"Es el indio, no la flecha".
¿Has leído alguna vez una gilipollez más grande que esta? Y perdóname si incluso tú lo has dicho alguna vez, o si acaso al leerlo has pensado "¡ah, coño! Es verdad".
Seguramente, sin pararme a pensarlo mucho, también yo he pensado que es verdad. A lo mejor incluso lo he dicho. O puesto un "me gusta" a alguien que lo haya dicho.
Pero si nos paramos a pensarlo, dale al mejor indio del mundo un montón de flechas torcidas y con las plumas mal puestas y no hará blanco en la diana jamás.
Bueno, a lo mejor alguna vez de casualidad. O si repite docenas de veces con la misma flecha torcida y va cogiendo la compensación.
A lo que iba: Está muy bien la frasecita, muy del mundo actual, con ese pensamiento de que cualquiera es capaz de cualquier cosa solo con proponérselo muy fuerte.
Lo siento, pero no. La flecha importa tanto o más que el indio.
Aparte de esto, más de una y de dos veces he leído algo así:
"La gente se compra cañas nuevas cuando ni siquiera tiene el nivel para sacarle todo el partido a la caña que ya tiene".
O cosas similares. Ya sabes por donde voy.
Seguro que tú también lo has leído más de una y de dos veces.
Y cada vez que lo leo o escucho decirlo siempre pienso lo mismo: "pero a ti ¿te faltan varias patatas pal kilo, o qué?".
Nunca contesto eso, claro. Que la gente es de ofenderse fácil y muy dada a considerarse con el derecho de decirles a los demás lo que tienen que hacer, aunque muy poco dada a que se les haga ver que determinadas opiniones podrían metérselas por el orificio que más les plazca.
La pesca en muchas ocasiones es un ejercicio de ingratitud. Pasas frío o calor, hambre, sed, cansancio y muchas otras sensaciones no del todo agradables con el riesgo de que después de unas cuantas horas puedes volver a tu casa sin haber pescado nada. O habiendo pescado mucho menos de lo que te gustaría.
Esto pasa sobre todo si reducimos la pesca al mero hecho de sacar peces. Si ese es el fin único de una salida de pesca es más que probable que en muchas ocasiones la cosa acabe en decepción, ya sea porque la cantidad de capturas obtenidas no ha cumplido con las expectativas o porque el tamaño de las mismas y la lucha proporcionada no han estado a la altura de lo que nos gustaría.
Y el ser humano, por naturaleza, tiende a evitar las situaciones que le generan frustración. Es lógico. A muy poca gente le gusta sufrir por gusto. Y aquellos a los que les gusta sufrir por gusto suelen usar otros juguetes para adultos diferentes a los que aquí se van a mencionar.
No tengo ni la menor idea de cuáles serán los porcentajes exactos, pero me atrevería a decir que por cada mujer pescadora hay unos cien hombres. Igual la proporción es algo menos, pero yo solo he coincidido en el río pescando a mosca con Maika, y luego hay otras tres o cuatro que conozco de las redes. Me refiero en España, claro.
Así que pensando exclusivamente en los hombres siempre se ha dicho que "para los hombres madurar consiste en comprarse juguetes cada vez más caros".
Por eso, a pesar de que el ejercicio de la pesca con mosca en sí mismo puede ser una fuente grande de frustración, el hecho de poder tener la pesca con mosca como entretenimiento fuera del río, cualquier día del año y casi en cualquier lugar en el que estemos, nos permite seguir acumulando juguetes en forma de cañas, carretes, líneas, materiales y herramientas de montaje y, sobre todo, un número infinito de gadgets que después apenas utilizamos, pero que nos hacen inmensamente felices cuando llega el pedido a casa y lo desempaquetamos.
Con cada pedido recibido podemos sentirnos como si fuese el día de Reyes.
Igual no tanto, porque el pedido lo hemos hecho nosotros y falta la sorpresa, pero a cambio, sí tenemos la ilusión.
Por eso considero una estupidez decirle a alguien que no se compre una caña nueva porque todavía no tiene nivel suficiente para haber sacado todo el partido de las cañas que ya tiene.
