad podríamos decir que es su culpa. Al mismo tiempo que en internet proliferaba el contenido más visual que escrito, las revistas cada vez incluían más páginas publicitarias y más fotos a doble página.
Se dedicaron a despreciar su principal ventaja competitiva, que es el texto escrito, para tratar de competir con las mismas armas de otros medios. Una muerte anunciada.
Si sois jóvenes seguramente no lo recordaréis, o no lo sabréis, pero en Danica llegaron a publicarse artículos de Jean Louis Teyssie o de Jean Paul Dessaigne. Claro, que si sois jóvenes tampoco sabréis quienes son estos señores.
Buscadlos. Las efémeras y hormigas en cuerpos extendidos que veréis con una simple búsqueda en Google imágenes deberían dejaros la boca abierta un ratito.
Y eso hoy, porque ver aquellas moscas hace 15 o 20 años era como recibir un escopetazo en el pecho.
Al margen de franceses, era un gusto poder leer a Azpilicueta, Coterón, Viñuales, Azorero…
Hay un artículo de Azpilicueta a propósito de los grados de alerta en las truchas que debería ser de lectura obligatoria antes de empezar siquiera a empuñar una caña de mosca.
Recuerdo algunos de Aitor sobre el equilibrio de la caña, las hormigas o el pelo de ciervo en los que podías aprender algo cada vez que lo releías. Por no hablar de lo que aprendimos de moscas con Alejandro y Jesús.
Y seguro que se me olvidan muchos otros, pero no me voy a poner a repasar. Si de los que me acuerdo son de estos, por algo será.
Y si nos vamos al panorama internacional, pues un poco más de lo mismo. Muchos publirreportajes de destinos de pesca en los que el 99% de nosotros jamás podremos ir a pescar, muchas fotos de peces que la mayoría de nosotros jamás vamos a poder pescar y muchos materiales de pesca que la mayoría no nos podemos permitir.
Por suerte hay algunas que todavía sobreviven a base de continuar aportando contenido de calidad. No son muchas, pero “habelas, hailas”.
Y alguna de ellas te permite adquirir números sueltos vía online, en pdf, por alrededor de 3 €. En estas cosas sí que se agradece la llegada de internet.
Recuerdo cuando compré una suscripción anual a una revista de fuera con la ilusión del niño que va a pegar una patada a un montón de hojas apiladas, y de los doce números que debían haberme llegado, recibí cinco o seis.
Si alguien se decide a sacar una revista de pesca en condiciones, que cuente con mi suscripción. Si va a ser otra sucesión de fotos inspiracionales, aspiracionales o cualquier otro tipo de -cionales, obtendrá un suspiro mezcla de fastidio y hastío.
He creado un filtro propio para detectar a quienes generan ese tipo de contenido: si en cualquier cosa que se lance, sea blog, revista, vídeo o lo que sea, en los trs primeros números o capítulos, incluyen algo sobre truchas en Nueva Zelanda o GT’s en Seychelles, automáticamente ya lo marco como contenido de nulo interés.
Si lanzas algo nuevo, y por lo que empiezas es por Nueva Zelanda y las Seychelles, igual es que más allá de imágenes, poco tienes que contar.
Me dice el colega que lee los artículos antes de publicarlos que están lanzando una nueva revista online en España, y como no sé en qué fecha saldrá, ni cuando publicaré el artículo, aclaro que lo de NZ y las Seychelles no va por ellos.
Ojalá me den una alegría y no incluyan ninguno de los dos temas que no pasan mi filtro.
- Libros de pesca.
Tenemos los blogs en peligro de extinción, las revistas fosilizadas y… ¿los libros?
Los libros ocupan la ostia de espacio en casa.
Y esto es lo peor que puedo decir sobre ellos.
Como ser que ha comenzado la escritura de varios libros sin poder finalizar ninguno de ellos, solo puedo mostrar el más absoluto respeto por los que sí han conseguido sacar adelante esta titánica tarea.
Si puedo hacer una lista grande de cosas que he aprendido en blogs o revistas, la lista de cosas que he aprendido en los libros podría llevar este artículo a las 15000 palabras.
Solo voy a decir dos cosas:
A) Leed todo lo que podáis.
B) Como muchas veces me han preguntado esto, voy a poner la lista con los diez libros que yo considero que todo pescador con mosca debería leer. Lo malo que están casi todos en inglés, pero estos son:
1) Trout de Ernest Schwiebert.
2) Trout de Ray Bergman.
3) The Fly de Andrew Herd.
4) Caddisflies de Gary LaFontaine.
5) Dry flies, new angles, de Gary LaFontaine.
6) What trout want de Bob Wyatt.
7) Presentation Fly Fishing de Jeremy Lucas.
8) La presentación en la pesca a mosca de Gary Borger.
9) Reading trout water de Dave Hughes.
10) Todos los libros de John Gierach.
- En resumen.
Lee y escribe todo lo que puedas. Sin miedo ni vergüenza.
¿Sabes que es lo mejor de tener un blog?
Que puedes decir lo que te venga en gana.
Luego ya solo falta aprender la parte de que te resbale todo lo malo y lo bueno que te puedan decir, para que no entres en depresión ni creas que eres el rey del río, y todo arreglado.
Como consejo final es que no entres en discusiones absurdas. Siempre habrá alguno que quiera sacar punta a alguna de las cosas que has escrito e incluso que tenga su propio blog o plataforma donde escribir sobre ello.
Esto es fundamental: es una buena noticia que alguien escriba algo así, aunque sea poniéndote a parir.
¿No lo ves?
¡Eso es que te han leído!
Así que puedes sentirte orgulloso por ello: has conseguido que una persona, o muchas, se hayan entretenido gracias a ti. Quizás incluso hayan podido aprender algo. Incluso puedes haberles despertado sentimientos tan profundos como la animadversión.
¿Qué más se puede pedir?
Poco más.
Así que os animo a todos a escribir y leer todo lo que sea posible.