Llevaba un tiempo con una serie de ideas sueltas que no daban para un artículo pero que tenían un mínimo hilo conductor entre ellas.
Es un hilo conductor un poco raro que casi tiene más que ver con una canción muy vieja que con la pesca. La canción hablaba de los gurús que cobran por ser gurús y decía algo así como "ven, cómeme el coco y muéstrame la verdad".
Así que ahí van mezclados instructores, mis amados coach de pesca, guías y la madre que lo parió.
Tengo que confesar en primer lugar que nunca he pescado con guía. Y no hay nada mejor para no tomarse en serio a uno mismo que ponerse a escribir sobre algo que jamás has hecho.
La historia es que cuando veo vídeos en Youtube donde el protagonista va pescando acompañado por un guía siempre pienso que no puedo imaginar una sensación más horrible.
No puedo imaginar lo que debe ser estar pescando con un tío detrás de ti que te vaya diciendo lo que tienes que hacer y que en cuanto clavas un pez echa a correr sacadera en mano para ensalabrar al pez.
Es un poco como quitarle a la pesca con mosca el 100% de los alicientes que tiene para mi.
Imagina ir a un lugar nuevo, que no conoces de nada y que haya un fulano que te diga las moscas que tienes que usar, como debes lanzar, que presentación es la más adecuada, que bajo te conviene poner... En algún caso incluso se encargan de hacerte el nudo de la mosca.
No me fío yo de un nudo hecho por otro ni aunque sea el mismísimo Davy Wotton el que lo haga.
A ver, vamos a intentar tomarnos esto en serio.
Porque alguna vez me da por visitar la página web de algún lodge o agencia que organiza viajes de pesca y suelo ir directo a los precios.
Siempre me quedo loco con los precios. Siete noches, seis días de pesca. 5000 dólares. Y cosas así. ¿Hola?
Y eso con guía compartido entre dos pescadores. Que lo ponen como algo malo. Es decir, algo que resta. Porque si quieres guía solo para ti, en lugar de 5000, a lo mejor son 8000.
Y yo no puedo evitar pensarlo en positivo, como algo que suma: "bueno, guía compartido entre dos. Al menos me libro del moscón el 50% del tiempo".
Lo siento. No puedo tomármelo en serio.
Tener a alguien que te vaya diciendo todo lo que debes hacer y que incluso haga por ti alguno de los pasos básicos como atar un nudo, seleccionar la mosca o echarle la sacadera al pez, va contra todo lo que representa la pesca con mosca para mi.
Si por algo me resulta atractiva la pesca con mosca es por el enorme componente de descubrimiento que tiene.
Nada me gusta más que llegar a un río en el que nunca he estado y simplemente observar durante un rato como es el río, la vegetación que lo rodea, qué tipo de corrientes tiene, si hay algún insecto revoloteando, si hay alguna actividad por parte de los peces...
Y después de un buen rato de observación y de meditar pacientemente cuál puede ser el mejor modo de enfrentarse a ese tramo que nunca has pescado y del que no tienes ninguna información, les plantas un barón en un 16 que no hay sitio en el que no se lancen a por él.
Sí, ya sé que esto hasta ahora es una pura recopilación de tonterías, pero no te preocupes que no va a mejorar.
Si algo tiene de bueno la pesca con mosca es que podemos convertirnos en una fábrica de malas decisiones y... ¡No pasa nada!
Puedes hacer todo rematadamente mal y divertirte más de lo que te habías divertido antes en toda tu vida.
¿En qué otro ámbito de tu vida puedes hacer eso? ¿Hay alguna otra actividad en la que puedas cometer error tras error, que nadie salga perjudicado por ello y que te lo pases como los indios?
A mi no se me ocurre ninguna.
Si sales al monte y tomas una mala decisión, te la puedes jugar seriamente o andar un par de días perdido entre la niebla.
Si estás escalando, ni te cuento. Como para cometer errores...
Si quedas para jugar un partido de fútbol y te crees que puedes jugar como cuando tenías veinte años vete dándole la bienvenida a un par de contracturas, como poco. Como te vengas muy arriba y sientas momentáneamente que eres Ronaldo en el Inter a lo peor te pulverizas el menisco, el tendón rotuliano o el cruzado anterior.
Si te pones a tomar copas como cuando tenías veinte años no veas la semana de resaca que casi seguro que te cae. Por no decir que como lo hagas de forma habitual lo mismo se te pone el azúcar en 200 y el hígado se te hace pedacitos.
Podríamos pasarnos la tarde entera enumerando ejemplos y en ninguna actividad encontraríamos esa ventaja fundamental de la pesca con mosca. Puedes hacerlo todo mal sin hacer daño a nadie por ello y pasártelo en grande todo al mismo tiempo.
Pero no, tiene que venir alguno a decirte lo que tienes que hacer o si lo estás haciendo bien o mal. O a hacerlo por ti.
Y es que claro, si a dos metros de ti tienes al moscón dando instrucciones y recomendaciones y haciendo la mitad del trabajo por ti, se te va todo a tomar por el culo.