¡Qué estupidez es esa!
Ya estamos con lo de cuantificar el ocio, de lo que ya hablé en otro artículo y sobre lo que no quiero volver ahora.
Pero de verdad...
¿Qué es tener nivel? ¿Dónde se marca esa frontera que sí que nos permitiría comprarnos una caña mejor? ¿Quién es tan bobo como para arrogarse el derecho de decirle a otro pescador si tiene nivel o no para comprarse una caña mejor? ¿O un carrete mejor? ¿O un torno mejor?
Decirle algo así a alguien que pregunta o anuncia que se va a comprar una caña nueva es amargarle la existencia haga lo que haga:
1) Si al final no se la compra le va a quedar el runrún en la cabeza por no haber podido comprar su juguete nuevo y no se va a quedar a gusto.
2) Si al final sí se la compra le va a quedar el runrún en la cabeza de que a lo mejor podía haberse gastado ese dinero en un par de cenas, unos cuantos cubatas y una escapada de fin de semana.
Claro que sí, tú gasta el dinero en chuletones, cubatas o una noche de casa rural, que como mucho te divertirá unas horas o un par de días, en lugar de gastarlo en una caña que si la cuidas medio bien te puede durar toda la vida.
Y en el peor de los casos, los excesos de comida o bebida se van por el WC. Una caña puedes comprarla, divertirte con ella un tiempo y luego recuperar parte de la inversión vendiéndola.
Sí, sí. Ya sé que hace años que circulan por ahí cientos de gurús diciendo que hay que consumir experiencias y no productos porque, entre otras cosas, es lo mejor para el planeta.
Es mucho mejor para el planeta mandar aviones llenos a Tailandia cada día desde todas las partes del mundo a que cuatro tarados compremos una caña nueva. Claro que sí.
Conmigo para eso que no cuenten. El consumo de experiencias me parece un timo absoluto. ¿Habéis visto a qué precio se han puesto los conciertos desde que se ha puesto de moda lo de consumir experiencias? Y que nadie me venga con la inflación, la guerra o la pandemia. Los precios de los conciertos son absurdos desde hace al menos diez años. 200 euros por ver a Metallica durante unos 90 minutos para que Lars Ulrich se vaya de tempo media docena de veces por canción.
No gracias.
Prefiero gastar los 200€ en una Graphiteleader Corto UX 742 L-T que a poco que la cuide me va a durar toda la vida y va a formar parte de cientos de experiencias.
Seguramente en esto voy también contracorriente, porque cuando alguien que no pesca a mosca o a spinning me pregunta qué equipo comprar para iniciarse yo siempre les digo lo mismo:
"Gasta toda la pasta que puedas".
Si te compras un equipo decente para empezar, dentro de tus capacidades económicas, y te gusta esto de la pesca, ya estás cubierto y luego ya irás mejorando poco a poco tu equipo.
Si te compras un equipo decente para empezar y no te gusta eso de la pesca, al menos podrás venderlo. Palmando pasta, sí, pero podrás venderlo. Porque si compras lo peor de lo peor o incluso algo medio pero de alguna marca poco fiable o conocida, no es que palmes un poco de pasta, es que no vas a ser capaz de venderlo, te lo vas a comer con patatas y palmarás toda la pasta.
Así que si quieres gastarte 500€ en un torno aunque hagas cincuenta moscas al año, ese torno te va a durar por lo menos 20 años, así que te sale a 1.04 € al mes para cuando lo tengas amortizado.
Yo, al menos, siempre me planteo así las compras. ¿Cuánto me va a durar? ¿Si hago la cuenta a cuánto me sale al mes?
¿Qué compras hoy en día por 1.04 €?
Ni el superglue del chino.
Así que si alguien comete la insensatez de decirte lo que tienes o no que comprar, o que no tienes nivel para comprar algo mejor o cualquier idiotez semejante, no hagas ni puto caso. Simplemente intenta comprar las cosas con cabeza, para completar o mejorar el equipo que ya tienes y disfruta de tus nuevos juguetes como si fueses un crío de cinco años en la mañana del seis de enero.