Y corres un riesgo mayor. Puedes estar en el río pensando: "me está costando este tío 350€ al día y la función principal que está cumpliendo es la de privarme de la parte más bonita de la pesca con mosca: descubrir por mi mismo lo que funciona y cometer mis propios errores sin que a nadie le pase nada por ello".
Pero bueno, igual que a mi esto de pescar con guía me parece la situación más horrible que puedo imaginar dentro de un río, entiendo que haya muchos otros pescadores a los que la parte del descubrimiento les dé lo mismo y que lo único que quieran es sacar peces de la forma más fácil posible, y que con la mitad del trabajo hecho se encuentren mucho más cómodos que teniendo que hacer todo el trabajo por sí mismos.
¡Ojo! Que me parece completamente respetable. Solamente digo que eso no es para mi.
Aunque todo es susceptible de empeorar.
Porque en algunos sitios, además de guía, el fulano que te acompaña hace de profesor, por llamarle de alguna manera.
Esto tampoco lo he vivido, pero cualquier opción que imagino para esta situación, me parece más horrible que la anterior.
¿Qué hace esta gente que da clases en el río cobrando por ello?
O más importante todavía: ¿Qué concepto ha de tener uno de sí mismo como para considerar que puede decirle a otro pescador en cualquier momento y situación lo que ha de hacer y, además, cobrarle por ello?
¿Hay alguna Facultad de Pesca con Mosca en la que se obtenga un título que capacite para hacer tal cosa? ¿O sirve con decir que llevas cuarenta años pescando a mosca?
Porque puedes llevar cuarenta años pescando con mosca y hacerlo todo rematadamente mal. ¡Y haber disfrutado de esos cuarenta años más que nadie en el mundo!
No sé si ves ya por dónde voy...
Cada uno es libre de gastarse su dinero como mejor disponga, pero yo lo de pagar un pastón por llevar una especie de asistente personal de pesca que me ayude en el 50% de las tareas y que haga el otro 50% por mi, no termino de verlo.
No hablemos ya de pagar otro pastón por la doble función de asistente e instructor.
Y no digamos nada si el sujeto en cuestión se pone un poco pesado con el tema del lanzado.
No querría meterme en el tema del lanzado porque me da bastante pereza, pero sí me llama la atención como se está vendiendo actualmente lo del lanzado.
Seguramente serán instructores maravillosos, y me consta que algunos lo son, pero al tema del marketing tendrían que darle un par de vueltas. Veamos algunas cosas que he leído alguna vez.
"Tienes que aprender a lanzar pero ten en cuenta que vas a tener que esforzarte y practicar mucho durante años y, aun así, nunca dejarás de ser un aprendiz".
¡Olé ahí! Venderle algo a alguien diciéndole lo difícil, largo, sacrificado y tortuoso que va a ser el camino es un argumento de venta inigualable.
Es casi tan bueno como aquella campaña de Jazztel que decía "vendrás por el precio y te quedarás por el servicio técnico". Y yo solo pensaba: "me quedaré por el servicio técnico, o sea, que seguro que se me va a estropear".
Unos fieras. Los de Jazztel, digo.
Pero veamos otros ejemplos:
"Tienes que aprender a lanzar porque si no nunca vas a poder pescar aquella trucha que se ceba a veinte metros debajo de las salgueras".
A ver cómo te lo explico... Entre la trucha aquella que se ceba debajo de las salgueras y yo, es posible que haya otras 25 truchas, de las que seguramente voy a espantar la mitad sin saber siquiera que estaban ahí, otras ocho o nueve no me harán ni caso y con suerte haré que se interesen por mi mosca dos o tres. La de debajo de las salgueras está lejísimos de despertarme el más mínimo interés.
"Pero es que tienes que aprender a lanzar porque si no, cuando pesques en agua salada, vayas a por otras especies o estés en otras latitudes donde tengas que enfrentarte a un viento constante de mil demonios, ¿qué?".
A ver cómo te lo cuento...
Lo primero, que dudo que vaya a invertir miles de euros para ir a pescar a un sitio donde haya un desapacible viento constante, un frío o un calor de mil demonios, bichos que transmitan enfermedades graves o cualquier otra desgracia similar que me pueda afectar.
Y lo segundo, que tengo una bonita colección de cañas de spinning Major Craft acompañadas de unos magníficos carretes Daiwa con sus trenzados de Sunline que me permitirían pescar cómodamente en todas esas situaciones horribles, así que ¿por qué me iba a someter voluntariamente al sufrimiento que me haces imaginar teniendo que pescar a mosca especies, lugares o en condiciones donde otras modalidades de pesca resultarían cien veces más cómodas y eficientes?
En fin, de esto también podríamos seguir poniendo ejemplos toda la tarde, pero he dicho que con el lanzado no me quería meter...
Y además yo soy de tomarme muy poco en serio y reírme mucho de mi mismo, y cuando sale el tema del lanzado no sé si todo el mundo es tan de reírse tanto de sí mismo. Es lógico pensar que después de tantos años y tantas horas de sacrificado esfuerzo para seguir considerándose un aprendiz uno no sea muy de reírse de sí mismo.